Alejandro Gómez Valencia
Periodista del Área de Información y Prensa de EAFIT
Es hablar de evolución, de construcción, de visión, de continuidad. No se trata de balances o entrega de resultados. Es la oportunidad, ahora que Juan Luis Mejía Arango cerró su ciclo como rector de EAFIT luego de cerca de 17 años de labores, de recorrer el proceso en el que la Universidad se ha consolidado como una Institución humanista y vanguardista con notables avances en sus campos del saber; en descubrimiento y creación; y en transformaciones pedagógicas que conversan con el presente y vislumbran el futuro.
Y es que como lo dijo el rector Juan Luis, la evolución de la Institución en el reciente período no es solo obra suya, es el resultado de una “construcción colectiva” que abarca los aportes de la Rectoría de Juan Felipe Gaviria entre los años 1996 y 2003, a quien se le reconoce como el arquitecto de la Universidad humanista que es EAFIT hoy.
Somos una construcción colectiva, pero también un sueño construido sobre hombros de gigantes, los herederos de hombres que admiramos y recordamos, y de quienes siempre llevaremos su legado: Juan Luis Mejía.
“Somos una construcción colectiva, pero también un sueño construido sobre hombros de gigantes, los herederos de hombres que admiramos y recordamos, y de quienes siempre llevaremos su legado”. Estas palabras las dijo Juan Luis Mejía Arango en la última presentación que hizo ante la comunidad eafitense, el jueves 10 de diciembre de 2020.
Cultura, calidad y más generaciones
Al mirar el campus eafitense desde arriba es imperdible situar, justo en el núcleo, al Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas. Ese lugar, el corazón de la vida académica e investigativa de EAFIT, se convirtió en el símbolo de la transformación de una Universidad que asciende constantemente en la búsqueda del conocimiento.
La construcción de ese edificio a finales de los años 90 tenía fundamentos en la Misión de EAFIT en ese entonces: “La formación de personas comprometidas con el desarrollo integral de la humanidad”. Y aunque desde el año 2018 la Misión reza “contribuimos al desarrollo sostenible de la humanidad mediante la oferta de programas que estimulen el aprendizaje a lo largo de la vida, promuevan el descubrimiento y la creación y propicien la interacción con el entorno, dentro de un espíritu de integridad, excelencia, pluralismo e inclusión”, tanto antes como ahora esa formación en la Universidad se resguarda en la convicción permanente de la calidad.
En el año 1997 el compromiso con la calidad se plasmó en la inscripción de los primeros siete programas al Sistema Nacional de Acreditación. Hoy la acreditación de calidad no es una meta, está en la médula de la Universidad y se refleja en la Acreditación Institucional de Alta Calidad conseguida en el año 2003 y sus posteriores renovaciones en 2010 y 2018, en el 100 por ciento de los pregrados acreditables con dicho aval y en la obtención de este para nueve maestrías y dos doctorados.
El Centro Cultural Luis Echavarría Villegas también es ícono material del carácter humanístico que imprimió a finales del siglo pasado Juan Felipe Gaviria a su Rectoría, con la anexión de las humanidades y el derecho a la oferta educativa y la incorporación de la dimensión cultural con sus componentes de memoria, fomento a la creación artística, diseminación de la agenda de manifestaciones artísticas y capacidad relacional, lo que fortaleció Juan Luis Mejía. “Gracias a esto, la Universidad hoy no solo es la diversidad de áreas del conocimiento, sino una gran conversación entre generaciones”, dijo el Rector.
Tal como la investigación y la academia, la cultura ha sido un canal de comunicación entre esas generaciones y, tal como lo explicó Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador de Extensión Cultural de EAFIT, son varios los avances en este campo: la consolidación de una agenda diversa, incluyente, de impacto, no solo en la idea de transversalizar el conocimiento académico, sino a la comunidad. Una visión sobre el concepto de cultura que, luego de veinte años, pone a la Universidad en el mapa y como itinerario obligado de importantes expresiones estéticas de la región y del mundo.
“Hemos generado espacios, acciones y estrategias donde la cultura y la creación pueden servir como lenguaje y herramienta de difusión de la investigación y el conocimiento. En el objetivo constante de formar públicos, hemos procurado la construcción de criterio y de pensamiento crítico. Se ha abonado un terreno en el campo cultural, cuya fertilidad se ha demostrado cada día de estos años y la cual nos asegura cumplir y fortalecer el gran objetivo de ser un epicentro de la cultura en los términos más amplios de diversidad, tolerancia y conocimiento”, expresó Juan Antonio.
Dimensión cultural
- 605 libros publicó la Editorial EAFIT entre los años 2004 y 2020.
- 100 mil personas aproximadamente han asistido a las sesiones del Cine Club EAFIT en 20 años.
- 83.893 títulos y 161.179 títulos posee la Sala de Patrimonio Documental.
- 384 actividades culturales se realizaron en el año 2020, en 2004 fueron 32.
Entre los esfuerzos por romper el paradigma de que la vida universitaria es limitada a cierto periodo de edad, y permitir el encuentro en diferentes grupos poblacionales, en EAFIT existen hoy Saberes de Vida (creada en el año 2001), la Universidad de los Niños (2005) y Alta Dirección (2015).
Como espacio para el diálogo intergeneracional se consolida durante este período en la Institución el sueño de la Universidad Parque que alberga la idea de que EAFIT no es un lugar solo para transitar, lo es para ser porque cada una de las transformaciones institucionales en los últimos 24 años tiene asiento en cambios y adaptaciones en los espacios.
Investigación y proyección
Otra manera en que la Universidad continuó su ascenso al conocimiento tiene que ver con la transformación educativa. En el año 2008 nació un nuevo Proyecto Educativo Institucional (PEI) donde la formación está centrada en el ser humano y en su capacidad de aprendizaje, en la formación teórico-práctica, el bilingüismo, la investigación formativa y el pluralismo participativo.
Se trata de un paso de la enseñanza al aprendizaje con integridad, en el que se ratifica a la integridad como un sello eafitense reflejado, por ejemplo, en proyectos como Atreverse a Pensar, que se realizó entre los años 2011 y 2015 como una apuesta por la ética y la integridad académica; la creación del Centro de Integridad en el año 2017; y la iniciativa Respeto en EAFIT que nació en 2018 para promover la inclusión, la equidad y el respeto por la sexualidad diversa.
La evolución a lo largo de la historia de la Universidad, de ser al principio una escuela para convertirse en una Universidad universal, como lo es hoy.
Estos propósitos, aseguró el Rector, se consolidaron a partir de la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad, entre el periodo 2010-2018, donde se construyó un plan de desarrollo alrededor de preservar la excelencia académica y mejorar la proyección nacional e internacional. Así mismo, durante estos años también se comenzó a realizar la gran reforma curricular que permitió generar una mayor flexibilización académica. Por otra parte, en investigación se estructuró un modelo que comienza en la Universidad de los Niños, continúa con los semilleros de investigación, los grupos de investigación, y programas de doctorado y maestría. También, la Institución se ha fortalecido con los centros de estudio, en este caso el Centro de Pensamiento Estratégico, el Centro de Estudios Asia Pacífico, el Centro de Análisis Político, Urbam, el Centro de Investigaciones Económicas y Financieras, y Celee.
Como parte de la apuesta decidida por la investigación, se destaca que por decisión del Consejo Superior desde el año 2008 al menos el 10 por ciento de los ingresos de la Universidad se destinan al desarrollo científico. De esta manera, el presupuesto en este campo ha ido creciendo: pasó de 6.500 millones de pesos en el año 2004, a cerca de 74.968 millones en el año 2020.
Justamente la destinación de un presupuesto específico para fortalecer la investigación es para Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, un momento crucial en los avances en cuanto a investigación en las últimas dos décadas de vida institucional.
Apuestas por la investigación y transferencia de conocimiento
- En el año 2015 EAFIT tenía 41 grupos de investigación y 138 investigadores de planta reconocidos por Colciencias. 17 grupos en las máximas categorías.
- En el año 2020 son 44 grupos y 225 investigadores reconocidos. 73 por ciento de los grupos en las máximas categorías.
- 58 patentes posee EAFIT actualmente, 52 nacionales y el resto internacionales.
Para el Vicerrector, esa etapa de fortalecimiento se refleja en la clasificación de los grupos de investigación en Colciencias y en la producción científica clasificada en los repositorios internacionales. Otro momento destacado en este aspecto es el surgimiento, en una nueva carta organizacional de la Universidad, de la Vicerrectoría de Descubrimiento y Creación, porque además de investigar se trata de “hacer descubrimiento con creación, y también creación artística y cultural con descubrimiento”, dijo.
Esta evolución se ha materializado en una docencia e investigación más pertinente con la generación de conocimiento conectado a las necesidades de los territorios en las que han tenido gran aporte las dos escuelas más recientes de la Universidad —Economía y Finanzas, creada en el año 2011; y Ciencias, en 2015—, así como cinco pregrados en nuevas áreas que se abrieron a comienzos de la pasada década—en Mercadeo (2011), en Psicología (2011), en Biología (2012), en Finanzas (2013) y en Literatura (2017)—.
Mientras que hace 20 años la mayoría de los eafitenses residían en sectores como Laureles y El Poblado, hoy todo el mapa del Valle de Aburrá está pintado con puntos de hogares de matriculados en la U.
La conexión con el territorio gracias a nuevas áreas del saber también se propagó en la procedencia de los estudiantes, tanto en lugares geográficos como en niveles socioeconómicos. Mientras que hace 20 años la mayoría de los eafitenses residían en sectores como Laureles y El Poblado, hoy todo el mapa del Valle de Aburrá está pintado con puntos de hogares de matriculados en la U, y 30 de los 32 departamentos colombianos son cuna de estudiantes actuales de EAFIT.
El 33 por ciento de los alumnos pertenecen a los estratos uno, dos o tres, esto gracias principalmente al fortalecimiento de un programa de becas en el que se cuenta con el apoyo de diferentes aliados y a iniciativas como el recién creado Fondo de Solidaridad que nació en el contexto de la pandemia por covid-19, a Sigamos Juntos, liderada por los representantes estudiantiles, así como a los recaudos del Centro de Filantropía que se creó en 2019 y a las líneas de financiación del programa EAFIT a tu alcance.
La Red de Liderazgo Juvenil, que cuenta con el protagonismo de EAFIT Social y ha impactado a 44.180 jóvenes de 50 municipios, la Línea I+D en Informática Educativa que desde el año 2012 ha beneficiado a más de un millón de estudiantes en 41 municipios, y la tríada por la calidad de la educación que constituyó EAFIT junto a la Fundación Nutresa y el Colegio Montessori son otras maneras en las que la Institución extiende su proyección social.
La Universidad para todas las generaciones
En los últimos años de la Rectoría de Juan Luis Mejía, la Institución empezó a preparar la ruta para navegar en los desafíos del futuro hasta llegar al objetivo trazado en el Itinerario EAFIT 2030 cuando será, como establece la Visión, “la universidad para todas las generaciones y un ecosistema en permanente renovación, que conecta propósitos con conocimiento”.
Son varios retos los que la Institución identificó en ese Itinerario y si bien en el panorama no se pueden prever irrupciones como la actual pandemia, Juan Luis Mejía tiene claro que “una de las áreas más importantes de EAFIT en el futuro será la educación permanente”, pues, con los retos de la cuarta revolución industrial, es un imperativo estudiar de manera continua a lo largo de la existencia.
Otra gran evolución en la Universidad es el cambio que implica la formación por competencias. Así lo señaló el Rector al mencionar que ahora, más que los títulos, se valora cuáles son las competencias que se adquieren y eso genera transformaciones en temas como, por ejemplo, la evaluación. En EAFIT ya el 40 por ciento de los pregrados están diseñados en el método por competencias y 45 por ciento está en ese camino.
Así mismo, en el propósito de ser la Universidad para todas las generaciones se adelanta una transformación del modelo educativo que ya se percibe en “la tercera generación de programas”, tanto de posgrado como de pregrado que se han venido creando y entre los que figuran las maestrías en Ciencia de Datos y Analítica (2018), en Biociencias (2019), y en Estudios del Comportamiento (2019), así como los pregrados en Ingeniería Agronómica, en Diseño Interactivo, y en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat.
Tanto estos nuevos programas como los que se crearon en la década del 2000 son para Claudia Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje, parte de nuevos modelos educativos que se adaptan para satisfacer las necesidades básicas de la humanidad: “El análisis, la interpretación y la aplicación de normas y dogmáticas jurídicas, el comportamiento, la comunicación y sus nuevas narrativas, la alimentación, el bienestar y la sostenibilidad de los territorios y las nuevas maneras de solucionar problemas pensando siempre en la mejor experiencia para el ser humano”.
“Todos estos cambios permiten conectar el conocimiento con el entorno con un enfoque transdisciplinar, permitiéndonos educar en espacios de aprendizaje diseñados para la enseñabilidad y la convergencia de los distintos saberes, formar en campus, viviendo cada día experiencias de aprendizaje activo y flexible que se adaptan a los intereses de nuestros estudiantes a lo largo de la vida”, expresó Claudia Zea.