Por Diana Gil Guzmán
Desde hace una década los cómics empezaron a salir del clóset en la Universidad. Una exposición de Las aventuras de Tintín en 2011, en el hall del Bloque 38, fue el primer paso para incorporar este lenguaje en la agenda universitaria. Tres años después, el relato gráfico La reliquia de Carlos Díez, editado por la Editorial EAFIT, sumó otro avance.
Incluso se exhibieron las planchas de la historieta en el primer piso del edifico de Humanidades. La exposición fue un apoyo por parte del área de Extensión Cultural al lanzamiento de la obra. Esa doble aproximación al lenguaje del cómic, como objeto editorial y artístico, delineó su inicio en el campus universitario.
El Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas no pasó por alto ese interés y desde hace unos seis años empezó a adquirir, regularmente, obras de cómic. Con el fin de atraer a un mayor número de lectores, inauguró en 2017 un club de lectura dirigido por Mario Cárdenas.
El club fue un espacio alternativo de dos sesiones mensuales, dirigido a la comunidad universitaria y al público en general. En 2018 la colección de cómics se incrementó con la donación de 84 títulos de manga en japonés por parte de la Universidad de Meiji. Para inaugurar la nueva colección se llevó a cabo una exposición en la Sala de Aprendizaje Activo de la Biblioteca y en el Auditorio Fundadores con una muestra de estos libros. Además de una charla, organizada por el Centro de Estudios Asia Pacífico, a cargo de Hatano Kaori y Juan Camilo Agudelo, dos especialistas en el arte del manga.
Según Emilse Vera, asistente de desarrollo de la colección, la Biblioteca cuenta hoy con cerca de 250 títulos de cómic, incluyendo la donación de la Universidad de Meiji. Cada año la colección aumenta exponencialmente y dentro de los géneros que reúne se encuentran la ciencia ficción, la biografía, la autoficción, la historia y la poesía gráfica, entre muchos otros. Incluidos varios textos teóricos sobre la materia.
Además de los títulos impresos, también se ofrecen algunos cómics en formato electrónico. Aunque el acceso a la Biblioteca es público, el préstamo del material solo lo pueden realizar los miembros de la comunidad eafitense o por intermedio del sistema interbibliotecario.
Paralelo a esos esfuerzos, la Maestría en Escrituras Creativas de la Escuela de Humanidades ofrece un curso sobre el tema: Géneros contemporáneos (narrativa gráfica). Carlos Díez, profesor de la materia y autor de La reliquia, comenta que “el curso tiene un doble propósito, por un lado, ilustrar a los estudiantes sobre la historia y las características de los cómics y, por el otro, realizar un ejercicio práctico sobre narrativa gráfica que sirve como evaluación del curso”.
Aunque no se dicta de forma permanente y no tiene la duración de un semestre, sí constituye un precedente para incluir al cómic en el ámbito universitario. Incluso la revista Co-herencia, editada por el Departamento de Humanidades, publicó en 2019 el artículo “La Bogotá distópica: los cómics sobre una ciudad en caos”, escrito por dos profesores de la Universidad Externado de Colombia y uno de la Universidad de la Sabana.
El año pasado el área de Extensión Cultural volvió al ruedo con los cómics en una muestra virtual que incluyó el trabajo de ocho historietistas de Medellín. Semanalmente, entre los meses de octubre y noviembre, se publicó material artístico de cada invitado. Sobre el material seleccionado, señala Juan Antonio Agudelo, coordinador del área, que allí se pudo “ver diversidad, distintas tendencias y aproximaciones innovadoras de lo que significa el arte del cómic, desde el trazo, la línea y la propuesta más clásica hasta temáticas donde confluyen ilustración y cómic”.
A estas iniciativas se suman los esfuerzos de los egresados. En 2015, Manuel Urrego Henao, ingeniero de sistemas de la Universidad, publicó como coautor Proyecto Diégesis, una novela gráfica de ciencia ficción. El libro se compone de siete capítulos y se puede leer en la plataforma digital Comixology. Por su parte, Francisco José Peláez, egresado de Negocios Internacionales, publicó Revisión a la Historia en 2019. Un cómic producto de una beca de creación de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín.
Como puede verse, la Universidad no es indiferente a los cómics, ni ellos refractarios a su inclusión en el ámbito académico. Algunas propuestas que quedan en el tintero tienen que ver con la posibilidad de incorporar un curso de narrativa gráfica en el pregrado de Literatura y ampliar su oferta a los Núcleos de Formación Institucional. También aumentar las exhibiciones en Al Campus o en el Centro de Artes de la Biblioteca.
Quizás el proyecto más ambicioso sea abrir el préstamo de la colección de cómics al público en general, como un segundo paso hacia un proyecto de expansión de biblioteca pública que ya tiene un precedente en el Sistema de Bibliotecas de la Universidad de los Andes. La articulación entre las distintas unidades académicas y administrativas puede apuntalar la “salida del clóset”.