A veces, el día a día nos consume y olvidamos lo importante que es conectar con nuestra respiración. Cierra los ojos, inhala profundamente y siente cómo el aire llena tus pulmones. Ahora exhala lentamente, dejando ir todas esas tensiones que acumulamos. ¿Sientes el cambio ¿Repetimos el proceso? Enfócate solo en tu respiración y en el presente. ¿Cuánto tiempo al día dedicas para realizar actividades por fuera de tus clases, tu trabajo y tus responsabilidades? ¿Eres consciente de la alegría que te produce realizar cierta actividad o pasar el tiempo con alguien? Escucharnos nos permite reconocer las sensaciones en nuestro cuerpo, los cambios en nuestros hábitos y relaciones interpersonales, y sobre todo, reconocer cuáles son nuestras necesidades reales y diferenciarlas de las exigencias del entorno.