Y qué mejor manera de hacerlo, que recordando cómo vivimos estos tres días de inducciones, en los que le dimos la bienvenida a una nueva generación de eafitenses de nuestras cinco Escuelas. Este ritual de nuevos comienzos lo vivimos con varios momentos en los que sentimos y vivimos la inspiración y el aprendizaje experiencial: Tuvimos un espacio para el arte, la creación y el juego, para hacer un viaje por la inmensidad del universo y sus maravillas y regresar a nuestro planeta para preguntarnos cuál es nuestro propósito y las causas con la que queremos aportar desde este primer día.