8:00 a.m. - Los estudiantes empiezan con mucha motivación a redactar sus trabajos. Por ahora, todo es seriedad, silencio y tranquilidad.
9:00 a.m. - Inicia el cubrimiento audiovisual de la jornada periodística.
10:00 a.m. - El profe Wilmar se toma un descanso de todo el ajetreo periodístico y se entrega tranquilamente a la lectura.
11:00 a.m. - Hora de un refrigerio.
12:00 m. - Un problema técnico impide que Santiago siga avanzando con su trabajo. El hombre tiene que inmiscuirse en una maraña de cables si no quiere verse cogido de la tarde.
1:00 p.m. - Los estudiantes disfrutan de un merecido almuerzo en la terraza del bloque 38, como ya es tradición.
2:00 p.m. - Un par de estudiantes reciben los consejos de la profesora Ana Cristina Restrepo, aplaudida en el inicio de la jornada por su reciente premio Simón Bolívar 2015 a la mejor entrevista escrita.
3:00 p.m. - Luego de más de 8 horas de trabajo continuo, la concentración se empieza a aplacar, la tensión se hace presente y hay que hacer que, de alguna manera, toda ese estrés se desvanezca y retorne la tranquilidad a la mente.
4:00 p.m. - Hora de un tintico, pa' recargar energías.
5:00 p.m. - La profe Alejandra trata de auxiliar un trabajo que, con el desgaste de la jornada, necesita más que un apoyo moral para poder ser concluido.
6:00 p.m. - La emisora Acústica sale a recorrer el bloque y, micrófono en mano, pregunta a unas caras exhaustas y con ganas de que se acabe el día cómo les ha parecido la jornada.
7:00 p.m. - Y la ñapa. Muchos de los sobrevivientes de la jornada posan con ya 12 horas de trajín acumulado. Qué gusto da ver a nuestros estudiantes apasionados por la labor de contar historias. Y qué gusto da, también, ver a una gran parte de nuestro pregrado reunido, a profesores y estudiantes de todos los semestres colaborándose entre ellos. Cómo dijo el profe Juan Gonzalo, ese es el verdadero sentido de la jornada: el compañerismo, el trabajo en equipo, la horizontalidad entre profesores y estudiantes.