Los mapas conceptuales son herramientas que nos permiten, de manera clara y precisa, representar y organizar información o conocimientos. Estos se encuentran estructurados en dos componentes principales: los conceptos, que generalmente se encuentran encerrados en círculos o recuadros, y las palabras o frases de enlace que se encargan de unir dos o más conceptos formando proposiciones, es decir, afirmaciones con sentido.
Fueron desarrollados en la década de los setenta cuando el investigador Joseph Novak y su equipo de investigación de la Universidad de Cornell se dedicó a comprender y analizar el entendimiento de las ciencias en los niños a través de los años. Durante su investigación descubrió que no era sencillo identificar los cambios específicos en las trascripciones de las entrevistas realizadas y fue ante esta necesidad cuando decidieron representar el conocimiento de los niños en un mapa conceptual, lo que dio pie al nacimiento de una nueva herramienta que a futuro encontraría una variedad de usos y propósitos en diferentes áreas del saber (Novak y Cañas, 2006).
Los mapas conceptuales pueden ser utilizados para cualquier contenido, área del conocimiento y propósito. Como lo plantean Alberto J. Cañas y Joseph D. Novak del
Institute for Human and Machine
Cognition (IHMC), "Los mapas conceptuales son una poderosa herramienta de enseñanza-aprendizaje. Utilizados apropiadamente, los mapas conceptuales apoyan la construcción de conocimiento facilitando relacionar nuevos conceptos a conceptos que ya comprendemos, llevando a un aprendizaje significativo" (2009, § 1).
En el ámbito académico las ventajas del uso de esta herramienta son múltiples. Pueden ayudar tanto a los docentes como a los estudiantes a hacer claros y evidentes los conceptos más importantes en la apropiación de cualquier conocimiento. De esta manera se logra identificar fácilmente lo aprendido, así como también las ideas erróneas que podrían llegar a obstaculizar los aprendizajes futuros. En el caso de los mapas conceptuales como recurso de aprendizaje para los estudiantes, estos permiten aclarar y evaluar cuanto comprendieron del tema compartido por el profesor y las ideas y conceptos que necesitan refuerzo. Así mismo, pueden ser construidos de forma colaborativa en grupos, lo que fomenta la interacción y discusión entre múltiples perspectivas, opiniones e ideas de los estudiantes.
En cuanto al uso de los mapas conceptuales como recurso para la enseñanza, esta herramienta contribuye a la planeación y construcción de una clase o incluso para la preparación curricular de una asignatura. Esto permitirá mostrar de forma clara y concisa temas, objetivos y/o rutas de aprendizaje a trabajar. De esta manera, el docente puede construir lo que Cañas y Novak (2006) denominan un
macro mapa donde se evidencia la globalidad del curso y luego podrá complementarlo con
micro mapas que le permitan trabajar y mostrar segmentos más específicos.
Por otro lado, utilizando este tipo de gráficos el profesor puede evaluar y dar seguimiento al proceso del estudiante, de tal manera que se detecten los errores tanto en el entendimiento de un concepto como en la relación entre varios, es decir, si se evidencia dificultad en la construcción de un mapa conceptual sobre un tema o lectura determinada es porque aún no es claro y no se tiene un dominio sobre este.
Como lo exponen Cañas y Novak (2009): "Los mapas conceptuales pueden ayudar a enfocar el proceso de estudio de una forma constructiva. Un mapa conceptual del contenido del curso puede mostrar los conceptos y principios más importantes y permite ver la manera en que calzan entre sí. Esto también puede ayudar a darse cuenta de cuáles son las áreas débiles y ayudar a enfocar qué estudiar" (2009, § 19).
Aunque a simple vista los mapas conceptuales parezcan solo un gráfico lleno de información jerarquizada y organizada, es importante comprender lo poderosa que esta herramienta puede llegar a ser para lograr aprendizajes significativos. Se ha demostrado que puede ayudar tanto a los escritores a estructurar sus textos, a los docentes en sus evaluaciones, como a los gerentes en la planeación de sus proyectos.
Referencias
Cañas, J. A. y Novak, J. D. (2009). Uso de los Mapas Conceptuales por docentes y estudiantes. Cmap [en línea]. Recuperado de
http://bit.ly/2p91LgX
Novak, J. D., y Cañas, J. A. (2006). La teoría subyacente a los Mapas Conceptuales y a cómo construirlos. Cmap [en línea]. Recuperado de http://bit.ly/2IkpF1R
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