En el contexto del proceso de paz, Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades de EAFIT, gestó su libro
Las ideas en la guerra: justificación y crítica en la Colombia contemporánea, que fue presentado el 19 de noviembre por la Universidad, Proantioquia y la editorial Penguin Random House.
Y es que, en opinión del autor, en Colombia siempre se ha discutido mucho acerca de la paz en relación con asuntos sociales y económicos, pero esta también tiene que ver con aspectos culturales y de ideas. "Este no es un libro para hacer historia sino para estar preparados para lo que viene", precisó Giraldo
Si bien la obra se construyó tras seis meses de escritura, como lo explica el autor, en ellos está el producto de una reflexión de muchos años sobre el tema, basada en un tono más ensayístico que académico, pensada para un público amplio.
De acuerdo con el Decano, como se enuncia en el subtítulo, el libro trata del problema de la justificación de la violencia y de la guerra en el país. Su tesis es mostrar que en Colombia, distintos sectores políticos, intelectuales y sociales, justificaron el uso de la violencia, en especial la violencia política, durante mucho tiempo y, todavía hoy, se cree que la guerrilla, los paramilitares y otros grupos, tomaron las armas por razones justas.
"La intención es poner esa discusión en el país y plantear que si queremos realmente construir una paz duradera necesitamos cambiar nuestra cultura política, hacia una cultura que rechace el uso de la violencia y el uso de las armas, y la justificación de la muerte de cualquier colombiano por una razón de orden ideológico o de orden político", sostiene.
El libro también se enfoca en mostrar cómo a lo largo de cerca de 60 años la violencia ha contado con cierto respaldo de sectores políticos, intelectuales y sociales, y resalta a algunas personas que son ejemplos públicos de crítica a la violencia y que el país debería seguir.
Dentro de esos ejemplos menciona a siete personas. Entre los muertos están Cayetano Betancur, Francisco Mosquera y Estanislao Zuleta. Entre los vivos destaca al exprocurador Carlos Jiménez Gómez, Jorge Orlado Melo, el padre Francisco de Roux y Antanas Mockus, cuyas ideas, afirma, serán muy útiles en los años venideros.
Reflexiones sobre la obra
El libro, de 236 páginas y publicado por la editorial Penguin Random House, está conformado por seis capítulos: Olas y modelos, Medios y ocasiones, Motivos e intenciones, Lugares comunes, Ejemplares y Proyecto abierto.
"En los primeros tres capítulos trato de mostrar un poco cuáles fueron las ideas que permitieron que un montón de jóvenes colombianos se metieran a las guerrillas y los argumentos que usaron para acudir a esa vía armada. Y los últimos tres capítulos están dedicados a mirar las ideas que han dominado en la opinión pública y que han servido para justificar la violencia, después se muestran esos críticos de la violencia y, por último, se plantea que la crítica a la violencia y la guerra va a ser una necesidad en el postconflicto", afirma Jorge Giraldo.
Como lo menciona Daniel Pécaut en el prólogo, el análisis del autor "no consiste tanto en describir con detalle la evolución del conflicto o los recursos que han manejado sus protagonistas, sino que enfatiza sobre las "ideas" que han alimentado la persistencia de la guerra. En cuanto a la guerrilla, el autor muestra las intenciones que la guían y los objetivos que pretende alcanzar. En cuanto a los sectores que se muestran comprensivos, el autor muestra las maneras de argumentar que los llevan a banalizar sus acontecimientos y las consecuencias".
En la obra hay un desglose de quiénes han sido los actores que han incidido para que se siga avalando la violencia como una forma de revolución. Con respecto a eso la periodista Ana Cristina Restrepo Jiménez manifiesta que siempre se ha pensado que hay un bando para culpar. Por eso considera que este libro es un llamado de atención para ver cómo se puede desnaturalizar el discurso de la guerra que, por la tiranía de la coyuntura, a veces se deja pasar.
Además de Ana Cristina, en la conversación para presentar el libro también participó Héctor Abad Faciolince, quien cree que muchos tienen el discurso de que nada ha cambiado en el país y por eso justifican la permanencia y la duración de la lucha armada.
"A mí me interesa mostrar que sí había opciones en su tiempo y que, para desgracia del país, no solo la izquierda sino mucha gente, incluyendo el Partido Liberal, tomó decisiones que después le costaron mucho a Colombia", dice Giraldo, quien además hace una diferenciación entre la guerra y la violencia. La guerra, según él, es un subgénero de la violencia, pero tiene reglas y un autocontención, en virtud de que tiene dirigentes y estrategas. Son dos fenómenos distintos y en Colombia un gran paso fue reconocer que se estaba en una guerra.
"Tenemos una imagen muy idílica de lo que es la paz, y no entendemos que la idea más modesta de la paz es que no haya guerra". Por eso plantea que este libro está pensado en clave de que, aunque se van a seguir teniendo diferencias políticas con los detractores, esa contienda será en términos civiles y democráticos.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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