La voz grave y la figura icónica de Carlos Gardel -sonriente y con un sombrero de lado- se alzan con firmeza en distintos rincones de Medellín. Bares como el Salón Málaga, La Boa, el Patio del Tango y la Casa Cultural Homero Manzi, o lugares como la Casa Museo Gardeliana, son algunos de los sitios donde los tangueros de antaño o las nuevas generaciones pueden hacer un recorrido histórico por este género.
Por estos días, las calles y otros sitios representativos de la ciudad como el Jardín Botánico, donde este 23 de junio a las 8:00 p.m. tocará la Orquesta Sinfónica EAFIT junto a Rodolfo Mederos, también son escenarios para vivir el tango y recordar a Gardel, a quien se rinde un homenaje en el IX Festival Internacional de Tango de Medellín (Festitango 2015), que se realiza entre el 22 y al 28 de junio.
Su muerte hace 80 años en el aeródromo Las Playas, hoy aeropuerto Olaya Herrera, aportó a que en Medellín se arraigara el tango, un género que desde 2003 fue declarado patrimonio cultural de Antioquia, en el que conviven la música, el canto, el baile, la literatura y otras manifestaciones estéticas. También en el municipio de Bello, desde 2009, este es patrimonio artístico, social y cultural, y se realiza el Festival Internacional del Tango Ciudad de Bello.
Ambas iniciativas fueron lideradas por Miguel Ángel Vanegas Duque, periodista y director artístico de la Orquesta de Cuerdas de Tango Ciudad de Medellín, agrupación que también hará parte de Festitango 2015, el 26 de junio.
"El tango es un género musical que nació en las orillas del puerto de Buenos Aires, tras la llegada de los inmigrantes europeos. Inició con flauta, violín y guitarra, y luego un marinero argentino llegó de Alemania con un bandoneón. Después se le incluyó el piano y se formó una orquesta característica de cinco violines, cinco bandoneones, piano y contrabajo", apunta Vanegas.
En cuanto a Carlos Gardel, el especialista opina que su estilo marcó una escuela importante y que fue su muerte en Medellín la que hizo que se convirtiera en un referente local, aunque tras él han surgido muchos otros cantores que también han marcado la pauta. "El amor por la música de Gardel crece todos los días. Por eso, se dice que todos los días canta mejor", menciona.
Esas canciones que canta Gardel todos los días hablan de seres reales, que sufren, que disfrutan. Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador de Extensión Cultural de EAFIT, lo amplía diciendo que "hablan de los recovecos de las ciudades con todas sus grandezas y decadencias. Yo creo que, en ese sentido, Gardel es insuperable, como lo es el tango mismo, entonces esas canciones siempre van a estar vigentes. Cualquier generación de jóvenes sensibles a la música que venga tendrá que ver con ese legado musical. Este aniversario es una oportunidad para escucharlo".
Presente del tango en Medellín
Al hablar de la cultura del tango en la ciudad, Miguel Ángel Vanegas sostiene que es un género con más de 100 años que va de generación en generación, y considera que en la actualidad se conserva más por la danza que por la música, aunque en la ciudad hay orquestas que lo interpretan.
"El tango ha tenido un incremento en nuestro medio y ha llegado a los jóvenes porque logramos a través de la Red de Escuelas de Música -un programa social de la Alcaldía de Medellín- crear la Orquesta de Tango, conformada por 25 jóvenes. A través de la Red han surgido agrupaciones como la Orquesta de Cuerdas de Tango Ciudad de Medellín, hace 11 años, y dirigida por el bandoneonista argentino Pablo Jaurena", explica.
Dentro de sus apuestas para llegar a los jóvenes, Vanegas lidera un movimiento para hacer una fusión entre reguetón y tango, llamada "reguetango", aunque reconoce que no ha tenido acogida en el medio, debido a que las personas son muy tradicionales, a pesar de que este género en el mundo está conformado por nuevos sonidos e hibridaciones, como el tango electrónico en Argentina, y otras fusiones como el tango con hip hop y rock. "Los tradicionalistas se quedaron con la nostalgia del tango de los años 40, pero para poder acercar a los jóvenes a este género tenemos que hacer fusiones".
Seguramente por esos tradicionales, no obstante y como observa el experto, es que en muchos tangos actuales se conserva aún el lunfardo, la jerga hablada por los porteños, que surgió de una mezcla de palabras de las lenguas habladas por los inmigrantes recién llegados al Río de la Plata, que nutrieron las letras de los tangos y fueron el insumo de algunos poetas.
Allí aparecen los pibes (niños), las minas (mujeres), la percanta (cabaretera adulta), o la pebeta (mujer joven), razón por lo que las personas en Medellín, posiblemente, no entiendan el significado de muchas de las letras en este género.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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