Durante tres días, el campus eafitense es un gran escenario deportivo donde compiten los 33 equipos participantes del Torneo Ultimate de Oro 2016: 9 de estos en la categoría Universitario Masculino, 10 en Universitario Femenino, 7 en Colegial Femenino y 8 en Colegial Masculino, provenientes de Medellín, Bogotá, Venezuela y Panamá.
Estar en el torneo es escuchar acentos disímiles con sabor latino, dejarse sorprender por un grito, un pito, o una carcajada, ver un desfile en movimiento de mujeres y hombres jóvenes con diversas características y habilidades, pero todos ellos tras un mismo objetivo: anotar puntos al hacer pases con un disco volador de 175 gramos, hasta llegar a la zona de anotación del otro equipo, tal como ocurre en el fútbol americano o el rugby.
Los deportistas también actúan con la misma premisa: jugar un deporte reconocido por su espíritu de juego o principio del juego justo, su alto rendimiento y su alegría. Por eso, dentro de las reglas, está muy claro que, si bien se trata de un deporte competitivo, no debe haber contacto entre los jugadores, quienes tampoco pueden correr mientras tengan el disco en las manos.
Los espectadores encuentran, desde el año 2000, la posibilidad de disfrutar del ultimate en la ciudad de Medellín, disciplina deportiva que, desde ese momento, fue acogida por EAFIT.
“Iniciamos con un torneo de los que jugaban sin constituirse como clubes o equipos de colegios y universidades. A partir de ahí hicimos un festival mixto y, hace 13 años, oficializamos un torneo internacional universitario y un torneo colegial”, recuerda Luis Eduardo Calderón, jefe del Departamento de Deportes de EAFIT.
Fue así como durante un año implementaron capacitaciones en los colegios, asumidas en su totalidad por la Universidad: les pusieron entrenadores, les llevaron discos y exhibiciones del equipo de EAFIT y empezaron a capacitar a los diferentes educadores físicos de varios colegios. Al año siguiente se hizo realidad el primer torneo colegial, que empezó a crecer, al igual que el universitario.
“La meta es mundial”
María José Pérez, entrenadora del equipo femenino de ultimate de la Universidad Central de Venezuela, vino de Caracas junto con otras 13 jugadoras, para hacer parte de esta aventura. “Vinimos a ganar”, dice con firmeza. La fórmula: entrenar y tratar de no llevar la presión a la cancha.
Aunque en su universidad existe este deporte hace más de cinco años, el club fue formalizado apenas en 2015 y, poco a poco, ha tomado forma en esta institución, cuya calidad de entidad pública le ha dificultado contar con presupuesto para apoyarlas.
“La ciudad se nos ha parecido mucho a Caracas, incluso en el clima, y el recibimiento en Medellín y EAFIT ha sido excelente”, opina la entrenadora venezolana, quien es enfática en que el torneo de EAFIT, al que tuvo la oportunidad de asistir con una delegación de Venezuela el año pasado, fue uno de los motivos para formalizar el club, en el que lleva tres años y medio.
Ana Rico, capitana del equipo femenino de la Universidad Central de Venezuela, cuenta que, dentro de la preparación, incluyeron terapias psicológicas grupales e individuales, y coincide en que tuvieron dificultades para conseguir los recursos económicos, traducidas en un largo viaje en bus desde Caracas hasta San Cristóbal, en carro hasta San Antonio del Táchira, de ahí cruzar el puente Simón Bolívar, llegar a la terminal de buses de Cúcuta y conseguir descuento para viajar a Medellín.
“Todos somos panas y nos decimos lo que nos molesta y nos agrada. Si queremos que el equipo sea eficiente hay que estar en paz, relajados, y buscar la armonía”, comenta Ana, a quien le gustó el utimate, luego de pasar por el baloncesto y el microfútbol, por ser un deporte autoarbritado, en el que la lealtad entre las personas se mantiene y el esfuerzo es el mismo.
Y es que, según el jefe del Departamento de Deportes de EAFIT, se trata de una disciplina que promueve valores, principios y no tiene jueces, lo que hace que la responsabilidad sea mayor.
“Cualquier situación o impase que se presente en el deporte es solucionado entre las dos personas. Las universidades tienen principios y valores en sus procesos de formación que son su razón de ser, y los nuestros están muy de acuerdo con los del ultimate: la honestidad, la tolerancia, la responsabilidad, la integridad, lo que hace que estemos enviando este mensaje a la comunidad de que estamos formando ciudadanos útiles”, precisa Luis Eduardo.
Proyección
Luis Eduardo Calderón, jefe del Departamento de Deportes de EAFIT, explica que ya se cuenta con los avales para hacer el primer mundial universitario en 2018 sede EAFIT, en escenarios deportivos en siete universidades. “Ya tenemos el apoyo del Comité Olímpico, Alcaldía de Medellín, Inder, Indeportes, Coldeportes y El Colombiano".
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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