Ante un futuro incierto, donde los recursos se hacen cada vez más escasos y, por lo tanto, la competencia laboral mayor dado el avance tecnológico y el crecimiento de la humanidad, las oportunidades parecen ser más esquivas para quienes no están preparados para los desafíos que traen los nuevos tiempos.
Pero ¿qué pueden hacer los gobiernos de América Latina y el Caribe para garantizar el desarrollo de habilidades en sus ciudadanos? Esta pregunta la responde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su informe Aprender Mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades, presentado el jueves 12 de octubre en EAFIT por Julián Cristia y Diana Hincapié, dos de los investigadores del Banco que participaron en el proyecto.
“Esto es un reto de toda la sociedad, pero muy especialmente desde la educación, con lo que se ha denominado la cuarta revolución industrial que genera la cuestión sobre cómo van a afectar la vida social y laboral los cambios tecnológicos acelerados que estamos viviendo. Por eso es tan oportuno la publicación de este estudio”, señaló Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, en la presentación del informe.
Cada año el BID, institución que desde 1959 es una de las principales fuentes de financiamiento para el desarrollo de la región, presenta sus estudios sobre los principales retos económicos y sociales. En su publicación insignia Desarrollo en las Américas (DIA), se han abordado temas tan importantes como la productividad, la calidad de vida, los impuestos, la deuda y las políticas públicas.
En la presente edición, ese informe se centra en cómo desarrollar las habilidades desde la primera infancia hasta la edad adulta, en la competencia del mercado laboral y en el aprovechamiento de la educación superior, además de analizar cómo se desempeñan los gobiernos y las políticas públicas que pueden adoptar para ayudar a la gente a aprender mejor.
“Los gobiernos podrían gastar más, pero lo que necesitan es gastar mejor. Los gobiernos necesitan priorizar políticas costo-efectivas a la hora de asignar los recursos públicos. Y para identificar estar políticas necesitan usar evidencia de alta calidad. Usando la evidencia existente, los países podrá tomar mejores decisiones”, manifestó Julián Cristia, economista del Departamento de Investigación del BID.
Aspectos como la globalización y la automatización del trabajo por el avance tecnológico representan grandes desafíos para la sociedad. Por eso el mejoramiento de los sistemas educativos y el aprendizaje de nuevas habilidades es una meta para los países en vía de desarrollo. Según los expertos del BID, aunque las habilidades están mejorando, la región aún se encuentra rezagada.
“En esta revisión sistemática que hicimos de los programas para desarrollar habilidades a través del ciclo de vida, encontramos la importancia de la primera infancia. Para que las personas estén preparadas a los cambios del mercado laboral del futuro tenemos que comenzar desde muy temprano. Tenemos que comenzar a desarrollar habilidades casi que desde los primeros días de vida”, apuntó Diana Hincapié, economista de la División de Educación del BID.
Por esta razón las políticas públicas y los esfuerzos gubernamentales que hoy se realizan en los distintos países de América Latina están dirigidos, no solo al inicio del proceso educativo, sino también a la formación en la adolescencia y la edad adulta.
“Si analizamos las habilidades de los actuales estudiantes, vemos que la totalidad de los alumnos de la escuela primaria en los países en desarrollo alcanzan un estándar básico en matemáticas. En la infancia se observan brechas de aprendizaje en matemáticas y lenguaje cerca de 70 puntos. Es decir, el estudiante promedio de bajo nivel de ingreso está retrasado dos años respecto al nivel de habilidades de los estudiantes de alto nivel de ingreso. Además, estás brechas no se cierran durante la adolescencia y la adultez, y terminan traduciéndose en diferencia de salarios más tarde”, manifestó el economista Julián Cristia.
En Medellín, en el intento de cerrar estas brechas, se han puesto en marcha programas como Buen Comienzo, que atiende a 72.000 niños de sectores vulnerables para su formación desde la primera infancia. Además, estrategias como la formación técnica laboral para los estudiantes de educación media son apuestas para evitar la deserción escolar.
En este sentido, Luis Guillermo Patiño, secretario de Educación de Medellín, señaló en la socialización del Informe que “el gran reto tiene que ver con la capacidad de cómo desarrollamos nuevas habilidades en nuestros estudiantes. Se necesita de una transformación profunda en la escuela y ver cómo desde la primera infancia vamos a generar unas capacidades y potencialidades en nuestros niños”.
Por su parte, Rafael Aubad López, presidente de Proantioquia, fundación que trabaja por el desarrollo económico y educativo del departamento, quien también estuvo en el evento, señaló que para el desarrollo de habilidades es fundamental pensar en el perfil de los profesores. “Estamos llegando al momento de mirar cómo estamos formando los maestros y qué propuestas, en alianzas con las universidades, planteamos para hacer una revolución radical en la formación”, dijo.
Junto a la publicación de este relevante estudio para las políticas públicas en América Latina y el Caribe, el BID también entregó un sitio web que sirve como complemento del libro. Se trata de la plataforma digital SkillsBank (www.iadb.org/skillsbank) que categoriza y presenta la evidencia sobre las políticas y programas que buscan desarrollar habilidades en los estudiantes en toda la región.
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Alejandro Gómez Valencia
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