El calendario lunar, o también llamado el calendario chino, está regido por las fases de la Luna y es más preciso para definir las estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno, si se comparara con el anuario gregoriano, que es el normalmente usado en la cultura de occidente.
Compuesto por 12 ciclos, representados en 12 animales mitológicos de esta cultura, el calendario lunar permite saber cómo será la vida y la suerte de una persona, según el ciclo en el que nació. Para los chinos este año, que inició el 28 de enero, es el del gallo, un animal que posee valores como el liderazgo, la fuerza, la sinceridad y el dominio; al igual que asuntos como egocentrismo y la fragilidad.
Y para celebrar este nuevo año, que en esta cultura asiática culmina el 11 de febrero de 2018, el Instituto Confucio de Medellín tiene programadas una serie de actividades para ofrecer conocimiento académico y diversas manifestaciones culturales de esta nación.
La celebración de la Fiesta de la Primavera, como se denomina el encuentro, existe en la Universidad hace seis años y tiene como objetivo, según Catherine Márquez Marín, asistente administrativa del Instituto Confucio, “dar a conocer la cultura asiática y que, al mismo tiempo, se puedan entender y apreciar las distintas culturas que son ajenas a nosotros, pero que enriquecen nuestras vidas y de las que hay mucho por aprender”.
Programación para todos
Saber cómo se escribe el nombre en chino, aprender un poco de Kung fu, degustar de la comida tradicional china, presenciar una conferencia sobre las relaciones de Estados Unidos y China en el era Trump, o conocer las oportunidades de estudio y becas en este país, son algunas de los eventos que están en la agenda que irá del 14 al 16 de febrero. Todos los espacios serán en español y de asistencia gratuita para el público eafitense.
Este tipo de actividades son bien recibidas por estudiantes como Sara Marín Ramírez, alumna de quinto semestre del pregrado en Comunicación Social, quien siempre se ha visto atraída por la cultura asiática y, sobre todo, por la culinaria. Y, aunque dice ser muy mala para la comida picante, no puede dejar de negar lo deliciosa que es la mesa y sazón de los asiáticos.
Sara, al igual que Catherine, piensa que “la posibilidad que da la Universidad de conocer otras culturas es muy importante porque permite ver el mundo con otros ojos y desde otras perspectivas cuando se trata de contextos socioculturales tan diferentes”.
Esta afirmación la comparte Catherine, al afirmar que cada vez más el gran epicentro mundial es Asia, “y dentro de este continente tenemos a China como protagonista de este siglo, además porque se está viviendo un cambio de paradigma, que marca el paso de un mundo centrado en los Estados Unidos como gran potencia, a un poder que tal vez será polarizado, multipolar y que tiene como eje principal a China”.
La programación de las diversas actividades se puede consultar aquí.