Antioquia cuenta con pequeñas y medianas empresas muy flexibles y conscientes de su capital humano, aunque frágiles y vulnerables a los cambios en los mercados por cuenta de la globalización y la competencia.
A esa conclusión llegó Cecilia Murcia Rivera, investigadora principal del proyecto de investigación posdoctoral Dinamización de pymes a través del diagnóstico de su capital intelectual: estudio de casos en Pymes Antioqueñas, una iniciativa presentada como parte del programa Es tiempo de volver, adelantado por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), apoyado por Comfama y cofinanciado por EAFIT.
La investigadora socializó el jueves 10 de agosto en la Universidad las conclusiones preliminares del diagnóstico hecho luego de un trabajo de dos años con pymes locales para responder a la pregunta: ¿Cómo lograr el fortalecimiento de las pymes a través del diagnóstico de su capital intelectual, para que enfrenten mejor los retos del entorno?
"Trabajamos dos enfoques: por un lado, la valoración de los intangibles en organizaciones, específicamente el capital intelectual y cómo, a través de la identificación de estas variables que ayudan a la creación de valor en las organizaciones, se puede lograr un mejor desempeño. De otro lado, la aplicamos a las pymes, dado su importante papel en la economía internacional, pues cerca del 90 por ciento de las empresas en el mundo pertenecen a esta categoría e impactan enormemente la creación de empleo y la aportación al producto interno bruto de los países", explicó Cecilia.
Dicha influencia de las pymes puede trasladarse al escenario colombiano en donde, en palabras de Marcela Yepes Rendón, jefa de departamento en el Área Personas y Mipymes de Comfama, entidad que sirvió de puente durante el trabajo con las empresas, generan el 50 por ciento de los empleos del país y sirven para amortiguar el desempleo. Eso sin contar que, tan solo el año pasado, ayudaron a entregar 1000 subsidios de vivienda.
Teniendo en cuenta su importancia dentro del ecosistema empresarial, con el primer grupo de pymes participantes en la investigación se identificaron sus recursos intangibles, los cuales, en la mayoría de los casos, eran ignorados por estas. Luego de un trabajo de sensibilización, se evidenció la posibilidad de dar una estructura al capital intelectual y plantear una gestión del mismo sin inversión alguna de capital financiero.
"El capital intelectual hace parte de los intangibles, una serie de recursos que no se están utilizando y cuya unificación con recursos tangibles permiten ver su capacidad de generar valor y buscar la manera de gestionarlos adecuadamente para lograr mayor eficiencia, más productividad y un mejor desempeño", resaltó la investigadora principal del proyecto, quien agregó que, partiendo de dicho elemento, las pymes antioqueñas tienen 40 por ciento de capacidad de adaptación al entorno.
Al respecto, Manuel Esteban Acevedo Jaramillo, decano de la Escuela de Administración de EAFIT, señaló que este diagnóstico ayuda a poner el énfasis en las verdaderas fuentes de generación de valor y ventaja competitiva de las pymes, tradicionalmente atribuido a la posesión de grandes sumas de capital, propiedades o activos fijos.
"La evidencia muestra que es un mejor elemento explicativo del éxito o del fracaso empresarial la manera de gestionar los activos intangibles: su capital relacional, su capital intelectual y los flujos de conocimiento. Si una empresa visibiliza esto sabe adaptarse mejor a nuevos desafíos, es capaz de reinventar su portafolio de productos y servicios, reconfigura sus redes de proveeduría, y atiende mejor los desafíos propios de la sostenibilidad económica, social y ambiental", afirmó el Decano.
El directivo subrayó la utilidad para las empresas de Antioquia y del país poder visibilizar de primera mano estos elementos, cuyo conocimiento invita a cambiar la forma de gerenciar las organizaciones locales.
Por mejorar
El trabajo de Cecilia Murcia permitió también concluir que, aunque su tamaño les permite ser más flexibles, las pymes son más frágiles y están más expuestas a los cambios del entorno de los mercados, motivo por el que enfrentan muchos retos y requieren de un fortalecimiento y una manera de responder a los mismos.
"Además, las pymes adolecen de falta de recursos financieros para emprender proyectos, especialmente en Colombia, y de falta de apoyo institucional a través de programas de fortalecimiento, aunque en Medellín y Antioquia se están desarrollando muchas iniciativas en este sentido. También sufren de poco nivel de innovación, sobre todo si son micropymes (de hasta 10 empleados), pues las medianas empresas (de hasta 200 empleados), tienen más posibilidades de emprender este tipo de programas y aplicar metodologías un poco más elaboradas".
Al respecto, Manuel Acevedo manifestó que la participación en el proyecto permitió a un número alto de empresas detectar debilidades nunca antes evidenciadas y verse de una manera distinta para reconocer fortalezas ignoradas. Eso, unido a los retos propios de crecer en un entorno con señales claras de desaceleración, propició, según el directivo, la implementación de los cambios sugeridos en algunas de estas.
"No hay perfil unificado que permita asegurar la homogeneidad de la implementación de los hallazgos del estudio en todas las pymes. Nuestro tejido empresarial es bastante dispar en términos de la facilidad con la que incorporan los hallazgos de este y otros estudios relevantes. Sin embargo, en mi opinión, el futuro para quienes adopten las conclusiones del estudio es mucho más favorable", argumentó el decano de la Escuela de Administración de EAFIT.
Aunque las cifras concretas de la investigación no se conocerán hasta la próxima semana, cuando el equipo de investigadores liderado por Cecilia Murcia concluya el análisis de los datos y la elaboración del informe final para Colciencias, en la socialización de este jueves 10 de agosto se hizo entrega a los representantes de las pymes participantes del diagnóstico de la capacidad de adaptación de sus compañías.
"Queríamos hacer este evento especial para agradecerles. Terminamos una fase inicial de diagnóstico muy extensa, pues lo que hicimos fue prácticamente un informe de consultoría, cuya implementación les puede ayudar a crecer y mejorar", concluyó la investigadora.
A Cecilia Murcia Rivera, investigadora principal del proyecto Dinamización de pymes a través del diagnóstico de su capital intelectual: estudio de casos en Pymes Antioqueñas, le sorprendió que, al analizar el capital humano, uno de los cuatro componentes del capital intelectual de una compañía, las pymes antioqueñas demostraran un alto grado de sensibilización respecto a la importancia de los empleados. "A raíz de eso, han desarrollado muchos programas, cada uno en la medida de sus posibilidades, para mantener buenas condiciones en relación con este recurso: iniciativas de formación, incorporación de la familia, empleo a madres cabeza de hogar, entre otros", indica la experta.
Respecto al segundo componente, el capital estructural y tecnológico, el estudio encontró una preocupación por generar normativas, manuales y procedimientos mejor estructurados, lo que se evidencia más en las pymes de más tamaño. En el tercer componente, el capital relacional, existe una debilidad, pues, aunque tienen muy clara la relación con los clientes y proveedores en la parte del negocio, hace falta fortalecer la relación hacia la sociedad y la colaboración y agremiación entre compañías. El cuarto componente, el capital de emprendimiento e innovación, depende mucho del tamaño de la empresa, mostrándose más débil en las micropymes.
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Alejandro Gómez Valencia
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