• La delegación de la Universidad de Sao Paulo trabajó con serenidad en el reto final y se llevó el primer lugar del certamen cumplido desde el miércoles en EAFIT.
• De los cinco equipos inscritos, tres participaron en el último día de esta competencia, hecha para los futuros negociadores internacionales.
La respiración de los cuatro demostraba tranquilidad. Solo bastaban miradas entre ellos mismos para entender cuál paso seguía. Las pocas palabras que cruzaban entre sí eran casi como murmullos. Eran los participantes de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, quienes de esa forma analizaban el reto propuesto por Mauricio Botero Jaramillo, gerente de Investigaciones Corporativas de Suramericana y lo asumían con una serenidad que solo se tiene cuando la respuesta correcta está en las manos.
Ellos, Deyse Ogasavara, Fernando Fabbris, Anderson Lee y Henry Yoshida, fueron los ganadores del Reto Latinoamericano Biz Ink, en el que participaron, además, equipos de futuros negociadores internacionales de Alemania, Estados Unidos y dos colombianos, y que se cumplió desde el miércoles 19 hasta el sábado 22 de mayo en la Universidad EAFIT.
El reto fue una verdadera prueba para estos jóvenes estudiantes, pues tuvieron que resolver problemas en poco tiempo. Desde luego, semanas atrás trabajaron en algunas pautas (desde sus países de origen) que les permitieron buscar soluciones con más facilidad.
La tranquilidad de los brasileños contrastaba con la situación de otros equipos, de hecho algunos hablaban fuerte y se les notaba un leve desespero. A unos, por ejemplo, minutos antes de exponer la propuesta, la presentación se les dañó.
Mauricio Botero Jaramillo detalló que el reto propuesto fue “investigar mejores prácticas de recaudo de seguros en el mundo, y plantear alternativas que muestren cómo en otros países se están vendiendo éstos, sobre todo para llegarle a una masa muy grande de personas que no tienen ningún seguro y menos una cuenta de ahorros”.
Los de casa
La delegación de la Universidad EAFIT laboró tranquila. Planteaban sus ideas, hacían aportes, mejoras y trabajan en la presentación. Si bien la calma que tenían no igualaba la de los brasileños, sí estaban bajo un velo de serenidad que les permitía resolver los inconvenientes con cabeza fría.
Y esa es una de las motivaciones de este reto, que se realiza desde hace cuatro años, siendo esta la primera edición internacional, y, para mayor exigencia, completamente en inglés.
Esa es una característica que manifestó Botero: “En Suramericana nos parece que este tipo de iniciativas que vinculan a la universidad con la práctica privada son necesarias y muy importantes. Son bienvenidas porque cada vez el mundo es más globalizado”.
El anterior es un argumento que reforzó Anne Marie Zwerg Villegas, coordinadora del área de Comercio Internacional de EAFIT y docente de la misma. Según analizó, “una palabra clave en todo esto es 'real'. Los estudiantes llevan varios años en la Universidad, han visto casos pero desde afuera. Con esta competencia queremos invitar a las empresas que tienen situaciones por resolver para que los estudiantes se metan en los zapatos de los gerentes y piensen soluciones reales”.
Celebración tranquila
Transcurridas las dos horas, los tres grupos se presentaron ante el jurado integrado por Mauricio Botero y Luis Fernando Cantor Pinzón, del área financiera de Suramericana. En 20 minutos, cada equipo presentó su propuesta y se enfrentó a las contrapreguntas del jurado.
Los brasileños, calmados, igual que en el desarrollo del reto, recibieron el resultado: primer puesto para la Universidad de Sao Paulo, segundo para la Universidad de Chicago (Estados Unidos) y tercer lugar para la Universidad EAFIT.
Un grito en coro y ponerse de pie en un salto efímero fue la manifestación de alegría de los estudiantes brasileños.
Fernando Fabbris, integrante del grupo, resaltó la serenidad en el trabajo: “Siempre tenemos que estar seguros del tiempo, manejar todo, siempre el espíritu de equipo”, y añadió que este reto les aportó como experiencia internacional en términos culturales y en conocimiento.
Deyse Ogasavara, otra de las ganadoras, detalló que la confianza fue clave, lo que les ha ayudado a trabajar juntos desde hace tiempo. “Lo más complicado fue el tiempo, queríamos conocer la ciudad y al mismo tiempo debíamos estudiar. Nos tocaba madrugar”.
Fabbris concluyó diciendo que este tipo de experiencias son las que enriquecen la vida profesional, pues con la práctica se adquieren más herramientas. “Nos ayudó mucho que fuimos mejorando cada vez con cada reto. Llegamos al último más preparados y con más confianza”.
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