Históricamente, las ciencias sociales han excluido el plano de las emociones humanas de su campo de estudio, pensando que las personas llevan a cabo un comportamiento en sociedad netamente racional. No obstante, y como nos lo explica Camila Suárez, quien hace parte de nuestro equipo de investigadores, resulta desacertado abordar los estudios sociales sin considerar las emociones como un factor clave.