10 de septiembre de 2020 | REVISTA UNIVERSIDAD EAFIT - AGROTECH: TRANSFORMACIÓN, MERCADO Y PRODUCCIÓN
Tres horas de camino por carretera destapada, un terreno
fangoso por una lluvia que no quería parar y su destino final aún
lejos, le hicieron comprender al profesor Carlos Arturo Rodríguez las
dificultades por las que pasaban las comunidades que cultivaban y
producían el látex de caucho natural en la región del Bajo Cauca de
Antioquia.
Eran dificultades para desplazarse, sacar el producido de la
selva y comercializarlo para obtener un sustento que, para completar el
oscuro panorama, estaba golpeado por los bajos precios. Transcurrían los
primeros años de la década de 2010, eran los viajes iniciales que
Rodríguez y sus compañeros de EAFIT hacían a la zona como parte de sus
labores investigativas dentro de un proyecto que iniciaban con el látex
natural como protagonista, para analizar cómo se podían mejorar las
condiciones de cultivo y extracción de este material del Heveas
brasiliensis o árbol de caucho.
La idea era aprovechar la riqueza que
tenían la región en los cultivos de esta especie que es sembrada allí
desde 1998. En la actualidad posee unas 4352 hectáreas cultivadas.
Además, se quería aprovechar el conocimiento y la experiencia de las
comunidades que trabajan en esta actividad, cerca de 1430 familias que
hacen parte de 16 asociaciones de productores.
María Beatriz García
Palomo, representante legal de Heveancor (Asociación de Hevicultores de
Antioquia y Córdoba), va para 15 años de laborar en el sector.
Recuerda que cuando ingresó a él solo sabía que tenía que rallar el
árbol y ya. No tenía idea de qué debía hacer luego con él, ni con la
sustancia que había extraído. Tampoco sabía si lo estaba haciendo bien o
mal, si era mejor rallar el tronco muy seguido o si lo que sacaba era
mucho o poco.
La producción media de látex es de 250 a 500 gramos de sangría por cada árbol. El 90 % del caucho en el mundo lo producen pequeños productores, personas que poseen entre 2 y 5 hectáreas
Foto: Cortesía
Un equipo multidisciplinario
Para atender estas necesidades y obtener mayor provecho de la riqueza natural de la zona, en 2013 comenzó labores un proyecto del látex de caucho natural en el Bajo Cauca antioqueño financiado por el Sistema General de Regalías y asignado por la Gobernación de Antioquia a las universidades EAFIT, de Antioquia y Nacional, a Corpoica (hoy Agrosavia), al SENA y a dos asociaciones campesinas de productores: Ascultivo, en el municipio de Tarazá, y Ascabia, en el corregimiento Bijagual del municipio de Nechí.
Si bien en Antioquia las regiones con mayores cultivos son Bajo Cauca, Magdalena Medio y Urabá, se eligió la primera para establecer allí el piloto por la mayor experiencia que tenían los productores, la trayectoria de sus asociaciones y el nivel de relación de la gente. Además, porque fue donde se centró el plan de sustitución de cultivos ilícitos que impulsó el Gobierno a principios de siglo para fomentar otras actividades productivas legales", dice el profesor Rodríguez, quien está adscrito al Departamento de Ingeniería de Producción de EAFIT y dirige el grupo de investigación en Ingeniería, Energía, Exergía y Sostenibilidad.
En esa primera etapa se desarrollaron cinco proyectos:
1. Estudio de campos clonales: analizó las distintas variedades del caucho natural para observar sus características respecto a resistencia a enfermedades, productividad y asentamiento de sus variedades en esos terrenos. El trabajo estuvo a cargo de Corpoica (Agrosavia).
Para ello, se sembraron 8 variedades diferentes de las 4 que se cultibaban en ese territorio y así analizar su respuesta a condiciones de temperatura, humedad, lluvia y radiación solar. Esta información es útil para establecer si las variedades que se utilizaban eran las ideales o si habría otras que podrían entregar mejores resultados en cuanto a producción y calidad.
“El árbol de caucho se demora 7 años en tener producción del látex –luego puede ser explotado por otros 25–, así que esos campos están muy cerca de llegar a ese punto para evaluar sus condiciones de producción”, señala Rodríguez. Sin embargo, el proyecto terminó con la implementación de los campos clonales y está a la espera de una nueva financiación.
2. Análisis del suelo y de las hojas de los árboles para determinar las condiciones de los nutrientes de la tierra: lo desarrolló la Universidad Nacional con visitas a 16 fincas en las que se recogieron muestras del tejido foliar para medir los requerimientos nutritivos de la planta.
3. Caracterización detallada del material y de sus condiciones: proyecto liderado por EAFIT a través del Grupo de Investigación en Ingeniería de Diseño (Grid), con participación de investigadores de la Univesidad de Antioquia y el SENA.
Una de sus labores consistió en conocer cómo cambia el látex de caucho natural en la medida en que el árbol va atravesando las diferentes etapas fenológicas (la relación con los factores climáticos). Asimismo, ofreció recomendaciones sobre el uso del material en procesos industriales con respecto a normas internacionales, para verificar si cumplían con los estándares requeridos.
4. Análisis de la estandarización de los procesos para el beneficio del látex: uno de sus hallazgos más importantes fue encontrar que cada finca o productor hacía el proceso a su manera y que no había uniformidad en el mismo, lo cual se reflejaba luego en la calidad del producto.
5. Implementación de nuevos procesos y productos: de esta tarea surgió un estabilizante que, al ser aplicado en el látex, aumentaba su vida útil. Este reemplazó a otro estabilizante que se reducía en amoniaco, un elemento común en la zona pero perjudicial en términos medioambientales y para la salud de los trabajadores; por ende, fue eliminado del proceso. Del mismo modo, permitió el desarrollo de laminadoras para sacar placas de caucho que daban un mejor material, señala el profesor Rodríguez.