El proyecto inició en junio de 2013 y duró siete meses. Durante este periodo, los ingenieros de diseño eafitenses y fundadores de Utópica, Lina Marcela Cataño Bedoya y Andrés Walker, y un equipo de trabajo de la Institución se trasladaron a Sempegua para identificar en qué lugar y qué tipo de construcción se haría.
Lina Cataño, directora de I+D+i de Utópica, manifiesta que uno de los problemas que encontraron es que “en la temporada invernal el Centro Educativo Nuestra Señora del Carmen, del corregimiento de Sempegua, donde estudian 200 niños de primaria, se veía obligado a suspender las clases y en ocasiones a trasladar su sede a un espacio improvisado”.
Esto los motivó a crear tres plataformas flotantes sobre las cuales se ensamblaron dos aulas de clase para 60 niños y un salón multipropósito que compraron a una empresa especializada en construcción de casas prefabricadas.
Esta solución innovadora cuenta con un sistema de anclaje llamado postes, que permite el desplazamiento vertical y evita el traslado horizontal de las plataformas mientras flotan. Justo debajo de los postes se construyó la cimentación de la plataforma, una estructura en concreto para garantizar que, cuando el nivel del agua disminuya, la plataforma regrese a su punto de partida y quede horizontal y estable.
Como las inundaciones llevan sedimentación y deposición de escombros, la cimentación de apoyo cuenta con su propio sistema de drenaje con carriles por donde el agua circula y la corriente los limpia. Sin embargo, “periódicamente se debe realizar la inspección de cómo se encuentra la plataforma de cimentación y para eso los habitantes fueron capacitados”, asegura el ingeniero Juan Diego.
En la actualidad, las nuevas aulas del Centro Educativo Nuestra Señora del Carmen reposan sobre una plataforma flotante de 70 centímetros de alto y están conectadas por un puente palafítico, es decir, está apoyado sobre estacas de madera reciclada de 2,15 metros de alto, por 65 metros de largo, que se ajusta a la altura de las aulas en las temporadas de verano e invierno.
La piragua flotó
El proyecto terminó su construcción en diciembre de 2013, las clases se reanudaron en febrero de 2014 y, oficialmente, los dos salones y el aula multipropósito del Centro Educativo se inauguraron en mayo del mismo año. La primera inundación ocurrió el 27 de diciembre de 2016, aproximadamente dos años y medio después, con un nivel que alcanzó 1,10 metros de altura.
Los habitantes de Sempegua celebraron, puesto que la Plataforma flotante con sistema de anclaje y sustentación asociados cumplió su propósito y en esta ocasión los libros y los pupitres de los estudiantes estaban a salvo, puntualiza el ingeniero Walker Uribe.
El proyecto contó con el apoyo de Colciencias, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UGNRD) y la Unión Europea.
Por esta plataforma flotante, que propone una solución a una problemática con la que conviven las comunidades en el Caribe, la Superintendencia de Industria y Comercio le concedió la patente de invención a la Universidad EAFIT. “La innovación está en la manera como se construyó la plataforma, fue un uso ingenioso de la forma como se dispusieron los elementos que ya conocemos y que tenemos para resolver una necesidad”, asegura el docente Juan Diego.
Progreso social
Sempegua es un corregimiento con cerca de 1.400 habitantes. En sus fiestas no falta el tambor, instrumento típico del folclor caribeño, y sus tradiciones y costumbres han pasado de generación en generación.
La pesca es su principal actividad económica y, para buscar su sustento, los pescadores se adentran en la ciénaga, comenta la ingeniera Lina Cataño. Durante los siete meses que estuvieron los investigadores trabajando en esta región, para la comunidad se convirtieron en unos “chimilas más”, pues los sempegüeros son descendientes de los indígenas chimilas.
Como las instalaciones anteriores continúan habilitadas para los 140 estudiantes restantes, cada año realizan una rifa para definir cuáles grados estudiarán en las aulas flotantes durante el siguiente año escolar. En la actualidad están los niños de tercer y cuarto grado de primaria, cuenta Nereida Palomino Serpa, profesora del Centro Educativo Nuestra Señora del Carmen de Sempegua.
Esta tecnología va en coherencia con la filosofía de la Universidad EAFIT, al contribuir con el progreso social del país, puesto que el proyecto dignifica a la comunidad y, en especial, a los niños que asisten a la escuela. Se trata de un espacio en el que van a aprender, socializar, desarrollar habilidades cognitivas y competencias esenciales para su existencia. Es así como La piragua que inmortalizó el maestro José Barros flotó y cambió la vida de los pobladores de Sempegua.
Investigadores
Juan Diego Jaramillo Fernández
Ingeniero civil, Universidad de Medellín; magíster en Ingeniería (Estructuras) y PhD en Ingeniería (Estructuras), Universidad Nacional Autónoma de México. Docente del Departamento de Ingeniería Civil e integrante del grupo de investigación Mecánica Aplicada de la Universidad EAFIT.
Lina Marcela Cataño Bedoya
Ingeniera de diseño de producto, Universidad EAFIT. Directora de I+D+i de la spin off Utópica.
Andrés Walker Uribe
Ingeniero de Diseño, Universidad EAFIT. Director de diseño de la spin off Utópica.