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El Eafitense / Edición 120 Skip Navigation Linksurbanismo-y-construccion-de-confianza Opinión: Urbanismo y construcción de confianza: propiciando encuentros improbables

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  Opinión
Urbanismo y construcción de confianza:
propiciando encuentros improbables

Nuestro esfuerzo, no solo desde el urbanismo,
 debe ser el de propiciar más y mejores conversaciones entre personas
​ y organizaciones con historias, trayectorias y proyectos diferentes.

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El AKA
Santiago Londoño Uribe
Egresados de la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales de EAFIT
Autores de la tesis Tejer el territorio, laureada por la Universidad


C

Con frecuencia olvidamos que nuestras ciudades, más que aglomeraciones humanas o concentraciones de ladrillos y materiales, son complejos inventos culturales atravesados por la palabra, y por los valores y los principios (o por su ausencia) que nos definen. Los seres humanos, tal como lo ha dicho desde hace más de cincuenta años Edgar Morin y como lo resalta últimamente Yuval Noah Harari, somos los animales con mayor capacidad de modificar radicalmente nuestro entorno. Esa capacidad ha logrado obras magníficas en las que se mezclan el ingenio, la inspiración y la posibilidad de reunir en espacios compartidos millones de historias en forma de proyectos culturales, religiosos y estéticos fascinantes, pero hoy, también hay que decirlo, nos tiene al borde de la catástrofe

El pluralismo de las comunidades actuales, así como el sentido de urgencia para la acción colectiva, fueron evidentes desde la primera reunión de nuestra promoción de la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales de Urbam de EAFIT. La mezcla de saberes —a​rquitectos, administradores, sociólogos, abogados, historiadores, ambientalistas, líderes sociales, políticos, comunicadores y un largo etcétera— de experiencias e intereses de los estudiantes y de los docentes dan cuenta de un amplio inventario de temas, proyectos y preocupaciones que se trasladan a las discusiones de clase, a los trabajos e investigaciones académicas, a las visitas de campo y a las charlas de café en los descansos.

Fue precisamente en esas charlas de descanso en las que AKA, un rapero agricultor de la Comuna 13 (Medellín); y Santiago Londoño Uribe, abogado, exconcejal de Medellín y exsecretario de Gobierno de Antioquia, empezamos a conversar sobre el medio ambiente, la ciudad, el poder, el arte y los retos enfrentados. Nos separaban algunos años, la experiencia profesional y posturas frente a proyectos e iniciativas en el territorio, pero nos unía una sincera apertura por la vida y la experiencia del otro y una preocupación sobre el estado de los procesos de construcción colectiva, la pérdida de confianza en las instancias públicas y privadas, y la difícil condición de muchas comunidades.

El AKA, con una historia de vida orientada a liderar procesos de base en la Comuna 13 como Agroarte y de largas conversaciones sobre el liderazgo social y los procesos territoriales con Juan Luis Mejía, exrector de EAFIT; y Alejandro Echeverri, director de Urbam, ingresó a las aulas, a las lecturas académicas y a las preguntas estructurales de la maestría con el apoyo de las becas solidarias de la Universidad, las que buscan consolidar y elevar el impacto de mujeres y hombres líderes en sus territorios.

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AKA (izquierda) y Santiago Londoño en la Comuna 13

 

“Sin conversaciones, las ciudades se convierten en territorios fracturados y sus habitantes en seres distantes, d​​esconfiados o simplemente enfrentados”.​

 

Para Santiago Londoño el reto era replantear sus propias preguntas y superar el filtro (¿sesgo?) institucional que lo había acompañado en sus cargos y responsabilidades políticas recientes. Pero, desde sus experiencias distantes y diversas, tenían una pregunta compartida: ¿cómo entender y transformar territorios tremendamente complejos en un ambiente generalizado de polarización y pérdida de confianza?

La apertura, el respeto, la humildad y la certeza de que en la experiencia del otro había herramientas y conocimientos necesarios para ampliar la mirada propia y para entender mejor los procesos urbanos y ambientales, permitió que las conversaciones iniciales dieran paso a la decisión de emprender la tesis de investigación conjuntamente. Una unión improbable que se concretó en la academia, en el texto Tejer el territorio, algunas de cuyas conclusiones y recomendaciones, hoy, para nuestra alegría, se convirtieron en un proyecto promovido por la Fundación Proantioquia y EAFIT llamado Tejeduría Territorial, que actualmente adelanta conversaciones entre empresarios, líderes territoriales, organizaciones sociales y academia en las comunas 8 y 13 de Medellín.

La Comuna 13, espacio vital del AKA y lugar fundamental para entender la historia de Medellín, fue el territorio elegido. En sus barrios y en la interacción de varios actores quisimos comprender las relaciones y los procesos de gobernanza desde 1990 hasta 2019. ¿Cómo salimos de la crisis del narcotráfico de finales de los 80 y principios de los 90?, ¿qué papel jugaron los procesos de planeación y participación local en los cambios vividos por la comuna?, ¿cómo afectó el conflicto armado y la violencia sistemática a los procesos de participación y planeación en el territorio?, ¿en dónde están los grandes bienes públicos de infraestructura del territorio y por qué y cómo llegaron allí?

Encontramos en Elinor Ostrom, Premio Nobel de Economía en 2009, la fundamentación teórica para emprender el camino de la investigación. La insistencia de la académica estadounidense en las capacidades de colaboración y construcción colectiva de las comunidades, con el artículo Más allá de los mercados y los Estados (publicado en la Revista Mexicana de Sociología) nos permitió entender cómo la comunicación asertiva, el reconocimiento mutuo y la construcción de confianza, acciones que acompañaban nuestro proceso personal y de amistad, permiten que diferentes actores sociales logren acuerdos exitosos para la administración de bienes comunes. Con Ostrom se reivindicaron los poderes y las capacidades de las comunidades y la necesidad de encontrarse para construir de manera conjunta.

A partir de múltiples entrevistas y de una extensa revisión bibliográfica, encontramos que los procesos de planeación del territorio de los años 90, liderados por la sociedad civil y agenciados por la ciudadanía, habían identificado los retos principales y propuesto las soluciones que años más tarde fueron fundamentales para las intervenciones del urbanismo social del Proyecto Urbano Integral (PUI).

Identificamos que la política pública de planeación local y presupuesto participativo había logrado impulsar los procesos de participación ciudadana en la comuna, oxigenado y renovado los liderazgos locales y fortalecido la legitimidad de la administración municipal, fuertemente cuestionada después de las operaciones militares de 2002.

La investigación, no obstante, también nos dejó ver cómo la concentración de funciones en cabeza del Estado, así como los cambios en las reglas de juego de la participación ciudadana habían desgastado las conversaciones y alejado a algunos actores, lo que fracturó y fragmentó los territorios. Dos hechos posteriores a la fecha de análisis han magnificado y profundizado los hallazgos de la tesis. Por un lado, la pandemia, las cuarentenas y sus complejos efectos sobre las comunidades y los territorios. En segundo lugar, el estallido social de principios de 2021 con las tensiones, la violencia y la polarización resultante.

Vivimos en sociedades complejas, expuestas a grandes presiones con profundas grietas de desigualdad que reclaman diálogos y conversaciones sostenidas. Las instituciones democráticas enfrentan cuestionamientos y bajos niveles de confiabilidad. Sin conversaciones, las ciudades se convierten en territorios fracturados y sus habitantes en seres distantes, desconfiados o simplemente enfrentados.

Nuestro esfuerzo, no solo desde el urbanismo, debe ser el de propiciar más y mejores conversaciones entre personas y organizaciones con historias, trayectorias y proyectos diferentes. Conversaciones que partan del ser, del reconocimiento mutuo y que le apunten en un primer momento a la construcción de confianza. Conversaciones que no eviten los debates o las preguntas incómodas, pero que se hagan desde el respeto y la certeza de que ningún proceso estable, duradero y transformador es posible sino desde la diferencia y el pluralismo. Nos hacen falta muchos más encuentros improbables.



Opinión: Urbanismo y construcción de confianza: propiciando encuentros improbables