LinkedIn acaba de cumplir 20 años de existencia y, aunque quizás muchos titubeen a la hora de pronunciar ese nombre, es seguro que es la red social más idónea para que un profesional se conecte con el entorno laboral. No es únicamente para buscar empleo, también para encontrarse con viejos colegas o descubrir nuevos, actualizarse con las tendencias del campo de acción y, en casos específicos, vender servicios. Por eso, si no tiene cuenta o no accede a ella desde que se registró, estos consejos le pueden ser útiles para activarse.
Así deben ser las fotos
Para comenzar, algo tan básico como tan importante: las fotos (son dos). Una es la típica de perfil, el rostro, como las que conocemos en otras redes sociales. Para este caso la recomendación es que sea un retrato que deje ver claramente la cara. En el fondo es optativo que se perciba un escenario laboral, como la oficina.
La otra imagen es una especie de banner. Jole Restrepo, doctor en Diseño y Creación con énfasis en comunicación y multimedia, cree que para este caso una de las dos buenas opciones es dejar una frase que se relacione con el campo de desempeño, con un buen diseño, claro.
La otra es la que recomienda Daniel Higuita Olaya, coordinador de la línea de Mercadeo Digital del de Área de Marketing e Innovación de EAFIT, quien considera que también tienen buen efecto las fotos que muestran a las personas trabajando como, por ejemplo, dirigiendo talleres, ofreciendo conferencias, en interacción con equipos, etc.
La descripción no es la de la hoja de vida
En cuanto a la descripción es necesario tener presente que una cosa es lo que aparece debajo del nombre del usuario, que suele ser el cargo más reciente que se ocupa en una organización o rol como contratista, y otra es el “Acerca de”. Ahí, dice Jole, no es recomendable copiar tal cual el párrafo de una hoja de vida tradicional. Es más efectivo una descripción con un tono que se dirija hacia la inspiración o al propósito que se tiene como profesional.
La descripción de él, por ejemplo, empieza así: “Mi propósito es fomentar la adquisición de mentalidades, capacidades, actitudes y aptitudes necesarias para abrazar un presente mágico y un futuro lleno de retos y oportunidades, especialmente en el contexto acelerado de las tecnologías 4.0.”.
Gestión de la red
No hay fórmulas mágicas sobre cuándo y cuánto contenido publicar en LinkedIn, pero sí o sí para que el perfil cumpla el propósito es necesario hacer publicaciones. La recomendación de Jole para no dejar pasar mucho tiempo sin actividad es establecer rutinas. Para su cuenta, en la que es muy activo porque además es fundador de empresas que ofrecen servicios para esa misma red, él suele ingresar tres veces al día.
La primera es en la mañana, cuando lee publicaciones de medios que le interesan o que visualiza por recomendación de personas a las que sigue. Elige algún contenido y lo comparte, pero siempre con algún comentario suyo que aporte y demuestre que en esa selección hubo un ejercicio de curaduría. Al mediodía puede que ingrese nuevamente, durante unos 10 o 15 minutos, principalmente para responder mensajes. Al final de la tarde se conecta otra vez para actualizarse con las publicaciones de sus contactos.
Los lunes, sugiere Daniel, se debería empezar evaluando cómo le fue al contenido que se publicó la semana anterior, así como analizar cuáles temas de conversación están abiertos o pueden abrirse en los próximos días en los que se pueda participar.
Qué contenido publicar
“Si me muevo en un sector en el que me interesa entrar en conversación se vale compartir información de otros profesionales, algo que me llame la atención, una reflexión interesante, eventos o algún avance tecnológico, social o legal sobre ese sector. Ese tipo de contenido hace que mi perfil se empiece a configurar en una temática específica”, explica el profesor de EAFIT sobre el contenido curado.
Además de aclarar que en esta red hay que tener especial cuidado con no compartir por compartir, y que en realidad haya una curaduría, Daniel menciona que otro contenido es el propio, el que uno genera. Ahí se incluye la opinión y es muy eficiente compartir logros, eventos y situaciones específicas de la vida laboral como la participación en alguna conferencia, eso acompañado de una reflexión y etiquetar a personas u organizaciones.
Crecimiento de la comunidad
Los expertos coinciden en que entre más publicaciones se hagan es mayor la posibilidad de ampliar la red de contactos. Justamente sobre cómo ampliar esa red, una de las prácticas de Jole tiene origen por fuera de la virtualidad. Se conecta con muchas personas que conoce en eventos físicos (conferencias, talleres o reuniones), a quienes luego busca en LinkedIn.
La otra opción, que ofrece la propia plataforma, es ir buscando a esas personas que se conocen previamente para agregar y, una vez cubierta esa primera línea, ir ampliando el contacto con otros usuarios que estén en esferas más alejadas de cercanía, pero con quiénes se comparten intereses temáticos.
Esto en cuanto a las empresas
Los contactos que va conectando Jole en la presencialidad algunas veces se convierten en contratos para sus empresas. Pero ojo, LinkedIn no es para vender de todo. A él le funciona por algo que explica Daniel. En esta comunidad los servicios o productos que se ofrecen no son del tipo persona a persona como suele ser común en Instagram o TikTok, en las que tiene cabida lo que ofrece un angelólogo, médico o entrenador personal. En LinkedIn lo que tiene espacio es ofrecer servicios que van dirigidos a empresas. Algunos ejemplos son los que tienen que ver con reputación, mercadeo o manejo de datos.
Un asunto que deben tener presente tanto empleados como empleadores es que la gestión que haga alguien de su perfil redunda en beneficio de la empresa a la que está vinculado. Aporta a la reputación y posicionamiento digital de la compañía porque, tal como explican Jole Hernández y Daniel Higuita, entre más empleados enlacen en el perfil el sitio web de la empresa y hablan sobre ella en redes sociales eso favorece a la marca, con la utilidad que eso tiene.
Bonus track
Es el que comparte Jole Hernández para mejorar la presencia en LinkedIn. Se apoya en la inteligencia artificial y consiste en ir al botón “más” de la página principal del perfil y en el menú que se despliega se elige la opción “Guardar en PDF”. Después se abre la página resumeworded.com, que ayuda a mejorar hojas de vida y perfiles específicamente en esta red social, y se carga el documento PDF. La herramienta hace, automáticamente, una valoración y entrega recomendaciones para la mejora.