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​ 

Expres​ARTE

​​Pa​​labras que calman

I CONCURSO DE MICROCUENTO

 

 

Ganadores del primer concurso​ Expresarte

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Araña de Komac​

Juan David Zapata Guerra
Mi vida se desenlaza en nudos.

Siempre igual, desenmarañarme las formas un jueves al despertar, mezclarme entre los carros, hacerme uno entre un enredijo de desórdenes, y acabar donde empecé, pensándote a vos, y a estos enredos en los que andamos.​

Y esto no es mío, toda esta ciudad se resuelve enredada, en las calles del centro no hay cristal que separe de una puñalada, de olfatear un tiro, de un atraco, del paisa enredador, de una vorágine que asusta al sur, y todo ese caos, al final del día, genera el calor que nos mantiene humanos. El centro es un desorden donde tanto las ideas de Arango y de González, como los enfrentamientos a muerte en la esquina del palo con la playa, tienden a un final común a todas las otras tramas de esta ciudad, a un nudo ciego. Hoy, como si hubieran lazos que unen mis casualidades, parpadeé y me encontré, irónicamente, desenredándote el cabello. Ahí no fui tan amante del caos, sinceramente, deseé estar en otra parte, y poder mantener todo tal cual estaba, hasta que tu voz me trajo al presente, y creyéndote una araña de Komac, dijiste: "¿Y vos y yo, qué somos?”



A pesar del silencio​​

Luz María Garcés Flórez

Llega temprano a visitarla. Quiere aprovechar cada minuto a su lado porque sabe que cada vez son menos los días que podrán compartir. La encuentra en la habitación. La saluda con un beso en la mejilla y la abraza con suavidad para no asustarla. Ella sigue en silencio, mirando el suelo, sin dar señales de alegría, sin emoción. Su mundo está vacío de recuerdos. La lleva en la silla de ruedas al jardín y se sienta a su lado. Le lee un rato, le pone su música favorita, le cuenta de su vida, le hace preguntas esperando respuestas que nunca llegan porque ella sigue en silencio. Se cansa del monólogo y le toma la mano. El silencio invade todo. La acaricia y mira sus arrugas, su piel manchada, sus ojos azules e inexpresivos. Pasan las horas y allí se quedan: juntos, cada uno en su mundo. Se acaba el tiempo de visita. Le da otro beso en la mejilla y encuentra su mirada. Tratando de evitar que salgan las lágrimas que ahogan su corazón, cierra los ojos tratando de esconder su dolor y al abrirlos nuevamente escucha que ella le dice "no llores que aquí está mamá".



Pedacitos​​

Manuela Ramírez Hincapié

Es el mejor en chucha escondidijo. Encuentra los lugares más altos y oscuros, donde a nadie se le ocurre ver. Una vez se subió al techo y desapareció toda la tarde. Después lo vimos sentado, tomándose un vasado de jugo. Tuve que insistirle mucho para que me dijera su escondite. 

Esta vez no recuerdo cuándo empezamos a jugar. Ya lo busqué en el solar, debajo de las camas, en la nevera, en el closet, en la lavadora y nada. Me quedo quietecita, por si lo escucho caminar en el techo. Mis papás hablan duro, cómo los convencería de que se unieran a nosotros. Se dicen cosas feas: seguro así juegan los adultos. Cuando me despierto, me fijo en si su cama está tendida.

De pronto quería romper su récord. Creo que un pedacito de él está en mi garganta y en la de mis papás, a ellos los hace pelear y a mí llorar bajito antes de quedarme dormida. Voy a convertirme en globo y volar muy alto muy alto. Si no lo encuentro, me voy a desinflar hasta que salga el pedacito de él que tengo adentro. Lo dejaré en su cama para que mis papás lo vean.



Razones para dejarte

Francesca Ramírez Rossi​

Cada día que pasa me convences de que no hay futuro juntos.

Hoy…

En el restaurante.

En el carro.

En casa.

En la cama.

El sentimiento de sentirme como, como expuesta en un estante del que nunca levantan las cosas para limpiar el polvo. 

Y el polvo se acumula detrás mío, empieza a consumirme desde atrás, ingresa a mi cuerpo y me pudre a paso lento. 

En el restaurante.

Cuando las palabras:

“Si quieres que preste atención háblame de algo interesante”,  

casi se escapan de tu boca.

Tu desinterés evidente.

Tus putas quejas por si yo no muestro interés en temas que me valen una verga.

Pero cuando se trata de mi,

de compartir mi alma,

mis pensamientos, 

lo que pienso, temo y creo,

el silencio crece, 

la incomodidad se asienta en las esquinas,

me muestras a cara lavada:

Tu desinterés 

Tu apatía.

Y siento cómo me traga la tierra, una tormenta negra encima, que me llena los ojos de agua, entrelaza sus raíces en lo profundo de mi garganta y me impide hablar, emitir hasta el más mínimo sonido, paralizada, no alcanzo a decirte, las razones para dejarte.



Ruptura

Valentina Galindo Cabrera

Un abrazo, un beso. Cruzo el paso peatonal del semáforo y él sigue hacia la estación del metro. Él gira y me mira, yo también lo veo. Esto se repite unas veces más. Siempre los dos con una sonrisa de por medio. Él continúa su camino y yo el mío. Es la última vez que estoy con él. Con la promesa de vernos el fin de semana siguiente, quedo tranquila.

Días después todo se acaba, parece una decisión premeditada. No entiendo, todo es confuso, me dan ganas de vomitar. Parece que fuera una persona totalmente distinta, alguien que no conozco. 

Todo duele, todo se siente pesado. El mundo sigue, aunque para mí se ha detenido. Hay cosas por hacer, no me pueden esperar. 

Sonrío, lloro, recuerdo, pienso. Me despierto con un dolor incomparable, con las ilusiones en las manos. Los días transcurren en dos tiempos, uno eterno cargado de sentimiento y uno efímero en el que nada me pertenece. ​

Acepto el final, acepto que lo que no era para mí es justo lo que necesitaba. Entiendo que este dolor pasará y que todo volverá a estar bien. En este caso, morir implica volver a nacer.

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Características del concurso

​Teniendo como premisa fundamental que la palabra, y en este caso la palabra escrita, funciona como puente entre las experiencias subjetivas y su eco en el otro, convocamos a la I Edición del concurso bajo el slogan ExpresARTE: Palabras que calman.

Invitamos a aquellos que escriben para ordenar su caos, su sin razón; a quienes buscan palabras que traduzcan un sentir frente a las emociones que se vuelve nudo en la garganta; y que escriben para intentar saber, para calmarse y elaborar alguna idea, un sentido pacificador o el relato de una posible solución.  ​

Reconocimiento:

  • Primer puesto: Bono librería: $200.000 y chaqueta.
  • Segundo puesto: Bono Librería: $150.000 y un mug.
  • Tercer puesto: Bono Librería: $100.000 y libreta.
  • Publicación de folleto/fanzine con los mejores microrrelatos

Las bases del concurso son las siguientes:

  1. Tema: experiencias y emociones que se convierten en un nudo en la garganta
  2. Público: estudiantes de pregrado, posgrado, profesores y empleados de la Universidad EAFIT
  3. Características del texto
    • Original y escrito por el autor
    • ​En español
    • Inédito en todos los medios (en papel, blogs, publicaciones electrónicas, en red…),
    • Que no haya sido premiado en cualquier otro concurso
    • Debe contener entre 150 y 200 palabras
  4. Se recibe un texto por autor
  5. Plazo de recepción hasta las 24h del día 31 de marzo del 2024​
  6. Ingresa el microcuento aquí ​
  7. Divulgación y premiación de microrrelatos ganadores: 23 de abril.
 




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