El pasado sábado 4 de mayo EAFIT llegó a su aniversario número 59, y su comunidad de más de 50.300 egresados tiene muchos motivos para sentirse orgullosa de una Universidad que, en casi 60 años de vida institucional, no se conforma con los logros obtenidos, sino que está siempre en constante renovación y crecimiento.
“EAFIT es un caso muy interesante. Uno de los logros de la Universidad es que ha sabido adaptarse a los cambios y las necesidades de la sociedad y de los tiempos. Eso lo demuestra su evolución: nacimos siendo una escuela con un área del conocimiento (administración y finanzas), pero luego se ha ido transformando en una universidad, en una que transmitía conocimiento, luego en una que lo generaba, después en una que no queda contenta en generar conocimientos, también en impactar a la sociedad”, expresa Juan Luis Mejía Arango, rector de la Institución.
El directivo menciona que, durante los últimos seis años, con el
Plan Estratégico de Desarrollo 2012-2018, la Universidad se trazó una ruta clara que propendía por el mantenimiento de la excelencia académica, la consolidación de la universidad de docencia con investigación, y el mejoramiento de la proyección nacional e internacional como los tres grandes ejes medulares y, durante dicha apuesta, se lograron avances significativos en estos frentes.
La llegada de nuevos campos del saber como Biología, Mercadeo, Psicología, Finanzas, Literatura o Ingeniería Agronómica; los casi 200 docentes con título de doctorado y más del 60 por ciento de los grupos de investigación en las categorías A1 y A de Colciencias; o la creación de un Centro de Integridad para reforzar el compromiso de formar excelentes profesionales y ciudadanos, y la de un Centro de Filantropía para fortalecer el vínculo con los egresados y generar mayor inclusión y más oportunidades de formación para bachilleres con las mejores capacidades son prueba de los buenos indicadores cosechados hasta el momento.
Eso sin contar la presencia en los principales ránquines y mediciones de educación superior en el mundo, el paso de 100 a casi 300 convenios de movilidad académica, y el fortalecimiento de las relaciones internacionales que ayudaron a consolidar a EAFIT en el mapa de la educación superior. En 2018, además, se obtuvo por tercera vez la Acreditación Institucional de Alta Calidad por parte del Ministerio de Educación Nacional, un logro que ratificó a la Institución como un testimonio de confianza ante la sociedad y el mundo entero.
Con estos buenos resultados la Universidad culminó un capítulo institucional e inició un nuevo ciclo con el
Itinerario EAFIT 2030, que entró en vigencia este año y que pone a la Institución en sintonía con las principales metas colectivas de la humanidad y, de manera especial, con aquellas consignadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (especialmente con los numerales 4, 8, 9, 10 y 17).
Fiel a su ADN y en constante renovación. Así es EAFIT, la universidad que nació en Medellín en la segunda mitad del siglo XX y que hoy, 59 años después, sigue cumpliendo y asumiendo nuevos retos.
El reto de responder a la cuarta revolución industrial
Mientras en 1960 la idea era entregar a los directivos de las empresas las habilidades para administrar las compañías locales, en 2019 se ha planteado entregar a la población las competencias que se requieren para ajustarse a las industrias 4.0, y especialmente a los temas de big data, internet de las cosas, robótica, inteligencia artificial, programación de software, entre otras herramientas que están transformando las dinámicas profesionales y laborales.
Hoy las relaciones de la Universidad se mantienen con el sector productivo, son fuertes, pero se han extendido a otros públicos. Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de Formación Integral, está convencido de que EAFIT además de conservar en su ADN el espíritu fundacional, lo ha venido poniendo al orden del día “ante las exigencias y las demandas no solamente del sector productivo, sino del sector social, del Estado mismo, de las organizaciones sin ánimo de lucro y de muchos otros públicos que le demandan su colaboración y su compromiso en la formación del talento humano”.
En ese objetivo de adecuarse y adelantarse a las necesidades de la sociedad, el rector Juan Luis también se refiere a la adaptación desde los programas de pregrado y posgrados, la educación para toda la vida, la investigación y la formación docente.
“Así nos encuentra este aniversario. Pensando en nuevas formas de comunicarnos, de producir, una nueva forma de transferir conocimiento. Por eso el itinerario de EAFIT tiene como uno de sus ejes centrales ese tema. Y lo estamos haciendo en todas las áreas: transformando nuestro currículo, transformándonos digitalmente para comunicarnos con nuestros diferentes grupos de interés —incluidos nuestros egresados—, y en sintonía con los objetivos de la humanidad que le apuntan a la sostenibilidad”, explica el directivo.
Y en esas competencias del presente, una de las promesas de EAFIT es formar sin olvidar al humano. Así lo aclara el Rector al decir que “la gran transformación se da en la mente humana. De nada nos sirve la tecnología si no sabemos hacer un uso adecuado de esta. Nosotros no nos dirigimos a la tecnología, sino a cómo usarla, y por eso tenemos una apuesta muy fuerte en temas de responsabilidad ética e integridad. El ser humano como centro de EAFIT será un principio inamovible”.