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Agencia de Noticias / Agosto 2010 Proyección / ¿Quién dijo limitaciones? Y que lo expliquen en inglés

Noticias Agosto
4 de agosto de 2010

¿Quién dijo limitaciones? Y que lo expliquen en inglés




Los ex soldados profesionales que cursan en EAFIT sus primeros niveles de inglés. Muchos de ellos terminaron su bachillerato, otros se encuentran en la actualidad en ese proceso.

• La Universidad otorgó cinco becas a igual número de ex soldados profesionales que sufrieron accidentes graves en medio del conflicto armado.
• En el Centro de Idiomas se preparan, desde hace unos días, en el primero de los 17 niveles de esta lengua. Todos quieren ser bilingües.

A Henry lo que más le gusta de estudiar inglés es que las palabras, sea en el idioma en el que se hablen, suenan mejor que los tiros de fusil que tanto se acostumbró a escuchar en el monte, donde por espacio de seis años sirvió al Ejército Nacional.

Jhans, uno de sus compañero, está convencido de que puede llegar a aprender, no solo ésta, sino tres, cuatro y hasta seis lenguas, de hecho, queriendo llegar más allá, anda muy juicioso estudiando porque dentro de muy poco va a presentarse a la carrera de Medicina.

Ambas consideraciones parten de dos personajes a quienes el conflicto se les atravesó en el camino, hombres que pese a que una mina antipersonal o un tiroteo los puso contra las cuerdas, supieron levantarse y hacerle frente a una realidad de esas que no da opción de nada, solo de asumirla.

Pero no solo son Henry y Jhans, también hacen parte de esta lista Fredy, Orlando y Edwin, cinco ex soldados profesionales que están, en la actualidad, cursando el primero de 17 niveles de inglés en el Centro de Idiomas de la Universidad EAFIT, que les entregó a cada uno de a beca para que mediante este idioma tengan la opción de seguir avanzando en su proyecto de vida.

“Estamos muy encarretados aprendiendo, a veces se me hace muy duro oír porque no escucho por un oído, pero acá estoy y lo mejor de todo es que, cuando no cojo de inmediato lo que la profesora pronuncia, le digo ‘repeat please’, a lo que ella sonríe y ahí mismo empieza otra vez”, comenta uno de los más jóvenes del grupo.

Y claro, aprender no es fácil, y menos si se trata de una segunda lengua, pero cada vez que se les pregunta por su día a día responden con una sonrisa que no necesita más palabras para ser comprendida porque desde el momento en que decidieron asumir este reto, asuntos como parcial, final, examen oral o tarea entraron a reemplazar otros que ahora hacen parte de su frente de acción.

La llegada a EAFIT

En EAFIT, por estos días, muchas personas andan pendientes de este grupo de estudiantes que, pese a las discapacidades físicas, caminan desde el metro o hacen los recorridos normales de una persona con sus capacidades plenas. “Estamos muy contentos porque son alumnos comprometidos y esmerados en todo lo que hacen”, señala Alejandra Ramírez Echeverri, coordinadora de Mercadeo y Ventas del Centro de Idiomas.

Cuenta Alejandra que la Universidad decidió becar a estos cinco ciudadanos luego de que el Columbus School contactara a la Institución. “Este grupo de personas hacen parte de la Fundación Héroe Camina (que trabaja por los militares en situación de discapacidad heridos en combate), de hecho en el Columbus estudian algunos de sus hijos, y hay algunos ex soldados vinculados, pero este centro educativo tiene un trabajo especial con adolescentes y niños”.

La coordinadora especifica que en el Columbus hay muchas personas que han pasado por EAFIT y debido a esto pensaron en la Universidad por el trabajo que se cumple desde el Centro de Idiomas. “Les otorgamos, entonces, cinco becas completas por la totalidad de los cursos, que son 17. En dicha institución los seleccionaron con lupa y nos enviaron a estos muchachos, quienes siempre demuestran las ganas por aprender”.

La palabra favorita de Alejandra para definir lo vivido por estos cinco personajes es compromiso. “Ellos están muy orgullosos de estar acá, además tener la opción de estudiar inglés es un logro inmenso para ellos”, resalta y quien reitera que para EAFIT es un todo un honor tenerlos en sus aulas.

Hablen en inglés pues

“My name is Edwin”, dice uno de los presentes y el resto no para de reírse y de tratar de seguirle la conversación. “Queremos estudiar para tener, en un futuro, una esperanza de empleo, porque con las limitaciones nuestras es difícil lograrlo, pues las empresas no se arriesgan a contratarnos”, afirma otro de los jóvenes.

Eso sí, desean muchas más cosas, y si se les pregunta por las carreras que aspiran a cursar se refieren, con mucha propiedad, a Medicina e Ingeniería de Sistemas, además de otros que buscan, en poco tiempo, terminar el bachillerato.

“¿Qué cómo nos va en inglés? Pues qué podemos decir, esto es más de escuchar y de repasar en la casa, además, no solo empleamos las dos horas de clase, también oímos música y leemos mucho en los libros que nos dieron”, expresa uno de ellos.

Y si de avances se trata, uno de ellos toca el tema de la pronunciación de los números como lo más importante; otro menciona que ya sabe saludar; y uno más, que no esconde su felicidad por el momento que vive en EAFIT, reconoce que pasa por uno de los momentos “más bacanos” de la vida.

En medio de ese instante Jhans lanza una reflexión de esas que deja pensando a más de uno: “Gracias a Dios el que pisó esa mina fui yo. ¿Por qué?, porque a un lado había un trapiche y al otro una escuela. ¿Si esto le hubiera ocurrido a un campesino qué sería de él? Estaría llevado, en cambio a mí se me abrieron puertas, como por ejemplo estar en una universidad sin ser bachiller”.

Sus historias

Fredy Lopera sabe que a sus 35 años tiene muchas razones para luchar, en especial por sus hijos, Diego Alejandro y Juan José. El hombre, tras casi dos décadas en el Ejército, se encontró con una mina en el municipio de Argelia, en Antioquia, lo que le dejó muchas limitaciones, entre estas, la pérdida de uno de sus ojos.

Henry Muñetón, por su parte, fue víctima de una emboscada en los Montes de María (región Caribe), y luego de permanecer un año en silla de ruedas caminó, pese a que le habían dicho que no lo lograría. Así mismo, Orlando Sepúlveda fue víctima de un ataque en Tarazá (Antioquia), donde un disparo le afectó gran parte de sus funciones.

Una mina hizo que Edwin Mauricio Puerta sufriera la amputación de sus dos piernas, algo que aunque le dificulta caminar no le quitó su movilidad, tanto que uno de sus compañeros, al verlo bajar unas escalas, dice con sorpresa: “Cómo hace este hombre para caminar por Dios”. El hecho ocurrió en Arauca, cerca de la frontera con Venezuela.

Y también, Jhans Vanegas, de 36 años, indica que lo suyo ocurrió en San Luis (Antioquia) por culpa de una mina. Este es sin duda el internacional del grupo, pues cuando estuvo en servicio viajó a Egipto y a Israel, además trabajó en la Fuerza Aérea.

Jhans reconoce que, en un principio, se piensan muchas cosas, pero la vida va mostrándoles el camino y les va otorgando respuestas, por ejemplo, cuenta que cuando estaba internado en la unidad de cuidados intensivos, tras sufrir el accidente, vio entrar a un médico en una silla de ruedas, lo que de inmediato le envió una señal que no ha dejado apartar de sí. “Esa es mi meta, ser un gran profesional”.

Ahora, él y sus compañeros avanzan en ese camino de respuestas como estudiantes del Centro de Idiomas de la Universidad EAFIT, en donde sus horas se las dedican a un único combate: ser buenos alumnos.

Mayores informes
Alejandra María Ramírez Echeverri
Coordinadora de Mercadeo y Ventas del Centro de Idiomas EAFIT
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9195
E-mail: aramir11@eafit.edu.co