Hace 15 años un cosmético era un producto que se usaba para embellecer, pero gracias a la nanotecnología y a las evoluciones que se han dado a través de liposomas, que es volver en partículas más pequeñas lo que se necesita de un ingrediente natural, se pueden fortalecer zonas del cuerpo que lo requieran.
Este es el alcance que hoy tiene Industrias San Fiorano, una empresa creada por Jaime Castaño Ángel, ingeniero mecánico de EAFIT, que se dedica a la creación de artículos novedosos que ayudan a mejorar la calidad de vida física de las personas desde diversos ámbitos.
“Estamos trabajando con Colciencias en unos productos con alta fotoprotección solar para pacientes en tratamientos oncológicos. Estos son desarrollos enfocados al área cosmeceútica (cosméticos con fines terapéuticos) y el objetivo está más enfocado a prevenir que a comercializar”, señala Castaño Ángel.
Según el ingeniero mecánico y gerente general de San Fiorano, innovaciones de este estilo se están realizando con este convenio para diversos ítems de la sociedad. “Por ejemplo, trabajamos con asociaciones indígenas para desarrollar productos basados en elementos autóctonos de estas culturas. Esperamos que a finales de este año ya se tengan finalizados estos proyectos”, afirma Jaime Castaño.
Esta empresa, en la que también labora el padre de Jaime, Darío Castaño Torres como gerente administrativo y financiero (es también egresado de EAFIT), cuenta con cuatro líneas de productos cosmeceúticos para diversos usos.
“El mayor aporte de la empresa es generar investigación para productos que no se conocen en el mercado. Cuando se logren terminar los proyectos con Colciencias podremos realizar investigaciones para grandes laboratorios de Colombia y de otros países”, destaca el eafitense.
Una empresa con capacidad de innovar
La primera línea que se creó en San Fiorano fue la de dispositivos médicos para curar las hemorroides y fue con la que se dieron cuenta de la capacidad que tenían de innovar con otros desarrollos en el campo de la medicina y la cosmética.
“Hace seis años me contactaron de una empresa norteamericana para desarrollar este dispositivo. Hice toda la labor de investigación junto con un equipo y elaboramos el producto. Con este ejercicio nos dimos cuenta de que podíamos realizar muchas otras cosas”, asegura el gerente general.
Castaño Ángel explica que en Estados Unidos se hubieran demorado cinco años en elaborar este mecanismo y su costo sería de cinco millones de dólares. Sin embargo, él y su grupo logró hacerlo en seis meses con una inversión mucho menor. Pero en aquella época fabricaban solo para esta compañía.
Por eso, este ingeniero mecánico decidió conformar un laboratorio, en donde además de continuar produciendo los dispositivos, se dedicara a realizar otras innovaciones. Fue así como creó igualmente la línea Sen Intimo, que tienen más de 70 productos enfocados en lo relacionado con la intimidad.
Desarrollos en expansión
San Fiorano, en esta labor de investigación, también desarrolló la línea ActivePlus que se especializa en ayudar a prevenir complicaciones en las personas con diabetes.
“Hicimos una mezcla de ingredientes naturales importantes para evitar que los nervios se mueran, ya que este es uno de los principales problemas del pie diabético. Estos desarrollos los hicimos con la multinacional Merck de Alemania”, específica Jaime Castaño.
De acuerdo con Castaño Ángel, se extraen los beneficios de una planta como el Ruscus, que tiene propiedades circulatorias, y la convierten en una pequeña cápsula para que sea aplicada a través de la piel en una crema. De esta manera, se fortalecen las venas y se reactiva la circulación interna.
Todos los productos tienen el registro Invima, pero el dispositivo médico cuenta además con la calificación FDA (Administración de Alimentos y Fármacos, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y la del mercado europeo. Y se espera la aprobación de Corea para llegar a la región de Asia.
“Las otras líneas las exportamos a Ecuador y Venezuela. Sen Intimo estará próximamente en Chile y Perú”, asegura Darío Castaño.