La innovación abierta que desarrolla De lápices a cohetes los ha llevado a enfrentarse a un reto diferente en cada proyecto al que se le miden.
• Este concepto está muy presente en la compañía De lápices a Cohetes, que se encarga de gestionar proyectos para diversas industrias.
• Se trata de tres ingenieros de diseño eafitenses que han creado desde pantallas de realidad aumentada hasta patinetas eléctricas. Trabajan desde 2006.
Dependiendo de las necesidades de los clientes, la empresa se enfoca en el diseño de las ideas. Así define Juan Ignacio Correa Ramírez la actividad de su iniciativa empresarial, denominada De lápices a cohetes, en donde el concepto de innovación abierta está presente de manera permanente, el mismo que se encuentra replanteando la forma en que tradicionalmente se innova.
Con estas premisas, la compañía ha creado diversas soluciones para industrias diferentes. Modificaciones importantes a un transductor transvaginal bovino –que sirve como aspiradora de óvulos de vaca-, o la construcción de una pantalla de realidad aumentada para el Parque Explora, son ideas que han pasado por sus mentes.
“La innovación abierta es una estrategia mediante la que las empresas traspasan sus fronteras internas y encuentran colaboradores, en este caso, como De lápices a cohetes. A partir de ahí se desarrollan proyectos de alto valor agregado”, explica Jorge Mesa Cano, director del Programa de Empresarismo del Centro para la Innovación, la Consultoría y el Empresarismo (Cice) de EAFIT.
Y es que la innovación abierta, según Mesa Cano, es el motor que necesitan las industrias colombianas en este momento. Con este concepto, acuñado por el profesor estadounidense Henry Chesbrough, las empresas pueden obtener ideas nuevas, ahorrar dinero y satisfacer su necesidad de innovar.
“Muchas veces, luego de hacer siempre un mismo proceso, los empleados de una empresa no encuentran soluciones a un nuevo problema que se les presenta. Se nublan, porque creen que las cosas deben hacerse como siempre se han hecho. Nosotros llegamos sin condicionamientos y eso nos ayuda a crear ideas frescas con muchas carga de innovación”, señala Juan Ignacio Correa.
Ingenieros que resuelven problemas
De lápices a cohetes fue creada en 2006 por tres ingenieros de diseño eafitenses. Juan Ignacio y sus compañeros, Esteban González Posada y Pedro Miguel Isaza Orozco, fueron conscientes de su capacidad para crear ideas novedosas y así se dedicaron a ofrecer sus servicios a grandes empresas del país.
Postobón y Argos, por ejemplo, han sido algunos de sus clientes. En el caso de Argos, la cementera contrató a los emprendedores, pues la idea era cambiar la manera en que tradicionalmente se enfría el clinker (principal componente del hormigón).
“En Argos nos dijeron: Nuestro departamento de investigación tiene estas ideas, nuestros proveedores éstas y queremos que encuentren soluciones diferentes a las planteadas. Nos tocó aprender de clinker y entonces les ofrecimos una serie de soluciones que ellos podían armar como un lego. Al final escogieron una de las nuestras”, recuerda el emprendedor.
De lápices a cohetes también ha trabajado con Industrias Estra. Ellos les encargaron una investigación sobre papeleras institucionales en la ciudad y luego les pidieron propuestas de diseño para estos recipientes.
“Así mismo, construimos un cargador de celular múltiple que era ubicado en centros comerciales de la ciudad y permitía que la empresa pudiera transmitir publicidad mientras el usuario recargaba su móvil. Este modelo fue nominado al premio colombiano de diseño y arquitectura, Lápiz de Acero”, comenta el ingeniero.
Por su parte, una pantalla que actúa como una ventana hacia un mundo virtual (ubicada en Explora), una patineta eléctrica que puede ser usada como transporte personal o una fresadora de control numérico, han sido otros de los desarrollos logrados por estos emprendedores.
“Nuestros clientes son muy diversos y eso enriquece la capacidad de creación, ya que los conceptos que aprendemos en una industria los podemos aplicar en otra con una solución diferente”, señala Juan Ignacio Correa.
Para el diseñador Correa, la investigación y el desarrollo en las empresas es un tema difícil, debido a que implica un riesgo, sin embargo, le recomienda a las compañías colombianas que se comprometan con la innovación, materia prima del mercado internacional.
La innovación abierta puede asociarse fácilmente a los desarrollos de software libre. Con este concepto, y la modalidad de trabajo colectivo, se han logrado avances informáticos en los últimos años, lo que se ha potencializado con internet y las redes sociales.
“Cuando la British Petroleum tuvo su accidente en el Golfo de México en 2010, abrió plataformas virtuales para recibir sugerencias de colaboradores. A través de estas, les llegaron 2.000 iniciativas diferentes. Se puede ver cómo la innovación abierta es utilizada por compañías importantes”, declara Jorge Mesa.
Para EAFIT es importe difundir este concepto. Así, se ha dedicado a prestar el servicio de innovación abierta a la comunidad de empresarios, lo que le ha posibilitado trabajar con socios nacionales e internacionales como la industria militar o Cryogas.