De manera casual. Así fue como se dio el acercamiento entre EAFIT y la Corporación Te llevamos, fusión que dio como resultado el desarrollo de Wigo y G7, dos vehículos especiales para que las personas en situación de discapacidad puedan volver a sentir y a disfrutar el placer de montar en una bicicleta.
En cada uno de estos proyectos trabajó un grupo de ocho estudiantes de quinto semestre del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT.
Ellos contaron con el acompañamiento de los profesores Esteban González Posada, Iván Darío Montoya Serna, Juan Felipe Isaza Saldarriaga y del también alumno Juan Manuel Vélez Ortega, quien ejerce como monitor de Proyecto 5, la asignatura en la que se realizaron estos proyectos y cuyo tema es la movilidad impulsada por tracción humana.
Este trabajo conjunto surgió de una conversación entre el profesor José Fernando y Juan Diego Álvarez Upegui, más conocido como Juan Trochas, por ser el presentador del programa de televisión Trochas de Telemedellín.
Juan Diego, como gomoso de las bicicletas, desde hace algún tiempo llega a EAFIT, cada semestre, para mirar los diseños que hacen los estudiantes. Pero se enteró que al final esos proyectos se quedaban guardados o que los desbaratan y todo se perdía.
“La Corporación, que se creó en 2011, tiene entre sus fines recoger bicicletas para arreglarlas y regalárselas a niños de escasos recursos en la ciudad”, explica Juan David.
El interés surgió por ahí, pero luego, en una conversación con uno de los profesores, apareció la idea de proponerles unos asuntos de diseño a los estudiantes y fue cuando se les ocurrió trabajar sobre unos diseños previos para que las personas en situación de discapacidad pudieran montar en bicicleta.
“Con EAFIT nos fue muy bien porque este es un sueño que tenemos: lograr que mucha gente, en situación de discapacidad, pueda montar en bicicleta: invidentes, personas con Síndrome de Down o con movilidad reducida. Entonces yo le dije al equipo de EAFIT, más o menos, qué era lo que quería y se pudo hacer. Por eso estamos muy complacidos y esperamos, el próximo año, seguir trabajando”, agrega el director de la Corporación.
Los diseños
Wigo es una nueva versión de la "bicisilla", un vehículo que ya tenía la Corporación para personas en silla de ruedas y que, básicamente, es un triciclo, con dos ruedas adelante y una atrás, en el que se puede montar la silla de ruedas.
Lo que se hizo, entonces, fue tomar ese concepto y rediseñarlo completamente, porque el vehículo inicial, en lo técnico, no era la solución más adecuada.
“Lo que hicimos fue tomar ese concepto y rediseñarlo. El resultado, también, fue un triciclo de dos ruedas adelante y una atrás, pero que tiene unas plataformas y un winche, un sistema mecánico que permite subir a la persona en silla de ruedas sin tener que aplicar mucha fuerza”, indica Juan Felipe Isaza, profesor y coordinador de Proyecto 5.
Entre las ventajas del vehículo está la plataforma y las rampas que se ensamblan dentro del mismo, la dirección que tiene un mayor radio de giro para facilitar la maniobrabilidad, así como las mejoras en sus características ergonómicas, estructurales y estéticas.
G7, por su parte, es un diseño que se denomina tándem y, aunque en su configuración física es muy parecido al anterior por ser un triciclo con dos ruedas adelante y una atrás, se hizo de manera especial para personas con alguna discapacidad pero que no requieren silla de ruedas, es decir, que tienen un mayor grado de movilidad.
Este diseño no tiene la plataforma para subir una silla de ruedas, sino que directamente tiene una silla para la persona en situación de discapacidad, a quien se le sujetan los pies de una pedalera dispuesta para esto. Sin embargo su uso es opcional. Esta persona también tiene la posibilidad de controlar la dirección del vehículo, lo que permite tener una sensación más real de lo que es conducir una bicicleta.
“Para el equipo de profesores y para los estudiantes fue muy interesante y muy enriquecedor este trabajo porque tuvimos la oportunidad de trabajar un problema real, con usuarios reales, donde seguramente vamos a tener una retroalimentación en la que nos podrán decir cuáles fueron los mayores aciertos que tuvimos y qué deberíamos mejorar”, asegura Juan Felipe Isaza.