• El octavo Ciclo de Literatura de Viajes, que comienza este martes 4 de septiembre a las 6:30 p.m. en la Sala de Audición Musical de EAFIT, se titula Europa, la ruina y la gloria.
• También, el 30 de agosto se inició Mesita de Noche, espacio de lectura tradicional en la Universidad. Traerá novelas unidas por el delirio. El próximo es el 27 de septiembre.
Portugal, Irlanda, Grecia y España. Este es el recorrido que, para esta edición, propone el Ciclo de Literatura de Viajes: Europa, la ruina y la gloria, que empezará este martes 4 de septiembre en la Sala de Audición Musical, ubicado en el tercer piso del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, y que, con la dirección de la periodista Lina Aguirre Jaramillo, es organizado por EAFIT.
El ciclo se extenderá durante los siguientes ocho martes hasta finalizar el 30 de octubre y la entrada es sin costo.
“Estos cuatro países tiene un historial fascinante de viajes, de viajeros y de textos muy diversos que cuentan travesías en sus territorios, naciones que pese a algunas similitudes son muy distintos. Entonces, lo que queremos es reivindicar la particularidad que tiene cado uno en su historia, en su tradición, y lo fascinantes que son para conocer y para recorrer tanto desde las páginas de los libros como desde los mismos viajes”, explicó Lina.
La directora de este espacio también señaló que el ciclo, que este año llega a su octava edición, está orientado para hacer un viaje por cuatro países que en este momento son el epicentro de la crisis europea, pero partiendo de la idea de que una nación no se recoge únicamente en el discurso acerca de su crisis. “El discurso, pensamos, no puede ser sobre el rescate bancario de un país o sobre sus dificultades financieras”, anotó
Pero, ¿por qué hablar de los viajes? De acuerdo con Lina Aguirre, el viaje es un elemento que se utiliza para describir muchas de las facetas humanas: se habla de la vida como uno de estos, de viajes a sí mismo, de viajes reveladores, de otros que cambian el rumbo de una carrera, de una pasión, de una vida.
En este sentido, los viajes están muy ligados a la historia de la humanidad. Y, a su vez, la literatura se ha nutrido de esta situación. De ahí la afirmación de la periodista, que indicó que se cuenta con muchos siglos de relatos de viajes muy diversos, algunos imaginarios, otros que mezclan ficción y realidad, algunos que hablan de tierras míticas y que hablan de experiencias de la vida real.
“A pesar de que ya no se hable de grandes expediciones en regiones desconocidas del planeta y, a pesar de que pareciera que toda la tierra está perfectamente cartografiada por
Google Maps, las personas siguen buscando conocer, redescubrir territorios ajenos, nuevos y conocidos, y algunos lo cuentan, y con eso construyen un mundo fascinante, relatos que permiten emprender un viaje al conocimiento”, aseveró la académica.
Mesita de Noche
Pero la literatura, una de las protagonistas de la programación cultural de la Universidad en este segundo semestre, además de viajes también trae de nuevo a Mesita de noche: lectores y lecturas, un espacio que anima e invita a leer y en el que Esteban Carlos Mejía, su director, logra crear un ambiente de pasión por este arte, la ficción y las novelas.
Para este semestre Mesita de Noche, que se realiza los últimos jueves del mes a las 6:30 p.m. en la Sala de Audición Musical, trae una serie de libros a los que une el delirio: “Todas son novelas con un poder de ficción muy sobresaliente. Son mundos muy distintos, pero creados por el delirio de los novelistas”, aseguró Esteban Carlos.
En el caso de
Doña Flor y sus dos maridos, de Jorge Amado, la novela de la que se habló el 30 de agosto, se cuenta una historia fantasiosa de una mujer que después de una terrible lucha entre la materia y el espíritu opta por escoger materia y espíritu, y se queda con sus dos maridos: uno muerto y el otro vivo.
En
El cazador en el centeno, Jerome David Salinger recrea el mundo de un adolescente: las inquietudes, las dudas, cierta arrogancia, todo alrededor de una fantasía en Nueva York a finales de los años 40 o principios de los 50, en donde lo que existe de realidad es el entorno en que se mueven los personajes, pero todo lo demás es una invención.
“En
Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, el delirio es total”, dice Mejía. Esta novela habla de la historia de un grupo de poetas que basados en algo de realidad deciden buscar a una poetisa de, por lo menos 40 años, a la que consideran como una impulsora de su propio grupo poético. A cambio de esa búsqueda, lo que el lector recibe es una maravillosa creación de personajes, de situaciones, de escenarios, de complicaciones entre la realidad y la invención.
Rayuela, de Cortazar, cerrará los encuentros de Mesita de Noche para este 2012. De acuerdo con el director de este espacio, es la novela más compleja del semestre, pues en esta no solo se inventa una realidad, sino que se inventa la manera de leer la ficción que se ha escrito sobre esa realidad.
“Yo sintetizaría que son cuatro construcciones de ficción muy poderosas, pero todas marcadas por el delirio. Es decir, no hay una preocupación del autor por respetar la realidad ni sus leyes, sino por acatar las de cada uno. Yo creo que estas cuatro novelas son un canto al poder de la ficción”, concluyó Mejía.
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Juan Antonio Agudelo Vásquez
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