Las situaciones que vive hoy la economía mundial: el bajo crecimiento de las economías más desarrolladas, las presiones inflacionarias, el incremento de tasas de interés, la rigidez en los mercados financieros, la crisis energética en Europa, y la desaceleración en China, no son ajenas a la economía colombiana y sin duda tendrán efectos importantes en su dinámica.
Según cálculos del Grupo de Coyuntura Económica EAFIT, se espera un crecimiento económico que en su escenario base no supere el 1% del PIB para el 2023. Las reformas que plantea el Gobierno Nacional, de la manera en la que están planteadas actualmente, serían muy costosas y tendrían implicaciones importantes en términos de déficit fiscal.
A pesar de la incertidumbre generalizada y la turbulencia política, las tasas de interés siguen siendo atractivas y hay señales de confianza en la balanza cambiaria para la inversión extranjera.
En la medida que la inflación en Colombia empiece a ceder, especialmente para el segundo semestre del año, habrá más espacio de crecimiento y mejorará la percepción del riesgo, aumentando los flujos de capital y evitando que continúe elevándose la prima de riesgo, hoy en cerca de 400 puntos básicos de spread sobre los bonos del tesoro de EEUU a 10 años.