Noticias / Internacionalización

13 de febrero de 2013

Un eafitense que pasó por Brasil

Como una experiencia que vale la pena y que recomienda, describe este eafitense su viaje a Brasil, una potencia académica con un idioma de fácil aprendizaje.

• John Alexander Zapata Hincapié, estudiante de Ingeniería de Procesos, fue el primer eafitense que llegó a la Universidad Federal de São Carlos, una de las mejores de São Paulo (Brasil).

• Su paso por este país se dio gracias a un convenio que sostiene EAFIT, a través de la Oficina de Relaciones Internacionales.

John Alexander Zapata Hincapié acaba de llegar de Brasil. Estaba emocionado por volver a Medellín donde su mamá lo esperaba con un paquete de arepas. También a EAFIT, donde retomará su vida como investigador apasionado por la química.

Se había ido a vivir, durante un semestre, al estado de São Paulo, más exactamente a la ciudad de São Carlos, con el propósito de cursar las últimas materias del pregrado en Ingeniería de Procesos en la Universidad Federal de San Carlos (UFSCar).

Cuando Alex -como lo llaman sus amigos- cuenta la historia del viaje, se emociona tanto que hasta en su cara se dibuja una sonrisa. Pareciera como si no pudiera creer la hazaña de haberse ido a estudiar a otro país, pero no porque eso sea hoy en día algo muy raro, sino porque para irse debió poner a prueba su perseverancia, su juicio académico y todas sus ganas.

No sucedió de la noche a la mañana. En la vida de Alex, que ya tiene beca para estudiar la maestría en Ingeniería en EAFIT, los triunfos académicos le han permitido llegar tan lejos como ha podido y ser un estudiante ejemplar, tanto en su familia como entre quienes lo conocen.

Como alumno siempre becado en la Institución Educativa República del Uruguay, cercana a su casa en el barrio Castilla, obtuvo uno de los mejores puntajes del Icfes en el país y pudo acceder al área de sus amores: la química.

“Si no hubiera obtenido una beca para la carrera, seguramente hoy estaría en algún oficio, pues no tendría los recursos para dedicarme a la educación superior”, dice este eafitense que tiene 22 años.

Ya en EAFIT, el estudiante de Ingeniería de Procesos nunca descuidó el promedio y sí, en cambio, mostró buenas aptitudes para la investigación, porque era responsable en el laboratorio y muy cumplido con cada labor. Fue por esa razón que pudo vincularse al Grupo de Investigación en Materiales de Ingeniería (GME), donde la profesora Martha Lucía Álvarez Laínez ha sido su tutora y guía en las actividades científicas y en el trabajo de grado, relacionado con una de sus pasiones: los polímeros.

“Yo aspiro a cambiar el mundo algún día, y lo voy a hacer con el estudio de los polímeros”, sentencia Alex antes de explicar las complejas teorías de la investigación con ese tipo de material.

Con un sí voló a San Pablo

La profesora Mónica Álvarez le habló en febrero de 2012 sobre la posibilidad de irse a Brasil, si quería complementar los estudios en polímeros, ser más útil al GME y concluir de la mejor manera el requisito de las materias. Alex, que ya había terminado su práctica en la alianza de Cementos Argos y EAFIT, estaba listo para cumplir uno de sus sueños: estudiar en otro país.

Aunque él siempre había querido viajar a Estados Unidos, y hoy no lo descarta, explica que “no tenía idea de portugués” y que si quería ir “debía vencer el mayor obstáculo: el económico”, relata el futuro ingeniero.

Pero, no dejó de pensar en las palabras de su mamá: “Los muros existen solamente para los demás; y uno tiene que luchar por lo que quiere hasta que se cansen de repetirle que no”.

Por eso, fue a la Dirección de Investigación, donde propuso, como beneficio de su viaje para la Universidad, aprender en la UFSCar acerca del manejo de dos equipos científicos que están por llegar a los laboratorios de la Escuela de Ingeniería de EAFIT.

“Uno es para bifracción de rayos X y otro para polarimetría con birrefringencia, ambos muy útiles en la investigación de materiales”, explica el joven investigador. Y la respuesta fue: sí.

Con un “hola” y “adiós” en portugués viajó el 30 de julio a São Carlos, una ciudad donde viven, en su mayoría, estudiantes de distintas nacionalidades interesados en áreas tecnológicas.

Lo que sucedió en los seis meses siguientes es algo que él describe ahora como “un tiempo inolvidable, lleno de experiencias y de amigos para toda la vida”.

Aprendió portugués, conoció otras formas de investigar los polímeros, practicó inglés con los estudiantes extranjeros, se vinculó al equipo universitario de ajedrez, viajó a varias regiones de Brasil, conoció detalles de diversas culturas y, por si fuera poco, ganó todas las materias con calificaciones destacadas.

“Es una experiencia que vale la pena y que recomiendo ciento por ciento. Brasil es una potencia académica, con buena oferta para cualquier estudiante, y con un idioma de muy fácil aprendizaje”, concluye Alex.

Él se encuentra en Colombia desde el 4 de febrero. Lo que viene para este eafitense es, como él mismo lo dice, el tiempo de cosechar, pues es hora de  terminar el trabajo de grado, comenzar la maestría en Ingeniería con énfasis en polímeros, seguir investigando y, afirma que cuando le quede tiempo libre, se dedicará a lo que más lo divierte: jugar ajedrez y leer poesía.