Los retos de Asia, Africa y América Latina
La gran explosión urbana en América Latina ya sucedió, explica el director de Urbam EAFIT. Para él, los retos urbanísticos que enfrentaron Ciudad de México o Sao Paulo, donde la población se multiplicó por 10 o por 15 en pocas décadas, han sido incomparables.
“Es lo que está empezando a pasar en África y en la India –explica Alejandro Echeverri–, donde la mayoría de la población todavía es rural. En la India, por ejemplo, donde se espera tener 416 millones de nuevos habitantes urbanos en un par de décadas, se necesitan políticas de anticipación importantes”.
Sin embargo, aunque la aparición de nuevas megaciudades es un reto enorme en el contexto asiático y africano, no se puede perder de vista que cerca del 58 % de la población urbana mundial vive en ciudades de menos de un millón de habitantes, y cerca de otro 20 % vive en ciudades medianas de entre 1 millón y 5 millones de habitantes.
Esta tendencia se mantendrá en las próximas décadas, de manera que la gran mayoría de habitantes urbanos vivirá en ciudades pequeñas o intermedias como Medellín, Quito, Belo Horizonte y Montevideo.
Medellín, por ejemplo, se ha convertido en un epicentro para el estudio de proyectos urbanos y sociales que mejoran la calidad de vida de las personas en las zonas de asentamiento informal. “Las ciudades son organismos vivos, entonces cuando uno resuelve algo, surgen nuevos retos, a veces más complejos que el anterior”, señala Alejandro Echeverri.
“Para solo dar un ejemplo, gran parte de la población de Medellín vive en las laderas y está incrementando su capacidad adquisitiva, así que pueden costear vehículos particulares, carros y motos para resolver su movilidad –argumenta Echeverri–. Esto podría aumentar la presión sobre la limitada red vial en la zona
de laderas, generando grandes problemas de movilidad en el mediano plazo. Entonces necesitamos una transición a sistemas de movilidad más inteligentes, para que la opción de adquirir un vehículo particular sea menos atractiva”.
- Seguridad
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- Cambio climático
- Financiamiento y reforma fiscal
- Movilidad
Diseño de políticas urbanas
Aunque los procesos de urbanización en Asia, África y América Latina se encuentran en etapas diferentes de maduración, los países del Sur Global enfrentan desafíos comunes entre los que se encuentran la alta informalidad urbanística y económica, baja movilidad social y el desajuste espacial –largas distancias entre la oferta y la demanda de empleo y otros servicios–.
Todo eso ofrece un panorama poco esperanzador para la solución de la inequidad y la pobreza extremas.
Esto es más preocupante si tenemos en cuenta que, según datos de Naciones Unidas, los países del Sur Global concentrarán aproximadamente el 83 % de la población urbana mundial hacia 2050, pero con niveles más bajos de ingreso per cápita frente a los países desarrollados.
A eso hay que sumarle una mayor fragilidad institucional, limitada capacidad para la planeación a largo plazo y problemas de corrupción, exclusión social y criminalidad.
Los investigadores recorrieron un sector de la Comuna 13 de Medellín
Foto: Róbinson Henao
"Cuando hablamos del Sur Global, hablamos de problemáticas que requieren una innovación permanente”, afirma Alejandro Echeverri, director de Urbam EAFIT. “Se requieren procesos de planeación que se traduzcan en acciones concretas. Las políticas de largo plazo necesariamente tienen que implementarse con acciones en el corto plazo”, agrega.
Los procesos de toma de decisiones y el diseño de políticas públicas en los países del Sur Global es muy diferente a lo que ocurre, por ejemplo, en Norteamérica y
Europa. Nuestras particularidades geográficas, sociales e institucionales hacen evidente el riesgo de replicar “buenas prácticas” que, aunque exitosas en otros contextos urbanos, deberían pasar por un riguroso proceso de análisis previo para su adaptación en nuestras ciudades.
Eduardo Lora, profesor asociado del Centro para el Desarrollo Internacional (CID) de Harvard y miembro del Research Group in Spatial Economics (Rise) de la Universidad EAFIT, explica que las instituciones democráticas de los países en desarrollo no son lo suficientemente maduras.
Esto implica que, mientras grandes sectores sociales están excluidos delproceso de participación, algunos grupos de interés tienen mucha influencia, a menudo sin que lo sepa el grueso de la población.
“Las capacidades institucionales son más limitadas –afirma Lora–, los equipos técnicos son reducidos o inexistentes y hay pocas entidades intermedias (centros de investigación, comunidades de práctica y periodistas especializados) que podrían enriquecer los procesos de toma de decisiones. Por esa razón, incluso cuando el gobierno tiene cierta capacidad institucional, las políticas son fácilmente dominadas por asuntos irrelevantes, como los
rankings en las clasificaciones internacionales”.muestra del apoyo y de la confianza de la Institución en el trabajo de investigación.