A Carolina le ´encarreta` investigar en torno a la genealogía. Por eso, mientras aún estudiaba Ciencias Políticas, decidió aprovechar un ejercicio de clase para explorar la historia de Los Mejía del Suroeste antioqueño, principalmente de Mariana Mejía Betancur, su tatarabuela, quien vivió entre los municipios que componen la cuenca del Sinifaná: Angelópolis, Titiribí, Amagá, Venecia y Fredonia.
Sin embargo, mientras hacía la indagación pertinente, Carolina encontró que entre las historias que le contaban sus familiares siempre aparecía la figura de la bruja. Por lo cual, le surgió un nuevo interés: la hechicería, la brujería y otras practicas mágicas realizadas en el suroeste Antioqueño, investigación que, en el marco del Semillero de Investigación Histórica Universidad EAFIT (Sihue), extendió a toda Antioquia.
Encontramos que en Segovia, por ejemplo, el fenómeno estaba muy impregnado. Incluso, hallamos el caso de una mujer de aproximadamente 90 años que tenía limitaciones para caminar y, sin embargo, sus vecinos decían que la veían por las noches saltando de techo en techo
Y es que diversas fuentes de carácter oral, bibliográfico e iconográfico dan cuenta de que las creencias en brujería, hechicería y otras formas de magia no han sido extrañas a los contextos sociales e históricos en Antioquia. Incluso, se encuentran relatos sobre este tema que forman parte de la idiosincrasia de esta región colombiana.
Entre los hallazgos de la investigación, Carolina, quien ahora estudia Comunicación Social y es la coordinadora estudiante del Semillero, destaca que la brujería no es un tema del pasado y que en torno a esta predomina la imagen femenina. Resalta, además, que en medio del proceso investigativo encontraron que es posible categorizar las prácticas mágicas:
La brujería negra, alude a los maleficios; la blanca, alude a la sanación; la verde, a los chamanes y es asociada con los indígenas;
la roja, al amor; y la amarilla, se refiere a la riqueza y el poder.
Círculo de Mujeres Luna Llena
¿Qué es el feminismo cultural
Se centra exclusivamente en las mujeres como grupo, en su forma de desarrollar la existencia y en la construcción de identidad.
En medio de la investigación sobre brujería, el Sihue encontró al Círculo de Mujeres Luna Llena, el cual se volvió, también, su objeto de estudio. Este es un grupo que se reúne en el barrio Castilla de la ciudad de Medellín, para reivindicar la figura femenina. Así, -aunque sus integrantes no se autodefinen como feministas- conservan aspectos comunes con el feminismo cultural y guardan cercanía con movimientos como el hippie y con algunas prácticas ancestrales indígenas.
Los círculos realizados por estas mujeres van desde la concepción de hechicera, donde se asume que toda mujer es bruja por naturaleza, hasta doncella, donde la idea es conectar a las mujeres con su niña interior.
" Ellas siempre se sientan en un círculo, ponen un altar -que es el sagrado femenino: la representación de la mujer desnuda que le rinde un homenaje a su útero- (...), se saludan, cantan y se pasan el tabaco -del cual dicen que es sanador, libera las energías y hace que se genere una armonía entre todas-, se hace una lectura y, al final, le aúllan a la luna llena", explica.
Para Carolina estas son mujeres que se salen del estereotipo de reuniones femeninas, y cuyo propósito es atraer con el voz a voz a otras mujeres, para que lleven sus prácticas y sus ideas.
"Ellas participan de encuentros feministas y buscan cambiar mentalidades y estereotipos tanto de la mujeres que componen el círculo como de la misma sociedad. Se reúnen, una vez al mes , durante la puesta de la luna llena, en Parque Juanes de la Paz, que fue recocido por ser escenario de ataques a mujeres. Por eso dicen que apropiarse de este espacio es una forma de movilización".
La coordinadora del Sihue destaca, además, que este grupo se caracteriza por tener gran influencia de métodos o ritos propios de la cultura ancestral indígena del país y sus integrantes, en su mayoría, son mayores de 18 años y estudian carreras relacionadas con las humanidades o las ciencias naturales.
"Ellas tienen una creencia y es que todas las mujeres, por naturaleza, son brujas. Eso nos llamó mucho la atención"
Política y cultura en Medellín
Pero, además, de prácticas mágicas y místicas el Semillero se ha ido por otras ámbitos que se relacionan con la interdisciplinariedad de sus integrantes. Este es el caso de la investigación Política y cultura en Medellín durante la elección popular de alcaldes, proyecto que analiza las representaciones culturales de lo político que se forman durante las campañas electorales a partir de 1988.
"Este proyecto habla de cómo los asesores de ciertos candidatos juegan con los colores, con los mensajes, con las consignas, entre otros aspectos, para atraer al público y ganar votos. En este sentido, las encargadas de la investigación se metieron en el tema de la comunicación política y de la sociología para anlizar qué factores inciden en los votantes ", explica Carolina.
Entre los avances del proyecto de investigación, se destaca que en Medellín se profesionalizan las campañas electorales cuando se empiezan a tomar modelos para construcción de estrategias de comunicación política en el ámbito del marketing electoral.
Los tres proyectos mencionados serán presentados en la ciudad de Pasto en el mes de octubre, durante el Encuentro Nacional de Semilleros de Investigación.