Jessica Suárez Cataño
Colaboradora
Era la noche del domingo primero de marzo. Chile había sido escogida como la sede del Foro Mundial de la Bicicleta 2016 y el equipo de trabajo del Foro se reunió en los bastidores del Teatro Pablo Tobón Uribe (Medellín) para celebrar el final del evento. Sentados en círculo, cada uno de los integrantes dijo cuál había sido su momento favorito.
El mío fue hoy, cuando un niño me dio cátedra sobre movilidad sostenible. Comprendía cosas para las que yo he tenido que estudiar dos máster”, dijo Melisa Gómez, politóloga y urbanista. Llevarse una sorpresa como esas, cuando escuchó a Jerónimo (11 años) de la Universidad de los Niños de EAFIT explicando la iniciativa Pedalea tu futuro, no fue algo fortuito. Fue lo que permitió este encuentro, donde confluyeron representantes de gobiernos, activistas, estudiantes, artistas urbanos, empresarios, periodistas, niños y adultos mayores.
El registro, libre y gratuito, estuvo abierto hasta el último momento y, en total, participaron 6.495 personas, de 37 países, que sumaron cerca de 15.000 visitas a lo largo de cinco días, con lo que se batió el récord de la conferencia sobre ciclismo urbano más grande que se ha hecho en el mundo.
Fue la primera vez que el Foro salió de Brasil. Se creó en 2012, en Porto Alegre, como respuesta a un incidente donde un conductor atropelló a 20 ciclistas que iban de paseo. En Medellín el evento fue organizado por un equipo ciudadano de 130 voluntarios, interesados en la sostenibilidad urbana. La Alcaldía de Medellín e instituciones públicas y privadas patrocinaron el evento.
Ciudades para todos
Uno de los mayores éxitos del Foro fue hablar de lo que señalaba en su eslogan: “Ciudades para todos”. Y es que las distintas discusiones propusieron formas de pensar en urbes más amenas con el peatón y el ciclista, los más vulnerables en las vías, con el compromiso necesario de todos los actores.
Como dijo Jaime Ortiz, cofundador de la Ciclovía de Bogotá, en su charla: “uno no puede seguir diciendo que las motocicletas y los carros son los malos y nosotros los buenos”, así que el Foro quiso cambiar el discurso antimotor por uno que motiva a que cada quien decida cómo transportarse, pero a conciencia.
“Logramos insistir mucho en el tema de la intermodalidad: a veces vamos en bicicleta, pero otras veces la dejamos en el cicloparqueadero del metro o la llevamos plegada en un taxi, o la dejamos guardada y nos montamos en carro con los amigos”, dice Carlos Cadena, director del Foro. Él, uno de los representantes del Gobierno de Sao Paulo, resumió muy bien el asunto: “nosotros no estamos en contra del carro, sino a favor de la equidad”.
Como dijo Jaime Ortiz, cofundador de la Ciclovía de Bogotá, en su charla: «uno no puede seguir diciendo que las motocicletas y los carros son los malos y nosotros los buenos», así que el Foro quiso cambiar el discurso antimotor.
Tal vez sea una sensación, pero después del Foro algunos ven más gente montando en bicicleta. Eso le sucede a Daniel Carvalho, coordinador de la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales de EAFIT, quien dice que “la bicicleta se vuelve un símbolo de defensa de la urbanidad”, que enseña una nueva forma de relacionarse con la ciudad y despierta conciencia sobre los usos del espacio público.
Regalos para la ciudad con motivo del Foro El Foro sirvió como vitrina para mostrar logros e innovaciones. Las instituciones públicas y privadas, empresas y servidores públicos, fueron invitados a apoyarlo directamente o generando algún cambio positivo para que el ciclista tenga mejores posibilidades.
¿Quiénes aprovecharon la oportunidad? La Alcaldía de Medellín inauguró 2.2 kilómetros de ciclorruta en Laureles, entre la iglesia de Santa Teresita y el segundo parque de Laureles. También instaló 30 biciparqueaderos, cada uno con espacio para 10 bicicletas, en lugares como los parques de La Floresta, Calasanz, San Joaquín, Boston, del Periodista, El Poblado; y espacios como Ciudad del Río y la Biblioteca Pública Piloto.
El Metro de Medellín, por su parte, anunció que cualquier bicicleta plegable puede viajar en el sistema, sin restricción de tamaño o de horarios. La Universidad Pontificia Bolivariana creó su ‘bicivía’ dentro del campus y, por primera vez, hicieron el día de la bicicleta en la Universidad. La Alcaldía de Envigado construyó su primer tramo de ciclorruta y Bellanita de Transportes instaló 16 portadores de bicicletas en buses del municipio de Bello.
¿Quiénes aprovecharon la oportunidad? La Alcaldía de Medellín inauguró 2.2 kilómetros de ciclorruta en Laureles, entre la iglesia de Santa Teresita y el segundo parque de Laureles.
“Lo bonito de esto es que también aplica para el sector privado”, continúa Carlos Cadena, quien destaca la idea de Sura de dar estímulos a los trabajadores que vayan en bicicleta al trabajo; o el ejemplo del gerente de EPM, Juan Esteban Calle, subiéndose a la bici y generando programas para que más gente pueda ir a laborar en cicla. Sergio Restrepo, director del Teatro Pablo Tobón Uribe, dijo que su regalo para el Foro fue pasarse a este medio de transporte y el teatro les ofrece a sus empleados la posibilidad de financiar la compra de su bicicleta. “Si lograras hacer eso en 100 empresas el impacto sería gigantesco”, dice Cadena, quien ve el potencial de que este tipo de proyectos sigan escalando.
Atentos a los compromisos
“No podemos decir que se nos acabó la discusión”, expresa el director del evento, al reconocer que ahora hay que estar pendientes de los compromisos que quedaron en el tintero.
Uno de esos fue el anuncio de la creación de la Gerencia de la Bicicleta, que hizo Aníbal Gaviria Correa, alcalde de Medellín, en la apertura del Foro. Esta entraría a liderar los retos del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), firmado en diciembre de 2014, entre los que está aumentar el número total de viajes en bicicleta del 0.7 por ciento actual al 10 por ciento, en un plazo de 15 años, con la construcción de 400 kilómetros de ciclorrutas y la implementación de vías de tráfico compartido con velocidad de 30 kilómetros por hora.
Al respecto, Lina López, directora del Sistema de Bicicletas Públicas del Valle de Aburrá (Encicla), dice que su entidad se queda a veces corta en relación con los municipios, porque estos no tienen a alguien trabajando en el tema. Por esto, en la medida en que la bicicleta y la movilidad de los no motorizados sean una prioridad, se tendrá que asignar un equipo y recursos para eso.
¿Por qué apostarle a la bicicleta como símbolo del cambio en las
ciudades? Florian Lorenz, activista de la movilidad sostenible en
Viena (Austria) e integrante del equipo organizador del Foro, dice
que hay que imaginarse lo siguiente: el momento en que una
madre pueda ir con su hijo en bicicleta por el centro de Medellín.
¿Qué puede hacer la ciudadanía para que los compromisos se cumplan? Desde manifestaciones públicas hasta iniciativas autónomas. Un grupo de empleados puede pedirle a su empresa que les instalen un biciparqueadero; o los estudiantes pueden inventar estrategias para motivar el uso de la bicicleta en su universidad. Pero hay un acto con el que cada uno puede sumar: montarse a la bicicleta ya. “Cuando lo hagamos vamos a ver las ciclorrutas, vamos a ver el llamado urgente y enfático a la cultura y la educación vial que tanto requerimos”, dice Carlos Cadena, quien invita a que se use la bicicleta una o dos veces a la semana, o que se salga acompañados.
El Metro de Medellín también es consciente de sus responsabilidades. La demanda más grande de los usuarios es poder subir cualquier tipo de bicicleta al sistema, pero es un asunto complejo, que subsanan con el acceso de las plegables. Ahora están concentrados en “trabajar la conexión encicla-Metro a través de la Cívica y esperamos que terminando este semestre podamos dar ese paso”, expresa Claudia Restrepo, gerenta del Metro de Medellín.
A pedalear el futuro
¿Por qué apostarle a la bicicleta como símbolo del cambio en las ciudades? Florian Lorenz, activista de la movilidad sostenible en Viena (Austria) e integrante del equipo organizador del Foro, dice que hay que imaginarse lo siguiente: el momento en que una madre pueda ir con su hijo en bicicleta por el centro de Medellín. Utopía o posible realidad, lo que Lorenz quiere resaltar es que si eso se logra “no tienes solo una ciudad para la bicicleta, sino que tienes una ciudad segura, una ciudad socialmente equitativa”, comenta.
Entonces, el ciclismo urbano es un síntoma o una evidencia de que muchos otros asuntos están mejorando. Y si bien en Medellín hay tanto camino por recorrer, vale la pena reconocer las semillas sembradas: el activismo y el sistema público de bicicletas. Para Carvalho, los líderes de los colectivos y la gente que pedalea en las calles son los que han creado un ambiente en el que es posible hablar de propuestas para la bicicleta desde el sector público. Y el esfuerzo de Encicla, iniciativa en la que EAFIT ha jugado un papel fundamental, ha logrado que 16.000 personas sean usuarios activos y que se realicen 3.100 viajes diarios en el sistema, según datos de Lina López.
“Esto nos pone en un escalón más arriba de la nada, que nos permite soñar con que sucedan más cosas”, concluye Daniel Carvalho. Con esperanza, conciencia y, sí, todavía mucho trabajo por hacer, cerró el Foro Mundial de la Bicicleta. Para que sean posibles esas ciudades más amigables y seguras, ciudades para todos, la discusión debe seguir rodando y los compromisos, en marcha.