El epíteto de Alejandro Magno hace alusión a lo
grande que fue. El legendario rey de Macedonia, con sus heroicas hazañas militares, escribió su nombre con tinta imborrable en la memoria de la humanidad. Pero su destino, quizás, hubiera sido diferente de no haber recibido una educación adaptada a sus necesidades y que le permitiera alcanzar su potencial. Lo que hoy llamaríamos una educación personalizada.
Fue Aristóteles quien se encargaría de la formación intelectual del joven Alejandro, enseñándole lo que necesitaba saber un heredero al trono y revelándole los misterios del mundo a aquel que, más adelante, se propuso conquistarlo. Como en este caso, y en el de otras tantas figuras a lo largo de la historia, todos nos beneficiaríamos de recibir una educación que responda a nuestros intereses, aptitudes y capacidades, que nos permita descubrir y vivir nuestro potencial personal.
En los últimos años, justamente, el aprendizaje adaptativo se ha situado en el centro del debate educativo con una consigna que pareciera obvia: debe ser el sistema el que se adapte a las singularidades de cada estudiante, y no al contrario. Parte del reto consiste en contar con metodologías de enseñanza y aprendizaje que apunten a personalizar las lecciones, las lecturas, las actividades prácticas y las evaluaciones para cada estudiante.
En términos prácticos, pocas familias pueden permitirse contratar a un tutor privado, ni es realista pretender que haya un maestro para cada alumno en el mundo. Ante esta encrucijada el avance de las tecnologías digitales empieza a generar soluciones adecuadas, asequibles y eficientes para abordar el problema de la universalización del acceso a una educación personalizada.
Así, lo que antes llamábamos solamente «aprendizaje adaptativo» pasa entonces a llamarse «aprendizaje adaptativo inteligente», una tendencia fundamentada en el uso de la tecnología para crear entornos de aprendizaje donde se reconozca que no es la falta de capacidades de los estudiantes lo que limita sus oportunidades de vida, sino la falta de capacidad del sistema para comprender y atender sus necesidades e intereses como individuos.
¿Cómo funciona el aprendizaje adaptativo inteligente?
Las aplicaciones de
software para el aprendizaje adaptativo utilizan datos masivos –big data– y desarrollos de inteligencia artificial que, en los últimos años, han tenido avances notables en las áreas de procesamiento de lenguaje natural y algoritmos de
machine learning, por ejemplo, gracias a los cuales es posible adaptar en tiempo real las rutas de aprendizaje sugeridas a cada estudiante en una escala masiva. En sus versiones más sofisticadas, son sistemas que aprenden sobre cómo aprenden sus usuarios.
Para lograrlo, según las funcionalidades específicas de cada sistema, se recopilan volúmenes importantes de información que dan cuenta de la interacción que cada estudiante tiene con los contenidos o actividades propuestas. El procesamiento y análisis de esta información permite identificar patrones comunes entre diferentes segmentos de usuarios, los cuales remiten a las fortalezas y debilidades de cada individuo y hacen posible la recomendación de rutas de aprendizaje de acuerdo con el perfil del alumno.
Así, los alumnos pueden avanzar a su propio ritmo y, a medida que progresan o cambian sus patrones de aprendizaje, los sistemas pueden actualizar la ruta automáticamente y adaptar, por ejemplo, el orden, el formato o la dificultad de los contenidos y las actividades. En algunos casos, las plataformas de aprendizaje tan solo muestran los datos recopilados a los profesores, quienes deben definir, en lugar del algoritmo, cómo abordar las singularidades de cada estudiante.
Oportunidades a la medida
El aprendizaje adaptativo inteligente abre una puerta para crear las condiciones que permitan atender la diversidad de ritmos y formas que se enmarcan en el proceso de aprendizaje. Si bien en la actualidad la mayor cantidad de aplicaciones están enfocadas en matemática y física para estudiantes de colegio, la aparición de nuevos algoritmos y técnicas de procesamiento de lenguaje natural derivan en la aparición progresiva de soluciones para el aprendizaje y el perfeccionamiento de los idiomas, el aprendizaje corporativo y la educación superior, entre otros.
La personalización es más relevante como oportunidad para el cierre de las brechas de aprendizaje que se acrecentaron durante la pandemia. Además de los nuevos apoyos para estudiantes específicos, la labor docente se enriquece con una evaluación formativa continua mediada por tecnología, a través de la cual los profesores pueden contar con información adicional para ayudar a sus estudiantes a reconocer sus dificultades, potencializar sus fortalezas y planear estrategias para la mejora de los resultados de aprendizaje, mientras disfrutan de una experiencia que tiene en cuenta sus capacidades, intereses y aspiraciones.
Por otro lado, las analíticas de aprendizaje que hacen parte de los sistemas de aprendizaje adaptativo inteligente pueden servir tanto a las instituciones educativas como a los gobiernos en la toma de decisiones informadas orientadas al mejoramiento del modelo educativo, gracias a la información que proveen sobre las áreas críticas de desempeño.
Hacia el futuro, al pensar en estrategias integrales que garanticen el acceso a la tecnología en las poblaciones vulnerables, el aprendizaje adaptativo inteligente puede permitir que la educación personalizada deje de ser un privilegio de pocos, contribuyendo así a la equidad y al cierre de las brechas estructurales de nuestra sociedad.
Privacidad, seguridad digital y otros desafíos
El diseño e implementación exitosa de soluciones de aprendizaje adaptativo inteligente requiere resolver preocupaciones alrededor de la privacidad, la seguridad y el uso de los datos recopilados, con el fin de prevenir usos no autorizados o que vulneren los derechos de los estudiantes. Adicionalmente, lograr una mirada panorámica del progreso de un estudiante requerirá contar con mecanismos de articulación de la información que, en este momento, se encuentra fragmentada en numerosas aplicaciones y plataformas digitales.
Un paso positivo en esta dirección se encuentra en el Observatorio de Trayectorias Educativas
(https://ote.mineducacion.gov.co/) que el Ministerio de Educación Nacional implementó en colaboración con el Centro Imaginar Futuros de EAFIT. Una iniciativa como esta, que empieza a articular información existente en sistemas y bases de datos del sector oficial, podría enriquecerse en el futuro con información proveniente de plataformas de aprendizaje adaptativo inteligente utilizadas por los estudiantes del país.
Otro importante desafío tiene que ver con las propuestas de aprendizaje implementadas por los diversos aplicativos. Hasta el momento, el fuerte de los servicios de aprendizaje adaptativo inteligente está en el entrenamiento y la ejercitación; se espera que pronto lleguen soluciones con un alcance mayor.
En la actualidad el diseño de entornos de aprendizaje donde se incentive la curiosidad, la resolución creativa de problemas, la interacción social y el aprendizaje colectivo es un complemento indispensable para dar sentido a una experiencia digital que puede tornarse solitaria, mecánica y repetitiva. Lo anterior es resuelto por algunas aplicaciones con la implementación de mecanismos de recompensas y ludificación de la experiencia, mejorando su relación con el bienestar mental de las personas.
El aislamiento, la dependencia y otros riesgos asociados, que no son exclusivos del uso de la tecnología, deben ser considerados por cualquier persona que se enfrenta a la decisión de compra, desarrollo, implementación o uso de soluciones de aprendizaje adaptativo inteligente para sus hijos, estudiantes, colaboradores en empresas, emprendimientos o instituciones educativas