Las ciudades de América Latina y del Caribe, aunque diferentes, comparten retos en común, derivados de su condición urbanística, relacionados con la inclusión, la movilidad y la sostenibilidad. A su vez, cada una de estas ha ganado terreno en resolver sus problemas, también de manera distinta, por lo que tener la oportunidad de confluir en un diálogo se constituye en un gran avance para el desarrollo de la región.
Con Medellín como foco y laboratorio de aprendizaje se generó dicha conversación entre funcionarios municipales de más de 52 ciudades de América Latina y del Caribe, quienes hicieron parte de la segunda Reunión Anual de Alcaldes y del Seminario Ciudades Incluyentes: Aprendiendo de Medellín, que se realizaron entre el 17 y el 19 de septiembre de 2018 en EAFIT.
La elección de la capital antioqueña como referente de desarrollo se debió, en opinión de Luis Alberto Moreno, presidente del BID, a que se trata de una ciudad con mucho por enseñar a todos los latinoamericanos.
Además, según Moreno, en años recientes, Medellín ha recibido múltiples reconocimientos, como el premio a la ciudad más innovadora del mundo, otorgado por el Wall Street Journal; el Lee Kuan Yew World City Prize, conocido como el premio nobel de las ciudades; el World Travel Awards (WTA), como mejor destino de Suramérica, y el premio de ciudad sostenible del planeta.
“Todos los colombianos sabemos bien lo mucho que luchó Medellín por llegar a dónde está, desde los años en que la ciudad era sinónimo de violencia. Es una de las historias de transformación más impactantes, no solamente de nuestra región sino de todo el mundo”, sostuvo el presidente del BID.
Los secretos del éxito de Medellín son, para él, contar con una visión de conjunto y una planificación de largo plazo, fruto de la colaboración entre gobierno, empresariado, ciudadanía y academia, así como con autoridades que construyen sobre lo construido, dado que los alcaldes de la ciudad han reconocido, prolongado y mejorado los éxitos de sus antecesores.
También mencionó que la capital paisa tiene una cultura cívica empresarial envidiable, en la que el empresariado ayuda a definir la visión de ciudad y a estructurar programas y proyectos, y en donde lo público nunca resulta ajeno al sector privado.
“La academia es también clave al construir visión de ciudad, formular proyectos y formar líderes con cultura cívica. Como ejemplo de esta alianza tenemos a Proantioquia y al Comité Universidad-EmpresaEstado (Cuee), quienes se reúnen cada mes para discutir problemas específicos de innovación, productividad, inclusión y calidad de la ciudad”, apuntó.
Y es que, de acuerdo con Ana Lucía Pérez Patiño, directora de Innovación de la Universidad de Antioquia y secretaria técnica del Cuee, se trata de un acuerdo de voluntades, basados en la palabra y en un pacto por el desarrollo de la ciudad, en torno al emprendimiento y la innovación, que empezó hace 15 años, como una alternativa para pensar en el crecimiento socioeconómico de la región.
Sobre la importancia de este encuentro para propiciar la integración regional, Carolina Barco Isakson, exministra de Relaciones Exteriores de Colombia y coordinadora de la Plataforma de Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID, opinó que en el mundo de hoy hay relaciones entre los países, pero son aún más fuertes entre las ciudades.
“La movilidad depende más de la forma de la ciudad que de si escogemos buses, metros o platillos voladores”. Enrique Peñalosa Londoño, alcalde de Bogotá.
“Las ciudades juegan un papel muy importante en nuestro desarrollo. En América Latina, el 80 por ciento de la población vive en las urbes, y el intercambio de aprendizajes en estos escenarios fortalecerá el desarrollo sostenible de nuestra región” planteó Barco.
Transformación de Medellín
Con una mirada retrospectiva, Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín, hizo un paralelo sobre el pasado y el presente de la ciudad, de cara a su transformación y avances, en clave de lo que pueden aprender otras ciudades para superar sus propias dificultades.
“Medellín ha tenido buenos y sucesivos gobiernos. Hemos entendido que, independientemente de las diferencias políticas, la ciudad está por encima, y el proyecto colectivo debe prevalecer. Todavía tenemos grandes retos, y falta avanzar mucho. Eso es lo que, justamente, queremos aprender de los demás”, manifestó.
En palabras del mandatario, desde el final de la década de los 80, y principios de los 90, se vienen planteando retos frente a las huellas de la cultura de la ilegalidad, dado que la mafia es un tipo particular de criminalidad que pervierte los valores de las sociedades.
Más allá de los cambios físicos de Medellín, destacó que el renglón más importante para superar las dificultades y romper el círculo de violencia y pobreza, en términos de inversión, ha sido a través de la educación, no solo desde la cobertura sino desde la disminución de la deserción académica.
El mandatario también habló sobre la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación en la ciudad, donde el 2,14 por ciento del PIB es invertido en estas actividades, mientras que el promedio del país no supera el 0,68 por ciento.
“Medellín es, además, miembro del Comité Directivo del C40, como representante de América Latina, para definir acciones frente al cambio climático. En 2030, debemos tener algunas calles libres de combustibles fósiles, y al 2050 nuestras ciudades tienen que ser emisión cero. Los esfuerzos como región son inmensos”, apuntó Gutiérrez.
Inclusión desde los barrios
Verónica Adler, especialista principal en desarrollo urbano y vivienda del BID, menciona que América Latina tiene cerca de un 30 por ciento de su gente viviendo en asentamientos informales, por lo que queda mucho por hacer.
“La infraestructura es importante, pero lo social es igual de importante. Los programas de mejoramiento de barrios, que hacemos y promovemos desde el banco, tienen un componente fuerte de infraestructura, pero no dejan de ser proyectos sociales”, anotó.
En el caso de Medellín, Jaime Bermúdez Mesa, gerente general de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, habló sobre dos proyectos urbanos integrales, en la zona centro-oriental de la ciudad y en la Comuna 13, respectivamente —una intervención de escala media en la que se tienen definidos todos los problemas sociales—.
“En Medellín había cinco territorios donde estaba el mayor déficit social, y allí nos concentramos, e hicimos algo que parece muy sencillo, pero es complicado: llegar de manera conjunta, con toda la administración, para presentar alternativas sociales y de infraestructura física”, subrayó.
El proyecto urbano integral es una metodología desarrollada en la ciudad, a base de práctica, con pasos de cómo entender la historia del territorio; convocar a asambleas barriales o comités cívicos; hacer los talleres de imaginarios; implantar sobre el territorio, y presentar la información a la comunidad. Por su parte, Diego Fernández, secretario de Integración Social y Urbana de Buenos Aires (Argentina), habló sobre el emblemático proyecto del Barrio 31, en esa ciudad argentina, apoyado por el BID. Se trata de una villa con habitantes de escasos recursos, instalada al lado de una de las zonas más costosas de Argentina y de Latinoamérica, donde el metro cuadrado vale casi 5 mil dólares.
“Los programas de movilidad; construcción de barrios; seguridad ciudadana, y gestión pública y fiscal, se guían por la meta de lograr una ciudad de calidad en lo social, económico y ambiental”, Luis Alberto Moreno, presidente del BID.
“Hoy tenemos el 35 por ciento de la infraestructura del barrio hecha y, para diciembre de este año, llegaremos al 100 por ciento. En el Barrio 31 se mueve un volumen económico equivalente al 30 por ciento del shopping más grande de Argentina, todo informal, así que lo formalizamos. En el tema de vivienda, hay 130 terminadas de las 1.300 que vamos a entregar para junio del año que viene”, señaló Fernández.
Dentro de los mayores aprendizajes, resaltó el poder pensar en grande para transformar esa zona en un barrio más de la ciudad, no solamente en términos de infraestructura sino también en todos los aspectos sociales.
Finalmente, Fernando Martínez Salcedo, director de desarrollo del Instituto de Estudios de la Tierra, en Sevilla (España), habló sobre la transformación de esa ciudad en los últimos 15 años, basado en la experiencia en el centro urbano y en la intervención en una zona marginal, con población en riesgo de exclusión.
“Las necesidades de gestión de mayor interés, para reactivar la ciudad, y comprometer positivamente el futuro de su desarrollo y el bienestar de los ciudadanos, son: el fortalecimiento de la promoción pública de la vivienda y las iniciativas de rehabilitación urbanística; la movilidad y el transporte; el abastecimiento, saneamiento y depuración de las aguas; la recogida y el tratamiento de los residuos, y otras funciones institucionales de interés para mejorar la calidad de vida”, enumeró Fernando.
Acciones globales desde lo local
Convencido de que la gestión de las finanzas públicas está en el corazón de toda estrategia, en términos de desarrollo urbano, Vicente Trelles, jefe de la División de Gestión Fiscal del BID, lideró la conversación sobre eficiencia y efectividad en la gestión fiscal.
Habló de que la región ha experimentado, en los últimos 20 años, un crecimiento relativamente bajo y con una alta volatilidad. Según sus proyecciones, a futuro habría también un tipo de crecimiento económico parecido, lo que va a afectar las finanzas públicas en el ámbito nacional y, por ende, subnacional.
“En ese contexto, la situación fiscal de la región, en general, también es delicada. Obviamente hay variaciones entre diferentes países, pero el espacio fiscal para hacer cosas es relativamente limitado. Varios países de la región van a sufrir ajustes para poder mantener un orden en las finanzas públicas y lograr una sostenibilidad fiscal correspondiente”, advirtió Fernando.
Así mismo, dijo que la revolución tecnológica va a tener implicaciones en las prestaciones de servicios, pero también va a requerir inversiones en infraestructura, lo que afectará la competitividad de regiones y ciudades: “casi el 80 por ciento del PIB de la región se produce en las ciudades, y para mantener esa competitividad es necesaria la adopción de nuevas tecnologías. Eso requerirá recursos”.
Para María Dolores Almeida, exministra de Finanzas de Quito (Ecuador), la importancia de esos ingresos subnacionales se debe a que permiten financiar la provisión de bienes y servicios, ya que el incremento en la demanda por el crecimiento de la población implicará la necesidad de más recursos, con el fin de tener, en los municipios, agua potable, alcantarillado, vías, entre otros servicios.
“También hay que pensar que los ingresos propios no solamente permiten tener esos recursos, sino que también son una herramienta muy importante de desarrollo vinculado al tema económico. Cuando ponemos impuestos, tasas y tarifas, estamos influyendo en las decisiones sobre dónde y cómo se invierte, y cuánto se ahorra en las familias y en el sector privado”, puntualizó Almeida.
En el caso de Medellín, en el tema fiscal, Orlando Uribe Villa, secretario de Hacienda local, apuntó que la ciudad es el segundo conglomerado público más grande del país, pues es accionista en 36 empresas de distintos sectores sociales. Entre estas se encuentra Empresas Públicas de Medellín (EPM), una compañía modelo en América Latina, cuyo accionar posibilita a la ciudad complementar sus ingresos, al punto en que un 20 por ciento del presupuesto público corresponde a trasferencias de dicha compañía.
Precisamente, la importancia del sector privado en lo público ha sido uno de los pilares en los que se sustenta el desarrollo de Medellín, tal como lo explicó Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, cuando afirmó que hay una participación de este sector desde una óptica distinta: la ética civil y la responsabilidad social de valores, con compromisos morales y ambientales, para convertirse en multilatinas.
“La suscripción del pacto global, y de los compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, implica la participación decidida del sector privado en lo público. Hoy, el empresariado sabe que si a la sociedad le va bien a la empresa le va bien”, concluyó el Rector.
Aprendizajes y lecciones
Joaquín Losada, intendente de Posadas, provincia de Misiones (Argentina)
“Para quienes somos alcaldes siempre es muy interesante venir a Medellín, pues hemos intentado estudiar, entender y formarnos de la experiencia de esta ciudad, con sus elementos transformadores que muchas ciudades intentamos seguir, teniendo en cuenta nuestro lugar y diferencias”.
Mónica Fein, intendente de Rosario (Argentina)
articulación de la ciudadanía discutiendo para definir los lineamientos de este. Somos parte de la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (Ramcc), y nuestras líneas de acción son fortalecer energías renovables; disminuir residuos sólidos urbanos enterrados, mediante una política de compost y recuperación, y fortalecer el transporte sustentable.
Miguel Becker Alvear, alcalde de Temuco (Chile)
“Medellín se ha caracterizado por haber cambiado el rostro a su ciudad en los últimos veinte años. A propósito de eso es que hemos querido estar acá. Una de nuestras preocupaciones es la movilidad y la seguridad, en lo que debemos trabajar en su totalidad como sociedad, y siempre es interesante escuchar a quienes tienen más experiencia y van adelante en esta carrera”.
José Manuel Ulate Avendaño, alcalde de la ciudad de Heredia (Costa Rica)
“Una experiencia que aprendí en Medellín y en Miraflores fue la de los minigimnasios públicos, los cuales instalamos en casi todos los parques, y en el tema de accesibilidad y de aceras, somos los mejores del país, lo que nos ha permitido crear una movilidad incluyente”.
Ramón Antonio Echavarría Peguero, alcalde de San Pedro de Macorís (República Dominicana)
“Vinimos a aprender de Medellín y de otras ciudades participantes en este evento, y realmente se ven muchas ideas novedosas e innovadoras que son un aprendizaje y abren un mundo de oportunidades para extrapolar dentro de las posibilidades e idiosincrasia de nuestro propio pueblo”.
Jeferson Dantas Passos, secretario de finanzas de Aracaju (Brasil)
“Queremos aprender de la interacción de Medellín con la universidad y con la empresa privada en una búsqueda de soluciones a los problemas, en temas como la reducción de violencia, la integración de la sociedad, los servicios y las disponibilidades”.
Hugo Aedo Mendoza, alcalde de la Provincia de Huamanga (Perú)
“Medellín se ha desarrollado muy rápido después de los problemas sociales que ha tenido debido al narcotráfico, lo que no ocurrió en el Perú, donde seguimos con problemas de desnutrición, anemia y con ciudades desordenadas”.
Gerardo Espíndola Rojas, alcalde de Arica (Chile)
“Medellín es un ejemplo de resiliencia increíble, de no resignarse ante una historia y un drama que les tocó vivir por años. Nosotros tenemos muchas experiencias en torno a diferentes temas como la movilidad urbana, pero llevada no tanto a la infraestructura sino a los espacios de convivencia entre el ciclista y el automovilista, y creo que ahí tenemos mucho que enseñar como ciudad”.
Enrique Peñalosa Londoño, alcalde de Bogotá
“El tema de la movilidad es muy peculiar porque, a diferencia de otros como la salud o la educación, que mejoran a medida que las sociedades son más ricas, esta puede empeorar si lo que la gente hace es sacar más el carro. Entonces es clave lograr una movilidad que se pueda hacer en transporte masivo y en bicicleta, pero para eso es necesario que la ciudad crezca como debe ser”.