Alejandro Vélez Acevedo
Community Manager de EAFIT
Mientras que la Oficina Federal Anti-monopolio de Alemania prohíbe a Facebook utilizar datos de usuarios extraídos de webs o de aplicaciones sin consentimiento, y el gobierno de Brasil obliga a esta red social a instalar los datos en servidores dentro del territorio brasileño, en Colombia apenas se empieza a hablar de algunas regulaciones. Y como el país no está dentro de las principales economías que mueven este negocio y no existe una medida específica sobre el tránsito de datos, la información de los 31 millones de perfiles colombianos de esta plataforma seguirá, según expertos, estando en cualquier lugar.
Al abrirse un video en Facebook su algoritmo tiene la capacidad de conocer qué está pensando el usuario, cómo se comporta, cuáles son sus intereses y, a un nivel más avanzado, cuál es su estado de ánimo. El hecho es que toda esta información se recoge de cada dato que se comparte en la red social, basta con una etiqueta, compartir un sentimiento o responder a la pregunta de ‘¿qué estás pensando?’ para que las grandes compañías empiecen su batalla comercial mediante anuncios que incitan a la compra o generan necesidades que, de forma consciente, inclusive, el consumidor no sabía que existían.
Según Juan Carlos Monroy Osorio, profesor del Departamento de Mercadeo de EAFIT, “el problema real no es si los dueños de la red social tienen los datos recopilados de cada perfil, el problema es qué hacen con ellos, y compañías como Facebook están empleando información de sus cuentas para convertirse en ese caballo de batalla en cuanto a la pauta publicitaria”. Esto genera desconfianza en los usuarios, además de una paranoia digital en la cual reside la disyuntiva entre tener o no redes sociales y seleccionar cuidadosamente cada caracter que allí se comparte.
¿Y el usuario está entrenado?
Una cuenta de Facebook se crea siguiendo un par de simples pasos, el anonimato se conserva según el gusto o las necesidades del usuario, las reglas del juego están determinadas por cada país y el contrato de privacidad es diferente según las coordenadas desde las que se establezca la conexión.
“Es urgente que las personas se formen en ciudadanía digital y se pueda generar una cultura de uso en plataformas como Facebook. Esto permite que conozcan las redes y comprendan que estas requieren un manejo responsable, no solo en cuanto a la información privada y sensible, sino el daño que se puede causar con un mal manejo de la misma”, Hugo Castaño, secretario general de EAFIT.
Para Álvaro Soto, experto en seguridad informática e investigación forense digital, este es uno de los temas más delicados porque no existen normas unificadas en relación con los sistemas de protección y el uso autorizado que se le está dando a la red social, porque al darle los datos a este gigante se le están entregando indirectamente a cuentas asociadas como WhatsApp e Instagram, lo que genera un cruce de información entre estas plataformas.
Y todo este movimiento masivo de información personal, según agrega el experto, no se hace a espaldas del usuario, para esto se aceptan las ‘Condiciones del servicio’ a las que se valida en la casilla de verificación de las 3447 palabras, para el caso de Colombia, de una manera irresponsable y dejando la privacidad a merced de los empresarios detrás de los ‘Me gusta’. “Los usuarios del común no están educados para digerir las políticas y le dan aceptar a todo sin pensar en las consecuencias y es su responsabilidad conocer ampliamente a qué le están dando permiso”, dice Álvaro Soto.
El conocedor agrega que, con el objetivo de llegar a la conciencia del usuario y apoyarlo en su educación digital, es necesario generar campañas de sensibilización de tipo gubernamental y entrenar a las personas desde muy temprana edad para que no dejen sus datos a los dueños de las aplicaciones, dejándose llevar por múltiples funciones gratuitas, teniendo clara la consigna que indica que, en materia de seguridad, la buena fe no existe.
Por su parte, Hugo Alberto Castaño Zapata, secretario general de EAFIT, afirma que, en el tema de redes sociales y directamente lo que tiene que ver con Habeas Data, aún no es lo suficientemente difundido entre los ciudadanos, y las instituciones no son conscientes de la responsabilidad que conlleva el manejo de los datos y las problemáticas a las que podrían enfrentarse en los ámbitos regulatorio y reputacional.
“Es urgente que las personas se formen en ciudadanía digital y se pueda generar una cultura de uso en plataformas como Facebook. Esto permite que conozcan las redes y comprendan que estas requieren un manejo responsable, no solo en cuanto a la información privada y sensible, sino el daño que se puede causar con un mal manejo de la misma”, señala el directivo.
¡Empieza la alerta en Colombia!
Iniciando 2019 la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le anunció a la red de Mark Zuckerberg una orden preventiva con la que tiene que implementar medidas apropiadas, útiles y eficaces para el manejo de la privacidad de los datos en Colombia, las cuales, además, tendrían que estar certificadas. Estas también han sido implementadas en naciones como Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Países Bajos y Nueva Zelanda.
Con esta disposición, según un comunicado que da a conocer la Resolución 1321 del 24 de enero de 2019, la SIC le apunta a garantizar la seguridad de los datos personales a los colombianos, al evitar el uso y el acceso no autorizado o fraudulento; y consulta, adulteración y pérdida no autorizada o fraudulenta.
De esta manera, la plataforma, que alberga los datos del 68 por ciento de los colombianos, tendrá que evidenciar que mejoró las condiciones de seguridad a través de “…una certificación emitida por una entidad independiente, imparcial, profesional y especializada en temas de seguridad de la información. Quien emita el certificado será seleccionado por Facebook, pero debe ser un tercero cuya gestión esté libre de todo conflicto de interés que le reste independencia y que esté ajeno a cualquier tipo de subordinación respecto de Facebook”, explica en el comunicado en mención Andrés Barreto González, superintendente de Industria y Comercio.
Para José Santiago Rendón Vera, abogado de la Secretaría General de EAFIT, y quien se encarga del tema de Habeas Data en la Universidad, en caso de generarse un incumplimiento por parte de Facebook, “lo que puede suceder es que la Superintendencia, como entidad administrativa para la protección de datos personales, pueda continuar con la investigación o sancionar de acuerdo con los datos que estén en peligro, o si se realiza un tratamiento inadecuado se debe pagar”.
Además, “al operar en Colombia se deben regir por estos estándares, aunque sea una organización extranjera. El riesgo mayor es una multa, o la SIC puede implementar acciones para que no sigan operando en el país”, agrega el abogado.
Sin embargo, afirma el experto, es una medida que fácilmente podría cumplir la red social más grande del mundo, porque es normal que los países exijan proteger los datos de los ciudadanos, incluso naciones que tienen legislaciones con más avance lo han logrado y cuentan con exigencias adicionales que están vigentes en Europa, por ejemplo, más cuando se trata de una plataforma que tiene, según la SIC, aproximadamente 2410 millones de usuarios en todo el mundo.
Esta es una situación de cuidado que no solo se sugiere en Colombia. Es un asunto prioritario en el mundo y en el que los gobiernos están en la obligación de ser más predictivos que reactivos, y donde los usuarios tienen una responsabilidad directa de conocer la verdadera privacidad de sus datos, así como de adquirir insumos para su defensa, con el fin de evitar abusos y situaciones que pongan en riesgo su privacidad o seguridad.
El blindaje en las redes sociales
Los expertos en seguridad informática, mercadeo digital, derecho y protección de datos hacen algunas recomendaciones para los usuarios con el fin de no dejar los datos en un agujero negro y ser más responsables con la información que se comparte.
- Leer completamente las condiciones del servicio, los contratos de privacidad y las políticas de protección de datos antes de dar permiso para la utilización de su información.
- Asesorarse, preguntar y consultar con expertos el alcance que podría tener la información a compartir, en caso de tener dudas frente a la documentación presentada por las redes sociales.
- Acceder a las características de privacidad para conocer y poder regular quiénes podrían ver la información que se comparte.
- Almacenar en otras plataformas datos como teléfonos, direcciones y cuentas bancarias.
- Aceptar y enviar solicitudes de amistad únicamente a personas a las que se conoce personalmente o que se tienen como referencia, por lo menos, tres amigos en común.
- Usar la navegación privada. Esta evita que se almacenen algunos datos y, de alguna manera, evita el algoritmo de la publicidad, mucho más si la navegación se realiza desde dispositivos no habituales.
- La red social siempre está activa, por esto es importante cerrar la sesión y revisar regularmente desde qué dispositivos se ha iniciado la aplicación por medio de la opción seguridad que está dentro de la configuración.
Este sería el antivirus de casi 4130 millones de internautas en el mundo, de los cuales Facebook recolecta, usa y circula datos personales de no menos del 58 por ciento de los seres humanos con acceso a internet; contra la paranoia en temas de redes sociales al no conocer la finalidad real que puede tener lo que en ellas se comparte, o la otra opción es la de continuar con una vida digital sin cuidados de privacidad mientras la información navega en un agujero negro.