Proponer, entregar, solucionar, transferir, aportar… Estas son acciones que EAFIT practica día a día y hora a hora desde que un miércoles de 1960 un grupo de empresarios puso a rodar una historia que hoy se cuenta en infinito. El reto siempre ha sido tener un pie en la Universidad y otro en el mundo que la rodea, es decir, mirar desde los espacios de aprendizaje y los laboratorios hacia un entorno que cada minuto es diferente y que necesita del respaldo de una academia que conjugue los cinco verbos iniciales en hechos concretos para la sociedad.
Patentes obtenidas en Colombia y el exterior, secretos empresariales, diseños industriales, la producción permanente de los 44 grupos de investigación, proyectos de asesoría y consultoría, apoyo a comunidades y participación en grandes discusiones nacionales e internacionales hablan de una Institución cuyos conocimientos y tecnología se transfieren, y en este recorrido de seis décadas no solo han evolucionado, sino que están a la vanguardia, en una dinámica de reinvención y adaptación que incluye todos los sectores y con respuestas que llegan a lo público y lo privado.
Desde la misma génesis de EAFIT existe un compromiso permanente por conectarse con los retos del entorno. Y no solo se hace tangible en el perfil empresarial de sus fundadores, sino en hechos como el ocurrido en 1962 cuando a la naciente carrera de Administración de Negocios se unió la apertura del Instituto Tecnológico (IT), que aparte de complementar el nombre de EAFIT fue uno de los puntos de partida para las carreras tecnológicas en el país. Y así, de esa manera, se fue consolidando un sistema que a lo largo de los años se ha erigido como una promesa y una declaración.
Y es que en un comienzo había una universidad que transmitía conocimiento, luego una que lo generaba y más adelante otra que lo llevaba a la sociedad, dinámica que se ha mantenido activa en estas décadas de cambios tecnológicos y de respuestas exigidas en varios sectores, los que han acelerado las transformaciones que han llegado desde EAFIT y que le apuntan a temas tan diversos como la agricultura, la equidad de género, la movilidad, la cultura y el urbanismo, entre otras, y que dan fe de una universidad universal.
Imaginación + realización = innovación
Precisamente, con la finalidad de contribuir al desarrollo del país a través de la transferencia de tecnología y conocimiento, la apuesta institucional en 2006 fue consolidar la innovación como un diferencial de la Universidad, por lo que nació el Centro para la Innovación, la Consultoría y el Empresarismo (Cice de EAFIT), que en 2016 se convirtió en la dirección de Innovación EAFIT, enfocada en ofrecer soluciones sustentadas en el saber y en la experiencia de las diferentes áreas académicas y de investigación de la Universidad.
Para lograrlo, explica Adriana García Grasso, directora de esta unidad, se basan en tres líneas de trabajo: proyectos de innovación y consultoría, cuya misión da respuesta a las necesidades del medio a través del conocimiento existente en diferentes campos; acompañamiento a emprendedores mediante la validación de modelos de negocio, la conformación de equipos y la articulación con el ecosistema de emprendimiento e innovación; y transferencia de tecnología y conocimiento para la creación y la participación de nuevos negocios del conocimiento (spin off, licencias y explotación directa), y la identificación y el desarrollo de productos de conocimiento para proyectos de innovación.
La producción de patentes, que en EAFIT suman 58, son una respuesta de la Universidad a soluciones que busca la sociedad. El profesor Juan Diego Jaramillo es uno de los docentes que ha liderado iniciativas de este tipo. Foto: Róbinson Henao.
Es así como través de consultorías, asesorías y acompañamiento se entregan soluciones para los sectores empresarial, gubernamental y cultural, al partir de la generación de un impacto social: “Si bien somos una unidad de negocio dentro de la Universidad, garantizamos que todos los excedentes económicos que alcanzamos sean reinvertidos en el mismo proceso de investigación, en el acompañamiento a emprendedores y en el apalancamiento de EAFIT Social”, explica la directiva.
Para ella, dentro de todo este proceso, ha sido clave el camino recorrido por la Institución, que en estos 60 años de historia ha pasado a ser una Universidad de primera generación a una de tercera generación: “Ya no somos una Universidad que solo enseña y a la que el alumno únicamente va a recibir clases. Ahora enseñamos, aprendemos e investigamos, pero también transferimos conocimiento al medio”, especifica.
“Decidimos involucrarnos proactivamente en el medio y participar en la solución de sus problemáticas. Esto nos hace una Universidad de quinta generación”,
Adriana García.
Incluso, asegura Adriana, EAFIT en la actualidad está dos niveles por encima de esta clasificación ya que enseña, investiga, transfiere conocimiento, aprende del medio y emprende en un sentido amplio a través de figuras como las
spin off y las diferentes unidades de negocio: “Además, decidimos involucrarnos proactivamente en el medio y participar en la solución de sus problemáticas. Esto nos hace una universidad de quinta generación”.
Esperanza y confianza para materializar la responsabilidad social
El enfoque social al que hace referencia Adriana García es el que la Institución ha tomado como bandera, apuntándole a articular aprendizaje, descubrimiento, creación y cultura con un sentido humano, mandatos insertos en la actual hoja de ruta de la Universidad: el Itinerario EAFIT 2030, donde se habla de desarrollar alianzas relevantes y fortalecer los vínculos de confianza con los sectores empresariales, gubernamentales, sociales y académicos.
Por eso, hacer equipo con otras dependencias de la Universidad como EAFIT Social es clave para alcanzar el objetivo de generar el mayor impacto a través de la innovación social, basada en el planteamiento de nuevas ideas o formas de trabajar que satisfacen las necesidades sociales de manera más eficaz que los métodos existentes: “EAFIT vive la innovación social de manera permanente y mucho más a partir del Itinerario EAFIT 2030, en el que forjamos humanidad y sociedad a través de la producción, la difusión y la evaluación de tecnologías y conocimientos disponibles o necesarios”, aclara Mario Enrique Vargas Sáenz, director de EAFIT Social.
Dentro de este proceso, dice el directivo, surgen retos constantes relacionados con situaciones de falta de articulación y de capital en organizaciones sociales y comunitarias, y temas de formación en habilidades para la vida en jóvenes de instituciones públicas, por poner algunos ejemplos. Desafíos en los que trabaja permanentemente EAFIT Social y que se han visto materializados en resultados que hoy se convierten en semillas de esperanza y confianza.
En diversas organizaciones, públicas y privadas, se encuentra el aporte de EAFIT, cuya transferencia de conocimiento es una de las constantes en estos 60 años.
“EAFIT vive la innovación social de manera permanente y mucho más a partir del Itinerario EAFIT 2030, en el que forjamos humanidad y sociedad”, Mario Vargas.
Entre los logros se destacan, entre otros, la articulación de 42 mil jóvenes y de 210 instituciones educativas en todo el país, la formación de 400 maestros y, por lo menos, 150 directivos docentes; el fortalecimiento organizacional integral de 14 asociaciones de cacaocultores y la participación de cerca de 500 eafitenses en el programa de voluntariado institucional.
Pedaleando por un mundo más sostenible
Una de las iniciativas a las que le apuesta Innovación EAFIT tiene que ver con la movilidad sostenible. A través de la
spin off Inmotion, por ejemplo, se busca ofrecer soluciones para transformar la manera en que se mueve el mundo. La compañía, que lleva ocho años operando, es la materialización del sueño de cuatro egresados eafitenses, quienes a través de su empuje convirtieron a Inmotion en el primer desarrollador de movilidad sostenible y eléctrica en Colombia.
Mauricio Aramburo Londoño, ingeniero de diseño de producto de la Universidad y uno de los fundadores de la empresa, considera que el apoyo entregado por Innovación EAFIT, especialmente durante los primeros años de operación, fue clave para sacar adelante el proyecto y garantizar su éxito: “Su aporte fue importantísimo porque para los emprendedores contar con el respaldo de una marca como EAFIT ayuda mucho a potenciar el trabajo, a darle visibilidad y a hacer que el negocio crezca”.
Lo que más resalta del trabajo conjunto es la oportunidad de aportar desde los diferentes frentes. En el caso de Inmotion, desde la parte técnica de desarrollo del producto y en el caso de EAFIT, desde la comercialización y apalancamiento.
Hoy, este emprendimiento cuenta con cuatro diseños industriales y una patente otorgados. Además, a través de los sistemas corporativos que ofrecen a empresas como Grupo Argos e Isa, se han alcanzado, a la fecha, importantes indicadores: más de 20.080 préstamos de bicicletas eléctricas, 111.567 kilómetros recorridos, el ahorro de 131.647 toneladas de CO2 y más de 2.388 horas de viaje.
Soluciones a la medida de cada necesidad
Además de soluciones de movilidad, que se traducen en beneficio para la sociedad, están también otras iniciativas que en la actualidad le apuntan a generar un impacto positivo en los ámbitos ambiental y social. Es el caso de los trabajos en nanotecnología que adelanta Mónica Álvarez Láinez, docente e investigadora adscrita a la Escuela de Ingeniería de la Universidad.
Desde hace ocho años se ocupa, junto con su equipo, de la fabricación de membranas para la filtración de partículas de tamaños menores a 25um, de la elaboración de técnicas para la dispersión de nanopartículas, con propiedades antimicrobiales y autolimpiantes, y de la fabricación de máscaras respiratorias para la captura de material particulado PM 2,5 y PM 10. El proyecto, del que Fabricato es aliado, cuenta con un secreto empresarial otorgado y una patente internacional en solicitud, y resulta especialmente útil para la sociedad en momentos como el actual, en el que se enfrenta una pandemia y grandes niveles de contaminación en las ciudades.
En los meses que se ha extendido esta contingencia, desde Innovación EAFIT se han propuesto iniciativas para ayudar a superar estas dificultades. Foto: Róbinson Henao.
Para Mónica, buscar soluciones a estos desafíos para contribuir a la sociedad es el principal motor de su labor como investigadora: “La idea cuando uno genera conocimiento e innovación es provocar un impacto en la sociedad. Esto le da sentido a lo que hacemos”, afirma. Para maximizar este alcance a través de su trabajo considera clave el papel de Innovación EAFIT como un articulador importante en la relación entre la academia con los sectores gubernamental, empresarial y social.
En lo anterior, coincide Juan Diego Jaramillo Fernández, docente del Departamento de Ingeniería Civil y quien se ha dedicado durante 30 años a la investigación en la Universidad al acompañar proyectos de innovación con gran alcance social como Flot- Hábitat, una
spin off entre la Institución y Utópica, que se centra en el diseño y el desarrollo de soluciones habitacionales anfibias, construidas sobre plataformas modulares, que propician un hábitat digno para sobrellevar las inundaciones aluviales en regiones vulnerables.
Sin duda, a través de estos proyectos y con la innovación como punta de lanza, EAFIT ha dejado una huella indeleble en su entorno a lo largo de sus seis décadas de historia y que se traduce en iniciativas como lo hecho con el Metro de Medellín, Argos o Augura, entre otras organizaciones. En palabras de Juan Luis Mejía Arango, rector de la Institución, si no existiera la Universidad habría un vacío enorme en una sociedad que se ha visto beneficiada con el aporte de sus diferentes estamentos. Este ha sido un recorrido que ha evolucionado de acuerdo con el espíritu de cada tiempo, trayectoria en el que EAFIT ha experimentado transformaciones y logros que hoy la consolidan como un centro de pensamiento con proyección hacia el futuro sin olvidarse del legado heredado por sus fundadores.
“La idea cuando uno genera conocimiento e innovación es provocar un impacto en la sociedad. Esto le da sentido a lo que hacemos”, Mónica Álvarez.
Proyectos que reflejan el alma
• En 14 años de operación de Innovación EAFIT se han realizado más de 2100 proyectos en la línea de Innovación y consultoría (300 de estos en 2019), los que han sido ejecutados en alianza con más de 80 organizaciones y se han materializado gracias al esfuerzo y el compromiso de las 850 personas vinculadas y los más de 400 consultores e investigadores.
• En la línea de
Transferencia de Tecnología y Conocimiento se destaca la creación y la gestión de 87 proyectos (21 facturando, 21 en estudio y 45 en maduración).
• En cuanto a la línea de
Acompañamiento a emprendedores resaltan cifras como el apoyo entregado a más emprendedores desde 2006 y las más de 1700 iniciativas empresariales que han participado en el Concurso de Iniciativas Empresariales desde ese mismo año.