El Itinerario EAFIT 2030 plantea para los próximos años, lo comentó el rector Juan Luis Mejía Arango, una ruta en la que la Institución quiere consolidarse como una universidad para todas las generaciones, un lugar en el que además de las personas que se han decidido por un campo específico de formación, también confluyan aquellas que apenas están comenzando a asombrarse con el conocimiento o quienes después de largas experiencias de vida desean volver a contagiarse del deleite intelectual y ponerse en sintonía con este mundo de rápidos y permanentes cambios.
Y es que EAFIT ha asumido este compromiso, inclusive, desde hace décadas, cuando comprendió que un título profesional no es suficiente para laborar toda la vida, “sino que todo profesional debe actualizarse permanentemente en su área de conocimiento, y si lo considera pertinente desarrollar nuevas competencias con miras a una eventual reconversión laboral. Con este espíritu se amplió la oferta de posgrados y se desarrolló la educación continua, hoy a cargo de la Dirección de Formación Permanente”, manifiesta Alberto Jaramillo, director de Direccionamiento Estratégico.
Y de todas las generaciones se habla, precisamente, en Educación Permanente, en donde explica su director Luis Fernando Rendón Cortés, tienen desde un niño de año y medio que acude a iniciación musical, hasta un aplicado alumno de 94 años que es el primero en llegar a sus clases.
Él, con más de 40 años en EAFIT, asegura que la ha visto crecer en todas sus dimensiones, por eso revela que el proceso de expansión de la oferta académica de EAFIT ha obedecido a varios factores: “La identificación de necesidades en distintas regiones, la formación y vinculación de profesores en áreas de conocimiento nuevas dentro de la Institución, la creación de alianzas con socios estratégicos y el desarrollo de proyectos de investigación y de innovación”. Los pregrados en Ingeniería Agronómica y Diseño Interactivo, y Diseño Urbano y Gestión del Hábitat, y las maestrías en Estudios del Comportamiento y la virtual en Lectura y Escritura son nuevos programas, por ejemplo, que enriquecen la oferta académica de la Institución.
Y de todas las generaciones se habla, precisamente, en Educación Permanente, en donde explica su director Luis Fernando Rendón Cortés, tienen desde un niño de año y medio que acude a iniciación musical, hasta un aplicado alumno de 94 años que es el primero en llegar a sus clases. Según datos de 2019, se ofrecieron unos 700 programas con cerca de 17.200 participantes.
“Desde que se crea EAFIT, cada que la gente se iba al mundo laboral surgían temas nuevos o cada que entraba una nueva tecnología las personas veían la necesidad de prepararse en algo más. La Universidad encuentra que hay que apoyar a estar personas y solucionar unos problemas de capacitación. Empieza a cambiar el conocimiento y eso hace que las personas se tengan que actualizar y la educación formal no puede cubrir todos los aspectos que se requieren”.
Saberes de Vida es un programa para personas mayores de 50 años.
Hay programas abiertos a toda la comunidad y otros corporativos, explica Luis Fernando, quien agrega que llegó a EAFIT hace 25 años, como estudiante y profesor, y “nunca me fui”. Ahora, continúa, la Universidad piensa en las familias, entendiendo el concepto de universalidad. “Al principio se pensaba que universalidad era tener todas las áreas del conocimiento, pero ahora decimos que es tener a todos los públicos. En una clase se reúnen todas las generaciones: que uno de 18 interactúe con uno de 36 o de 70, eso da una riqueza de perspectivas”.
Este concepto de una universidad para toda la familia empezó a ser percibido. Juan Fernando Arroyave, quien cursó la maestría en Administración (MBA), regresó a la U y comenzó no hace mucho su nivel ocho de inglés en Idiomas EAFIT, aprovechando que llevaba a su hijo los sábados para que este hiciera el quinto nivel. “Me parece que la oferta de EAFIT es muy buena, muy amplia, que es una Universidad de puertas abiertas, hay gran diversidad”.
Juan Esteban Ruiz Jaramillo, director de Idiomas EAFIT, informa que en 2021 cumplirán treinta años. En su haber tienen seis sedes y nueve lenguas. Reportes de 2018 revelan que se registraron cerca de 31.000 matrículas. “Cuando veo familias siento que nosotros en la Universidad nos convertimos en un recurso para que las personas transiten la vida. Evolucionamos la idea de que éramos un recurso de empleabilidad para mejorar la hoja de vida, para ir más allá”.
Habilidades del siglo XXI
El ser humano como un todo. Por eso, competencias transversales como el pensamiento crítico, la capacidad para resolver problemas, el trabajo en equipo, la comunicación y la creatividad cobran mayor importancia en la formación orientada a todas las generaciones.
“La ciencia nos muestra cada vez más, y con mayor contundencia, que la esperanza de vida ha aumentado y que vivimos más de 80 años perfectamente, y en ese orden de ideas podemos migrar varias veces en la vida de actividad laboral o de áreas dentro de las organizaciones”, Paula Arango Gutiérrez.
“La ciencia nos muestra cada vez más, y con mayor contundencia, que la esperanza de vida, primero, ha aumentado y que vivimos más de 80 años perfectamente, y en ese orden de ideas podemos migrar varias veces en la vida de actividad laboral o de áreas dentro de las organizaciones. Podemos pasar de ser empleados a emprendedores, luego a consultores y después volver a ser empleados. Además, la ciencia nos muestra de manera más fehaciente que el cerebro nunca deja de aprender, por lo que si vivimos más años siempre tendremos que aprender”, afirma Paula Andrea Arango Gutiérrez, vicerrectora de Sostenibilidad y Proyección Social de EAFIT.
La Universidad de los Niños es la entrada a un mundo universitario lleno de descubrimientos.
La directiva agrega que la Universidad debe ser un agente relevante para satisfacer esas necesidades de la humanidad. “Por eso, debemos ser agentes pertinentes para entregarles ofertas de valor a los distintos grupos etarios en la sociedad, desde los niños hasta los adultos mayores. En ese sentido, nos hemos ido sensibilizando cada vez más con esa premisa de que queremos ser una Institución que atienda todas las generaciones. Hemos sido conscientes también de las necesidades de aprendizaje de estos grupos y de cómo cada uno debe encontrar ofertas de valor en EAFIT. Inclusive, con la contingencia que hemos vivido por el covid-19, mirar qué puede ser interesante para un niño tanto en el campus como en otras alternativas valiosas fuera de este”.
María Dilia Reyes Torres sabía desde los 14 años que quería ser periodista. De Cartagena y con las expectativas puestas en las universidades de Medellín, por las cosas de la vida llegó a EAFIT, aunque no era su primera opción. Sin embargo, hoy, tras recibir su título como comunicadora social, comenta sin temor a equivocarse que fue lo mejor que le pasó en la vida. “Estudiar en EAFIT me ha traído muchas cosas positivas que me han encaminado. Pude hacer las prácticas en
El Espectador, ganar becas, hacer un intercambio, aprender de grandes profesores, conocer a mis amigos. ¡Me siento tan eafitense! Medellín y EAFIT me recibieron con los brazos abiertos”.
Muchos conocimientos académicos que se ofrecen en las carreras, asegura María Dilia Reyes, se podrían buscar en libros o en otras plataformas, “pero si hay algo para lo que la Universidad me formó fue para tener pensamiento crítico”.
Muchos conocimientos académicos que se ofrecen en las carreras, asegura María Dilia, se podrían buscar en libros o en otras plataformas, “pero si hay algo para lo que la Universidad me formó fue para tener pensamiento crítico. Trabajar para la sociedad. No concebir mi carrera como una profesión y ya, sino como un servicio dispuesto para la sociedad global”.
La Universidad, en general, cree Ricardo Taborda Ríos, decano de Ingeniería, “nos ha ofrecido a quienes hemos estado en la academia una cosa muy hermosa y es que nos ha permitido sentirnos siempre jóvenes. El contacto con los estudiantes en esa franja tradicional de los 17 a 18 años, a los 22 o 25 años, inyecta una energía a quienes interactuamos en ese entorno. Lo otro es que al ver a las personas de Saberes de Vida o de la Universidad de los Niños, Escuela de Verano o Educación Permanente hay una inyección de realidad en distintas instancias de la vida. Es el espacio natural en el que las personas se pueden encontrar”.
Luis Fernando Rendón Cortés recuerda que, en la ceremonia de posesión de los grupos estudiantiles, cuando se mencionó a Saberes de Vida, el aplauso fue intenso. “Los jovencitos los aplaudían y los hicieron parte de ellos”. Y Fabio Zuluaga, el estudiante de Saberes de Vida, rememora también que trabajan de la mano con los “muchachos” en programas de innovación y emprendimiento, en los que ellos los orientan desde su experiencia.
“Ya somos tan naturales, tan amigos de muchachos de 17 años, que es como una fantasía y lo hace sentir a uno con vigor para seguir viviendo, aumenta las ganas de vivir, se fortalece la salud. 85 años voy a cumplir y espero que mientras esté vivo pueda seguir asistiendo a la Universidad”.
Estudiantes de pregrado
| 10.500
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Estudiantes de posgrado
| 3000
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Estudiantes de Idiomas
| 28.000
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Estudiantes de Educación Permanente
| 17.200
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Estudiantes en la Escuela de Verano
| 2700
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Participantes en la Universidad de los Niños
| 700
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Directivos del programa de Alta Dirección
| 180
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Participantes en Saberes de Vida
| 700
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Participantes de los programas del Instituto Confucio
| 1200
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