Jonathan Andrés Montoya Correa
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
Mens et manus (mente y manos, en español) es el lema con el que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) ha formado a diferentes generaciones de profesionales y científicos. Desde su fundación, en 1861, esta universidad estadounidense ha motivado el aprendizaje de sus estudiantes a partir de actividades que involucran, justamente, el uso de la mente y de las manos como herramientas para mejorar y transformar el mundo.
Décadas más tarde también se decidió llevar esta metodología a otros entornos por fuera del campus y del país, y esa intención se refleja en la actualidad en el trabajo que realizan con niños y estudiantes de colegios (desde antes del preescolar hasta el último grado), con la intención de motivar la creatividad y curiosidad, y ayudarlos a crear bases sólidas para responder a las necesidades educativas futuras.
Se trata de la Iniciativa Institucional PreK-12 (Pre Kindergarten to 12, en inglés), que también involucra a los padres de familia y a diferentes organizaciones de docentes alrededor del mundo. Detrás de su gestión se encuentra el trabajo y compromiso de Claudia Urrea Giraldo, ingeniería de sistemas de la Universidad EAFIT, quien desde hace más de 24 años se encuentra vinculada al MIT.
Como subdirectora del Programa Iniciativas Educativas Estratégicas, de la Oficina de Aprendizaje Digital, la eafitense trabaja en diferentes frentes en estas áreas. Sin embargo, es en la Iniciativa PreK-12 en la que enfoca sus esfuerzos y donde lidera el Grupo de Acción de este programa, que tiene como fin articular la colaboración con individuos y organizaciones de educadores, así como con investigadores y académicos dentro de la universidad.
“Tuve la fortuna de estar involucrada en proyectos de investigación desde la Línea de Informática Educativa y esto me abrió muchas puertas en MIT”: Claudia Urrea.
“En el MIT estamos orgullosos de la educación que reciben nuestros estudiantes y creemos que podemos lograr cambios significativos –en la manera como la gente aprende– y, al mismo tiempo, mejorar la investigación sobre el aprendizaje. Por ese motivo, en PreK-12 nuestro objetivo no solo es llegar a muchos niños y jóvenes, sino inspirarlos a que piensen, imaginen y construyan un mundo mejor”, expresa la egresada de EAFIT.
Claudia Urrea señala que la sociedad enfrenta diferentes problemáticas como la escasez de agua y de comida, el cambio climático, la contaminación o la sobrepoblación. Eso, sin contar que, según cifras del programa Niños Fuera de la Escuela (de la Unesco), cerca de 263 millones de menores no tienen acceso a ninguna clase de educación. Ahí radica la importancia, en palabras de la subdirectora, de una iniciativa que forme a las futuras generaciones para resolver estas y otras problemáticas.
Claudia Urrea llegó al MIT como parte de un convenio de intercambio en el que participaba EAFIT
En la actualidad, el programa cuenta con ocho centros de investigación con diversos énfasis como temas cerebrales y de desarrollo cognitivo, desarrollo del lenguaje, tecnologías educativas y políticas educativas. Igualmente, se apoyan en los más de 120 programas y actividades de extensión que tiene el MIT en 35 de sus departamentos, laboratorios, centros y grupos estudiantiles.
“Sabemos que estas no son medidas reales de impacto, pero estamos en el proceso de recoger la información que nos permita identificar cuál ha sido el verdadero alcance de estos programas, más allá de la cantidad de profesores y maestros que han pasado por estos”, apunta Claudia Urrea, magíster en Medios y Tecnología Educativa de la Universidad de Boston.
Y es que además de motivar a las futuras generaciones de ingenieros y científicos, la iniciativa también ofrece una serie de programas dirigidos a educadores –como certificaciones para los estudiantes del MIT interesados en ser docentes en el estado de Massachusetts–, laboratorios de sistemas de enseñanza y otra serie de cursos que les permite a los profesores acceder a herramientas y metodologías desarrolladas por esta universidad.
“En el Grupo de Acción de PreK-12 también buscamos ampliar esta oferta y complementarla con nuevas oportunidades, porque estamos convencidos de que trabajar con educadores es una estrategia que nos permite ampliar el impacto y crear cambios sostenibles y duraderos en el tiempo”, acota Claudia Urrea, PhD en Medios, Artes y Ciencias del Laboratorio de Medios del MIT.
El reto de mejorar la realidad educativa
Un día laboral de Claudia Urrea es un constante intercambio de ideas, reflexiones y reuniones con académicos, docentes, investigadores, gobiernos, organizaciones sin ánimo de lucro e instituciones educativas en las que los ejes centrales son los mismos: la enseñanza y el aprendizaje.
Y es que en su tarea de construir comunidad académica a través de la Iniciativa PreK-12 no está sola, sino acompañada por el equipo de trabajo en Iniciativas Educativas Estratégicas, adscrito a la Oficina de Aprendizaje Digital, y conformado por profesionales de diversos campos del saber provenientes de diferentes partes del mundo.
“En PreK-12 nuestro objetivo no solo es llegar a muchos niños y jóvenes, sino inspirarlos a que piensen, imaginen y construyan un mundo mejor”: Claudia Urrea.
Es ese mismo carácter interdisciplinario el que no solo les ha permitido trabajar en red con otras dependencias del MIT, sino entender las diferentes realidades educativas. Además de este grupo, la ingeniera eafitense trabaja bajo el liderazgo de Vijay Kumar, decano adjunto de Aprendizaje Digital, director ejecutivo del Abdul Latif Jameel World Education Lab (J-WEL) e integrante del comité asesor MIT OpenCourseWare (OCW).
Con ellos comparte los objetivos de extender el enfoque de aprendizaje del MIT, de transformar la educación y de avanzar en el terreno de la investigación sobre el aprendizaje.
En ese camino, han permitido que más de 200 millones de usuarios, en 195 países, se hayan podido beneficiar de sus 154 ofertas de cursos en OpenCourseWare, una cifra que continúa creciendo gracias a los esfuerzos de este grupo humano, en el que la experiencia de la ingeniera eafitense ha sido fundamental para la formulación, puesta en marcha e investigación en proyectos internacionales.
Con la PreK-12 también trabaja en la Iniciativa de Aprendizaje Conectado en India, en la que participa el MIT, entre otras organizaciones. Mediante la integración de la tecnología, este proyecto procura brindar oportunidades educativas de calidad a jóvenes de comunidades insuficientemente atendidas.
24 años en educación y tecnología
Claudia Urrea Giraldo llegó al Massachusetts Institute of Technology hace 24 años, como parte de un convenio de intercambio en el que participaba EAFIT. La egresada se convirtió en la segunda ingeniera en hacer parte del Center for Educational Computing Initiatives (Ceci), un espacio que le permitió potenciar sus intereses en los temas de educación y tecnología, y que dos años más tarde le abrió la posibilidad de vincularse al Laboratorio de Medios del MIT como científica visitante.
La Organización Un Laptop por Niño (OLPC), el Banco Interamericano de Desarrollo, el programa Excelencia de Schlumberger para el Desarrollo Educativo (SEED) y la Fuerza de Trabajo sobre el Futuro de la Educación del MIT fueron algunas de las organizaciones que han contado con su experiencia y asesoría a lo largo de su carrera en la institución. Desde 2015 integra el equipo de la Oficina de Aprendizaje Digital, en el cargo que ocupa en la actualidad y desde el que también ha liderado algunas acciones con EAFIT.
“A pesar de que llevo tantos años acá siempre he tenido algún vínculo con EAFIT. Durante los últimos años hemos realizado algunas consultorías con el Laboratorio para la Innovación y el Aprendizaje y he visitado la Universidad en compañía del profesor Vijay Kumar para dictar un taller con algunos directivos”, recuerda.
Claudia Urrea agradece su formación como ingeniería de sistemas de EAFIT y, especialmente, su trabajo junto a la docente Claudia Zea Restrepo (actual vicerrectora de Aprendizaje), con quien pudo acercarse al mundo de la educación y entender la importancia de llevar oportunidades académicas a las regiones y comunidades menos privilegiadas.
“Tuve la fortuna de estar involucrada en proyectos de investigación desde la Línea de Informática Educativa y esto me abrió muchas puertas en MIT. Nunca imaginé la magnitud e importancia que estas actividades tendrían en mi vida y de las que, aún hoy, sigo recogiendo frutos”, concluye.