Sebastián Aguirre Eastman
Colaborador
Desde que era estudiante del Colegio Salesiano El Sufragio, en el barrio Boston de Medellín, Santiago Quintero Suárez intuía que su vida estaría ligada a la investigación. Aquella invitación que le hizo su profesor de filosofía, Robeiro González, para que se integrara al semillero de filosofía, fue como una seña que le hizo el destino.
Además de guardar los mejores recuerdos de Robeiro, Santiago rememora su participación en un foro de estudiantes en la Pontificia Universidad Javeriana, en 2010, donde realizó una ponencia sobre política y medio ambiente que le sirvió como base para su tesis de grado en El Sufragio.
Desde Alemania, donde realiza una estancia académica en la Universidad de Göttingen como parte de la maestría en Economía Aplicada de la Universidad EAFIT, Santiago asegura que aquella experiencia escolar fue fundamental para elegir el camino profesional que seguiría, pues sus padres, Jorge Alcides y Martha, se inclinaban más por las ingenierías por su propia formación.
Ese fue el punto de partida de una trayectoria que tuvo un hito importante al ser reconocido con el Premio Medellín Investiga 2018 de la Alcaldía de Medellín, en la categoría Estudiantes de pregrado destacados por su vinculación a la investigación, por su participación en el proyecto Acompañamiento al diseño e implementación del Plan de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, durante su carrera de Ciencias Políticas.
Un reconocimiento que, asegura, no fue para él solo. Más de veinte personas lo acompañaron en esa labor investigativa en la cual se desempeñó primero como investigador asistente y luego como investigador egresado.
Santiago dudó mucho antes de vincularse con las ciencias políticas. Aunque desde el colegio la filosofía primaba en sus gustos, finalmente no fue su elección. Coqueteó con la astronomía, hizo una pasantía en Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Pontificia Bolivariana, había sido admitido para Ingeniería Civil en el Tecnológico de Monterrey, pero al final se presentó a Ciencias Políticas en la Universidad Nacional. Allí recibió beca por ocupar el segundo puesto en el examen de admisión.
Santiago Quintero ha trabajado temas de teoría política, ciencia política en Colombia, conflicto armado y construcción de Estado.
Pero su estancia en esa institución duró poco. Cuando completó el segundo semestre, insatisfecho por algunas situaciones académicas, hizo el proceso de traslado para EAFIT, atraído por las buenas referencias por parte de conocidos y también por sus mismas indagaciones. Fue admitido en 2013.
Su periplo investigador
El profesor Germán Vélez López, del Departamento de Humanidades, abrió una convocatoria para el semillero de investigación en Estudios Filosóficos. Santiago se enteró, se presentó y fue bienvenido.
“Fue un poco pesado al principio”, confiesa, en especial por las jornadas de lectura que hacían y por los textos que abordaban. El tiempo pasó y de a poco le fue cogiendo el hilo al desarrollo de las actividades y apropiándose de estas, incluso siendo el coordinador ante la renuncia de la coordinadora titular.
Esa experiencia se valorizó cuando en 2016 el profesor Juan Pablo Mesa Mejía, del Centro de Análisis Político, lo invitó a ser parte de un proyecto que la dirección del Área Metropolitana del Valle de Aburrá le propuso a EAFIT para desarrollar un plan de seguridad integral para los diez municipios que componen esa entidad.
Santiago arribó con el proyecto en marcha. Su tarea inicial se centró en buscar referentes nacionales e internacionales sobre el tema de seguridad y convivencia y establecer las recomendaciones para formular el plan.
Lo primero que ofreció fue un marco teórico para pensar las políticas públicas metropolitanas sobre seguridad “y pensar en términos prácticos cómo aplicarlo. Un tema cuya literatura es muy reciente y apenas se está explorando”.
Esto ocurrió en la primera etapa del proyecto. En la segunda, en 2017, el equipo que dirigía Laura Gallego Moscoso, jefa del Centro de Análisis Político, se renovó, pero Santiago fue el único que se mantuvo.
“Santiago se destacó por su rigurosidad, la curiosidad y su capacidad de trabajo”: Laura Gallego.
La profesora Laura Gallego recuerda el trabajo riguroso y juicioso de Santiago, de quien destaca su sensibilidad por los temas públicos y sociales. “Participó en la producción de varios textos, en el diseño del instrumento y en el trabajo con los municipios con proactividad y capacidad investigativa”, sostiene la jefa.
La implementación
En la segunda etapa del proyecto las labores se centraron en la implementación del plan y el acompañamiento a los municipios mediante una transferencia del conocimiento. Santiago ofreció clases en dos diplomados dirigidos a funcionarios de las administraciones municipales encargados de la seguridad y la convivencia.
“Diseñamos un primer esquema para una política pública de seguridad metropolitana. De manera paralela, y con los resultados obtenidos más el trabajo práctico, diseñados las formas de atender las cuestiones de seguridad metropolitana”, explica.
El proyecto, hasta la fecha, llegó hasta la formulación de las bases de la política integral de seguridad y convivencia propuesta.
Además de la investigación, Santiago integró el equipo universitario de voleibol en EAFIT.
Todos los insumos recolectados les ha permitido a él y a los profesores Santiago Leyva Botero y Laura Gallego construir un trabajo teórico que será consignado en un libro próximo a publicar.
Justamente Leyva comenta que tras cuatro años de trabajar junto a Santiago Quintero –fue su monitor en varios proyectos– lo considera uno de los egresados con el perfil investigador más fuerte en ese programa.
Impulso a la formación investigadora
Laura Gallego, la directora del proyecto, comenta que el premio recibido es el reconocimiento no solo para Santiago, sino para todo el equipo investigador, pero además sirve como impulso para que más estudiantes se involucren en estos procesos de generación de conocimiento.
“Es la oportunidad para que el estudiante se involucre e impacte a la sociedad a través de su conocimiento. Además, demuestra la importancia de que se vinculen en semilleros desde temprana edad o en los pregrados para luego transitar hasta los centros de estudio y, así, puedan presentar proyectos de consultoría, de investigación básica y aplicada, que generan este tipo de resultados para la ciudad, su región, para ellos mismos y las universidades”, puntualiza la investigadora Laura Gallego.
Por último, Santiago señala que su idea es seguir vinculado con la investigación, con desarrollos que generen impacto en el mundo real. Anhela hacer un doctorado en ciencias políticas o sociales luego de que termine su maestría y llevar “un montón de ideas” de principios teóricos para pensarlos en la realidad. “Que la investigación no se haga desde un escritorio, solo, rodeado de libros”, concluye.
EAFIT fomenta la investigación desde la niñez
Félix Londoño González, exdirector de Investigación de la Universidad EAFIT, explica que la Institución pasó de ser una universidad enfocada en la docencia a ofrecer una docencia con investigación, cuyos profesores no solo transmiten, sino que generan conocimiento y se preocupan por compartirlo a la sociedad.
En ese sentido, a los jóvenes que ingresaban a los programas de pregrado se les fue inculcando el interés por participar en procesos de generación de conocimiento y a formarse como profesionales con capacidad y sensibilidad investigativa. Todo esto mediante la implementación de semilleros en los que, acota el exdirectivo, van surgiendo las nuevas generaciones de investigadores, quienes primero se foguean en estos escenarios para luego involucrarse con los grupos de investigación según sus capacidades e idoneidad.