EL DESAFÍO
Se han identificado una serie de debilidades estructurales socioeconómicas que afectan a las ciudades latinoamericanas (ALC) y que pueden obstaculizar el logro del SDG 8 ("promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos"). Estos han sido identificados como:
Alta informalidad - actividades económicas, producción y empleo fuera de la regulación formal gubernamental. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018), la informalidad laboral urbana en América Latina se sitúa en torno al 47,5%.
Creciente desajuste espacial - aumento de la distancia entre la ubicación de los solicitantes de empleo y la ubicación de las oportunidades. Según la CAF (2017), en América Latina y el Caribe un trayecto de ida y vuelta dura, en promedio, 42 minutos.
Baja movilidad social - una baja probabilidad de que la población de bajos ingresos alcance un nivel más alto de ingresos. Según la OCDE (2018), el número de generaciones que necesita un individuo en un país para obtener los ingresos medios del país es, en promedio, de 4,5. Para los países latinoamericanos del estudio, el número de generaciones es de seis para Argentina y Chile, nueve para Brasil y 11 para Colombia.