Noticias agosto 2011
Cultura / 17 de agosto de 2011
A Ethel Gilmour también la recuerdan con sonidos
Sonidos que incluyen el mar, los pájaros, el bosque y la lluvia encantaron a Ethel a lo largo de su vida. Fotografía: Carlos Tobón.
• Este viernes 19 de agosto, a las 7:00 p.m. en el Auditorio Fundadores de EAFIT, el colectivo Eat rain presentará la obra Sonidos para Ethel.
• Es una propuesta de arte sonoro elaborada por Edwin Vélez y Jader Cartagena, y premiada en el Festival Internacional de la Imagen de Manizales.
Los globos, el parque de Bolívar, las campanas de la Basílica Metropolitana. Estos eran tres de los elementos que más le gustaban a Ethel Gilmour del lugar donde habitaba: el centro de Medellín. Ver que los globos de helio se le escapaban a los niños y volaban al cielo citadino le llamaba la atención, hecho que ahora, a tres años de su despedida, viene tras su recuerdo.
Y esa es la intención de Edwin Vélez, docente de la Universidad EAFIT; y Jader Cartagena, profesor de la Universidad de Antioquia, integrantes del colectivo Eat rain, quienes este viernes a las 7:00 p.m. en el Auditorio Fundadores de EAFIT le mostrarán al público de Medellín su obra Sonidos para Ethel, que tiene como objetivo producir un paisaje sonoro y recrear momentos de la vida y trabajo de la artista mediante la evocación del sonido.
“El paisaje sonoro alude a las atmósferas y a los sonidos que nos rodean. Y es que este último ha sido históricamente despreciado, sobre todo en la cotidianidad. El sonido en su máxima expresión, que es la música, está muy desarrollado y estudiado, pero el sonido como tal, el cotidiano y de la vida, es poco apreciado”, analiza Edwin Vélez.
La puesta en escena de este viernes, que consta de cuatro partes, alude desde los nombres y según lo explican los artistas, a flores que le gustaban a Ethel, como el guayacán, los besitos, algo que en su pintura se ve de manera permanente. Así, la presentación consta de los momentos
Hibiscus rosa-sinensis,
Impatiens balsamina,
Tabebuia ochracea y
Cuphea cathagenensis.
“Estas están divididas de acuerdo con unas atmósferas. Las dos primeras hablan de la última época de la vida de Ethel, que estuvo marcada por la enfermedad, entonces alude a la melancolía, a la nostalgia, a esa tristeza, a un descubrimiento, pues es el momento en que ella se está despidiendo. Pero a la vez, esos instantes narran todo lo que componía su entorno, como la lluvia, el sonido del mar”, sostiene Edwin.
A su vez, el artista plástico Jader Cartagena anota que en el interés del colectivo es que la mayoría de la gente pueda ver no solo la vida y la obra de Ethel, sino también el interior de dicha obra. “El trabajo tiende a manifestar el exterior como el interior y eso es lo que buscamos. Vamos a encontrar artefactos que a ella le gustaban y que para nosotros son esenciales en el sonido, como por ejemplo el Parque de Bolívar, el mercado de San Alejo”.
Reitera que uno de los aspectos importantes de la obra es que no tiene referente con la imagen y de ahí el término acusmático. “La imagen no representa lo que está sonando, es decir, los sonidos que se evocan no necesariamente son los que aparecen en la pantalla”.
Así llegaron a Ethel
Tanto Jader como Edwin tuvieron una relación diferente con Ethel en sus vidas. Jader la tuvo como profesora en la Universidad Nacional, donde fue su docente de pintura. “Ella me mostró el mundo y, la verdad, fue la profesora más colombiana que tuve, a pesar de que era extranjera. Veía con otra mirada el país y tenía mucha influencia de los colores”.
Por su parte, Edwin la conoció en una exposición que sobre ella se programó en EAFIT en 2008. “Me involucré en un documental de su vida, pero unos seis meses después falleció”.
Lista de reproducción con los cuatro temas que componen Sonidos para Ethel
Lista de reproducción con los cuatro temas que componen Sonidos para Ethel
En cuanto a la manera en que llegaron a este trabajo, narran que, a partir de la exposición que hubo en el Museo de Arte Moderno y que se llamó Flores para Ethel Gilmour, en 2010, desarrollaron para la artista Ana Claudia Múnera unos sonidos para un videoarte basado en una obra de Ethel llamada
No puedo ver el bosque.
“Ana Claudia hizo un videoarte que denominó
En bosque púrpura, como homenaje a Ethel. A partir de ahí nosotros hicimos unos sonidos, ella los tomó y los montó a un trabajo muy conceptual que se refiere más a la pintura de la artista”, recuerda Edwin.
Así nació Sonidos para Ethel. “Con esto comenzamos a darle vida a un concepto que tenía que ver con el entorno de Ethel Gilmour. Con el esposo de la artista, Jorge Uribe, iniciamos una amistad y con esta unas visitas al apartamento de ambos. Empezamos, entonces, a detallar una cantidad de paisajes sonoros que estaban allí presentes”.
Esos paisajes incluyen el mar, el sonido de los pájaros, del bosque, de la lluvia y sonidos como muy específicos que, para ella, eran muy importantes y muy significativos, tanto en su obra como en su vida cotidiana.
También esos sonidos estaban relacionados con su historia de vida. “Ella proviene de Estados Unidos, de una zona sureña, y cerca de ahí había unas poblaciones de esclavos donde cantaban ciertos temas tradicionales. Entonces ahí hubo una inspiración, es decir, empezamos a hacer una amalgama de sonidos en donde quisimos transmitir la espiritualidad que ella vivía con Jorge y que va en consonancia con los trabajos en investigación en sonido que nosotros hacemos”, comenta Jader.
Al final, los artistas escogieron 120 fotos por cada uno, las que se proyectan durante toda la obra continuamente y ahí se da, según su opinión, una especie de azar. “Nosotros nos metemos en la atmósfera y hacemos parte de esta. Eso hace que la obra siempre suene distinto, de hecho nunca sincronizamos el sonido con la imagen”.
Y claro, en este instante entran los globos blancos, los que tanto le gustaba a Ethel en el Parque de Bolívar. “Mientras hacemos la sesión en vivo, unos globos inflados con helio ascienden. Hay, de esa manera, un performance. Ahí tenemos un componente muy espiritual, pues las bombas ascienden y forman una pantalla. En esa pantalla se hace la proyección, hay una tridimensionalidad, y hacen que se vea como un pixel”.
Finalmente este dúo de amigos, que tiene una historia de más de 20 años junto y que une el conocimiento de un comunicador social con un artista plástico, reitera que su arte sonoro se relaciona con la plástica. “Nosotros no hacemos música, hacemos una obra plástica. Más que el pentagrama lo que nosotros hacemos son mapas, seguimos más un croquis, son paisajes sonoros”.
La obra Sonidos para Ethel, que ha sido editada en disco compacto, fue interpretada por primera vez ante los asistentes al Festival Internacional de la Imagen, en Manizales, en abril pasado, donde recibió mención por parte del jurado.
Más información
Edwin Vélez y Jader Cartagena
Colectivo Eat rain
Teléfonos: (57) 3154729090 y 3113650244
Correos electrónicos:
publicci@gmail.com y
jadeloc1@gmail.com
Web:
www.eatrain.webnode.es