Noticias 2011
Innovación / 26 de mayo de 2011

Luego de dos décadas, llegó el momento de aplicar la Constitución

El acto de instalación del simposio estuvo a cargo de Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT; Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia; y Ana Catalina Reyes Cárdenas, vicerrectora de la Universidad Nacional sede Medellín.

• En esta apreciación coincidieron algunos de los ponentes que participaron en la apertura del Simposio Una Carta Política para reivindicar la democracia.
• La actividad se instaló ayer en la Universidad EAFIT, y hoy continúa en el Teatro Lido  y mañana en el Edificio de Extensión de la U. de A. La entrada es libre.

Voces de diversa índole se escucharon durante el primer día. Y aunque críticas, las palabras estuvieron en sintonía con el futuro y con la esperanza, sin duda dos conceptos que despertó desde su proclamación, en 1991, la Constitución Política de Colombia.

Esta y otras reflexiones también se abordan hoy jueves y mañana viernes en desarrollo del Simposio Una Carta Política para reinventar la democracia, que comenzó ayer miércoles 25 de mayo y que programaron las universidades EAFIT, de Antioquia y Nacional sede Medellín, como una manera de conmemorar los 20 años de la Carta Magna.

En el acto de instalación, que se realizó en EAFIT, Juan Luis Mejía Arango, rector de esta Institución; Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia; y Ana Catalina Reyes Cárdenas, vicerrectora de la Universidad Nacional sede Medellín, se refirieron a un documento que en la actualidad mantiene su vigencia.

“Es muy oportuno analizar hoy el efecto de la Constitución del 91, que fue una apuesta al futuro, de acuerdos políticos, de civilidad. No lo debemos olvidar nunca”, estimó Juan Luis Mejía.

Así mismo señaló que antes había un concepto de nación homogénea, blanca, sin embargo la Carta Magna permitió la construcción de país desde la diversidad.

La Vicerrectora de la Universidad Nacional comentó que aunque se dieron avances importantes como la descentralización y la reivindicación de la vida local, la propuesta de este espacio académico es que más allá de hacer una simple mirada histórica se haga una reflexión acerca de las problemáticas que hoy aquejan al país.

Por su parte, el Rector de la U. de A. también destacó que en estas dos décadas se han dado cambios importantes y aseguró que uno de ellos fue darle voz a comunidades que antes no la tenían. 

Luego de la instalación, la conferencia inaugural estuvo a cargo de Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de EAFIT, quien desarrolló el tema La Constitución del 91 y el poder constituyente.

Para el académico, 20 años es quizás poco en el tiempo histórico que necesitan los procesos políticos, pero hacer un balance es fundamental para ver un boceto de lo que tiene la sociedad y lo que ha dejado esta Carta Constitucional.

A su sentir, en estas dos décadas, la Constitución de 1991 no ha modificado sustancialmente la realidad de Colombia, pues la desigualdad en Colombia se disparó desde ese año hasta 1999, los índices de pobreza aumentaron a partir de 1995, y el esquema fiscal y el producto interno bruto (PIB) per cápita continúan iguales.

“Mi balance es que la democracia y las condiciones sociales de la población no cambiaron tanto, lo que cambió es que por primera vez en el país se hizo un estatuto constitucional con todos: guerrilleros, indígenas, negros”, manifestó el Decano.

Y agregó que la Constitución hace parte de la realidad nacional, pero es una realidad que todavía se está construyendo, y que necesita ciudadanía, crítica y movilización.

Una Constitución necesaria

Óscar Mejía Quintana, coordinador académico del Doctorado en Derecho de la Universidad Nacional, defendió la Carta de 1991, al afirmar que la Constitución de 1886 era el proyecto político de los terratenientes y conservadores de la época, con un carácter excluyente que no aceptaba la diferencia.

Así lo expresó durante la mesa redonda denominada Ilusión Constitucional versus realidades políticas.

En este mismo momento, Mauricio Villegas fue reiterativo al considerar que “hay que evitar los extremos y evitar mirar la Constitución como una varita mágica que resuelve los problemas sociales”. Según el académico, hay que evitar las concepciones materialistas, porque el concepto de Constitución es una idea constructiva y no solo un conjunto de normas.

Armando Novoa García, uno de los presidentes de la Comisión Especial Legislativa creada por la Asamblea Constituyente en 1991, fue más incisivo al defender la Constituyente de 1991, y al reflexionar sobre el ambiente álgido que antecedió a la Constitución: “el Palacio de Justicia, la voladura del avión de Avianca en 1989, la bomba contra el DAS, la violencia desatada por Pablo Escobar, el asesinato de cuatro candidatos presidenciales en serie. Y esos episodios condujeron a una situación de colapso del Estado”.

Según él, la conmemoración de los 20 años de esta Carta se produce en un momento muy especial. “Tal como van las cosas, al 4 de junio no tendremos 29 reformas constitucionales, sino 33”, porque están en curso de aprobación cuatro reformas nuevas. Y argumentó que la Constitución se llenó de reformas y que, 20 años después, debemos empezar a aplicarla.

Los tres ponentes concluyeron que si bien la Constitución no remedia los problemas del país, es un remedio parcial, que requiere que los colombianos la defiendan y la interioricen, como un proyecto de vida.

Sigue la reflexión académica  El simposio se trasladó hoy al Teatro Lido y ha incluido, a lo largo del día, la participación de personajes de la vida nacional como Antonio Navarro Wolff, gobernador de Nariño; Horacio Serpa, gobernador de Santander; Juan Carlos Esguerra, exministro de Defensa; y Rafael Pardo Rueda, director del Partido Liberal, entre otros.

Mañana este encuentro académico seguirá en el Edificio de Extensión de la Universidad de Antioquia.

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Juan Carlos Luján Sáenz
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