Un fondo editorial sirve como memoria y asiento para la producción de conocimiento, que es, entre otros aspectos, la razón de ser de una universidad. Esto piensa Ana María Cano Posada, quien desde EAFIT lidera esta dependencia que, en 2012, llega a sus 15 años de trabajo.
Y ese es, precisamente, el principio del Fondo Editorial de la Institución, que ahora que se ve quinceañero tiene cifras que muestran su incansable labor: 380 libros, 21 colecciones y 275 autores.
Pero no se trata solo de cifras. La calidad es uno de los aspectos que, según la periodista Cano Posada, destacan al Fondo en eventos como, por ejemplo, la Feria del Libro de Bogotá, que este año se realizó entre el 18 de abril y el primero de mayo.
En ese mismo sentido habla Juan Carlos López Díez, egresado de Contaduría Pública de EAFIT, docente de la Escuela de Administración e integrante del grupo de investigación en Historia Empresarial.
En su opinión, debe resaltarse el rigor y el cariño con el que editores, correctores y personal administrativo tratan cada texto. Y que lo diga él, quien suma tres publicaciones con esta dependencia universitaria.
Y es que cuando aún era estudiante de pregrado, Juan Carlos veía muy lejanos los campos de trabajo en investigación y en escritura. Sin embargo, con el pasar de los años, se aventuró a escribir.
El primero de sus tres títulos con el Fondo Editorial EAFIT fue una tesis de grado que recibió una recomendación para ser publicada, lo que lo llevó a someter su manuscrito a una revisión completa y a una serie de correcciones.
Después de pasar por las manos de editores, correctores y diseñadores, la historia de EPM y la energía hidroeléctrica en la región, que era el tema del trabajo de grado de la maestría en Historia, que cursó en la Universidad Nacional, recibió el título de
El agua que nos cae. Se publicó en 2003.
Luego, en 2008, y como parte de su trabajo de investigación en historia empresarial, se dedicó a plasmar en papel el recorrido histórico de su alma máter en el libro
Universidad EAFIT 50 años, Ciencia y humanismo que señalan el futuro, justo cuando la Institución conmemoró medio siglo.
Finalmente, hace poco, se publicó su tercer libro
Schumpeter, de paso por Titiribí, un ensayo que se sometió a evaluación hace dos años, pero que se publicó luego de la creación de la colección Libellus.
De esta forma, en palabras de Juan Carlos López, la importancia de un fondo editorial universitario radica en que allí se puede encontrar el conocimiento que no ha pasado a través de la maquinaria comercial de las grandes editoriales.
Otras formas de participar
Pero ser autor es solo una de las formas en las que los egresados eafitenses se pueden vincular con el Fondo Editorial de la Universidad.
Para Ana María Cano, los graduados son invitados de honor a ser parte de esta dependencia.
Si su oficio es ser editor, se está a tiempo de enviar una hoja de vida, porque próximamente se capacitará a las personas que ejerzan esta actividad sobre las normas que el Fondo utiliza para garantizar la calidad de sus publicaciones.
Lo reseñistas de libros también tienen un espacio importante. Dar conceptos sobre los textos constituye un proceso de evaluación y mejoramiento continuo.
La forma más sencilla de participar en el Fondo Editorial, según su jefa, es mantenerse al día con las colecciones, es decir, conocer las novedades y acceder a estas a través del catálogo digital y de la compra en línea de libros físicos o de e-books.
Y para quienes de todas formas quieren ser autores, la invitación es a enviar sus manuscritos en papel o en digital para que un par externo y confidencial los evalúe, y emita una opinión y unas recomendaciones que, una vez hechas, se presentan al comité editorial.
Es más, en los temas no hay muchas limitaciones. “Salvo textos de autoayuda, esoterismo o infantiles. Tenemos interés en libros históricos, en rescates, en literatura (cuento, ensayo, novela) y en textos técnicos basados en investigaciones”, menciona la jefa del Fondo Editorial.
La celebración
Estos 15 años de afianzar los procesos investigativos, docentes, culturales y de divulgación se celebrarán con varias actividades durante el año.
Por un lado se presentará una edición de
En la parte alta abajo, del poeta Helí Ramírez, que, como describió Ana María a la Agencia de Noticias EAFIT, es un texto que va a mostrar la palabra y el poder que tiene el arte en ser capaz de dar a conocer una ciudad inédita.
De igual forma, se llevará a cabo un concierto del grupo Alcolirykoz, que se suma a un evento académico en el que se hablará sobre los procesos de acreditación a los que serán sometidos los fondos editoriales, además de una actividad en homenaje a los gestores y participantes del Fondo Editorial EAFIT.