El balón comienza a rodar sobre el césped mientras 22 mujeres, vestidas con uniformes, medias y guayos, se lo disputan. Las del equipo verde toman la delantera, realizan un par de pases y se aproximan al arco.
Una de ellas golpea con fuerza, pero el tiro va a parar a las manos de la arquera. Otra jugadora repite el intento, pero esta vez el cuerpo de una adversaria se interpone en el trayecto. Al final llega una más y, aprovechando que la pelota permanece en el aire, levanta su cuerpo por encima de las demás y de chilena concreta el gol.
Todo esto sucede en la cancha Marte de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, donde Lina María Agudelo Gutiérrez corre a celebrar con el resto de sus compañeras la anotación que acaba de hacer.
Ella es una eafitense que finalizó sus estudios de Ingeniería de Diseño de Producto en 2007 y que ha dedicado gran parte de su vida al deporte, en especial al fútbol. “Lo he jugado toda la vida. Mi hermano mayor me contagió de su pasión y luego pude practicarlo en el colegio y en la Universidad, donde tuve la oportunidad de ser una de las fundadoras del equipo de fútbol femenino”.
Aunque se había decidido primero por el voleibol, fue mientras cursaba su séptimo semestre que se dio la oportunidad, junto a otras compañeras, de conformar un seleccionado que representara a la Institución en los diferentes certámenes deportivos universitarios.
“Ese es uno de los grandes recuerdos que me quedan de mi vida de estudiante, incluso todavía entreno y juego con ellas”, comenta Lina.
Y es que todavía tiene frescos en la memoria los recuerdos de sus participaciones en torneos universitarios locales y nacionales en ciudades como Bogotá, Barranquilla y Santa Marta.
Al igual que aquellas veces en que lograron quedar campeonas y donde, según ella, “dejaron el nivel del fútbol femenino muy en alto”.
El fútbol y la docencia, sus prioridades
En 2006, Lina Agudelo y sus compañeras de la selección femenina de fútbol de EAFIT viajaban de regreso a Medellín después de una difícil participación en un torneo universitario en Barranquilla. El seleccionado había quedado último en la tabla de posiciones, pero esta egresada se había alzado con la medalla a la jugadora más valiosa del campeonato.
“Pese al estado anímico de las jugadoras, todas sintieron como propio mi triunfo y esa experiencia marcó mi vida como jugadora de fútbol”, recuerda.
Desde ese momento Lina tiene claro que su formación universitaria en EAFIT aún tiene mucha influencia en su comportamiento dentro y fuera de la cancha, por ejemplo, asume los resultados con altura, tiene una mayor disposición al trabajo en equipo, maneja conflictos, comprende la importancia de las relaciones interpersonales y es líder.
“En EAFIT me concedieron el capricho de conformar un equipo y de que otras personas pudieran apreciar cómo juego. Gracias a eso he podido estar en otros equipos, incluso fui convocada en dos ocasiones para hacer parte de la selección Colombia”.
Con una maestría en Eco diseño, Lina se desempeña en la actualidad como docente en el Sena y de EAFIT, labor que ha sabido combinar con su participación en las selecciones Antioquia de fútbol y de fútbol de salón, y en los equipos de mujeres del Atlético Nacional y Las Paisitas.
Fue después de trabajar por algunos años en el campo de la investigación y el sector empresarial que se encontró con la docencia y se enamoró. Ahora afirma que sus asignaturas de eco diseño y modelación en 3D son otra de sus prioridades, aunque el fútbol también sigue siendo una de sus más grandes motivaciones.
Para esta eafitense el apoyo de sus padres, su familia y su novio, ha sido vital en su carrera deportiva, pues siempre la han acompañado en cada uno de los juegos.
“Cuando juego fútbol me olvido del resto del mundo. Me siento muy bien en la cancha, compartiendo con mis seres queridos y celebrando los goles con mis compañeras”, expresa.