En este mundo no hay game over

• Estos, además de considerarse un pasatiempo, permiten, según algunos estudiantes, desarrollar habilidades como la creatividad, la toma de decisiones y la solución de problemas. En la Institución existe el  Semillero de Videojuegos.

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El AC Milán no gana títulos grandes en Europa desde hace cinco años, pero en la realidad de los videojuegos es uno de los equipos favoritos para enfrentar campeonatos virtuales.

Sebastián Arango Piedrahíta, estudiante de Negocios Internacionales de EAFIT, decidió evitar la fiebre del Barza y escogió al equipo italiano para llegar a las finales. Luego de diez minutos de juego, el AC Milán subió a la gloria del más reciente torneo de Play Station III, que gestiona la Organización Estudiantil y que este semestre llegará a su octava edición cuando comiencen las competencias a mitades de abril de 2013.

Pero esa es solo una de las formas en que los videojuegos están presentes en la vida universitaria. En el caso del fútbol son un asunto de entretenimiento, pero en otros espacios de la Universidad son también materia de investigación y desarrollo profesional.

Si bien estudiantes como Sebastián están interesados en practicar para divertirse, hay otros como Cristian Díaz León, del doctorado en Ingeniería, que ven en estos una opción para cumplir con otros propósitos como enseñar una materia difícil, ayudar en la rehabilitación física de pacientes o servir de entrenamiento a médicos cirujanos.

Más allá de esa funcionalidad, Cristian explica que los videojuegos, serios o de entretenimiento, de dispositivos móviles o de consolas, ofrecen habilidades especiales a quienes los practican. “Jugar sirve para tomar decisiones, ejercitar la lógica, ubicarse espacialmente y solucionar problemas con creatividad”, afirma este asistente de investigación en el Laboratorio de Realidad Virtual.

En los últimos años, con el boom de las nuevas tecnologías y la popularización de los celulares inteligentes, los videojuegos han ganado nuevos adeptos y un amplio terreno por fuera de las consolas.

“Mucha gente está migrando a los videojuegos en dispositivos móviles, porque se pueden llevar a todas partes y permiten ocupar el tiempo libre. A mí, por ejemplo, me gusta Plantas vs. Zombies, del Ipad”, agrega Cristian.
 
Santiago Garcés Palacio, estudiante de Ingeniería de Sistemas, dice ser fanático de los videojuegos desde que era un niño y cuenta cuál es su preferencia. “Antes jugaba solamente en Play, pero después descubrí las maravillas del PC y creo que ya no me salgo de ahí. Lo tengo con la mejor tecnología porque me gusta ver las gráficas y que me sorprendan los detalles de cada movimiento. Ahora estoy dedicado a jugar Hitman Absolution”.

Por su parte, Ana María Rojas Molina, estudiante de Ingeniería de Producción, dice que dejó de jugar en las consolas y ahora solo lo hace en el celular. “Cuando no tengo una mejor opción o voy en el transporte, me gusta sacar el Zombie Tsunami o el Anthill, dos videojuegos que son sencillos y no requieren de mucha concentración”, manifiesta y aclara que no es una aficionada de tiempo completo.

José Herrera Rengifo, del mismo pregrado, expresa que no tiene preferencia por alguna consola o dispositivo. “Depende más del juego al que le encuentre el gusto. Eso sí, me gustan más los de aventura, de Mario Bros en adelante. Lo bueno es que comparto con mis amigos y aprendo de todo. Por ejemplo, lo que sé de inglés es gracias a las leyendas que aparecen al final de cada mundo”. 

Semilleros para jugar
En EAFIT existe el Semillero de Videojuegos, que coordina el profesor Helmuth Trefftz Gómez. Allí los estudiantes y algunos egresados voluntarios reflexionan, desde la ciencia, para crear sus propios videojuegos.

Este grupo de personas se reúne los sábados de 2:00 p.m. a 6:00 p.m., en el segundo piso del bloque 19.

“En el semillero participan personas interesadas en sacarle el mejor provecho a la tecnología, y que quieren aprender y retarse a sí mismos. Para inventar un videojuego se necesitan ingenieros que puedan programar, expertos en diseño para crear los ambientes y personajes, músicos y artistas que definan guiones y sonidos, y personas de distintas áreas. En fin, todo se vuelve un trabajo en equipo que requiere disciplina y pasión”, dice Rodrigo Díaz Bermúdez, estudiante de Ingeniería de Sistemas que organiza las reuniones del semillero.

De aventura, estrategia, deportes; de tablero, consola, online o en DVD; de PC, tablet o de smartphone, los videojuegos están en todas partes y cada vez cuentan con mayor accesibilidad.

Pero no son solamente como recurso del tiempo libre, sino también como una forma de mirar hacia otras ventanas de la realidad. Los videojuegos, dicen los que saben y no siempre terminan en “game over”.