Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co
EAFITCanal de EstudiantesCanal de Estudiantes / NoticiasCanal de Estudiantes / NoticiasActualidad / Esa experiencia de independizarse de la casa

Noticias / Actualidad

Esa experiencia de independizarse de la casa

Los estudiantes que viven solos deben asumir roles que probablemente no desempeñaban en casa, como lavar los platos, asumir gastos o prepararse su propia comida.

• Son muchos los universitarios que deciden vivir solos y afrontar el manejo independiente de su vida, su tiempo y su dinero.

• A la hora de dar este paso es necesario planear bien y no perder de vista que el estudio es una prioridad.

A diferencia de la mayoría de estudiantes universitarios que se levantan temprano en la mañana para asistir a sus clases de 6:00 a.m., a Luisa Puerta Vélez le toca hacerlo aún más temprano, muy en la madrugada.

Desde el día anterior deja lista la ropa y el almuerzo que va a llevar, sin embargo prefiere preparase su propio desayuno, dejar el apartamento limpio y organizado antes de salir, y cocinar algo para cuando llegue en la noche.

Todo esto hace parte de la responsabilidad que decidió asumir desde que se vino de su municipio natal, Ciudad Bolívar (Suroeste de Antioquia), para estudiar su pregrado en Comunicación Social en la Universidad EAFIT.

“Me gradué en 2006 y al año siguiente me vine para Medellín. Me quedé durante algún tiempo en la casa de un tío y luego me mudé sola para un apartamento familiar en el barrio Laureles, pero mis papás me siguen apoyando económicamente”, explica la estudiante.

Como ella, muchos estudiantes toman la decisión de dejar su casa y enfrentarse al reto de vivir solos, en su mayoría, porque vienen de otras ciudades o regiones del país y les queda difícil movilizarse diariamente hasta sus casas.

“Aunque cada vez son más los que toman esta decisión, lo ideal sería que fuera de manera independiente. Sin embargo, también hay que valorar el esfuerzo que hacen los padres para que sus hijos sigan estudiando”, comenta al respecto Jeannette Lerner, jefa del Departamento de Desarrollo Estudiantil.

Pero, aunque cuente con el soporte de su familia para el pago de los servicios públicos, el mercado o la Universidad, Luisa ha tenido que aprender a ser responsable con el manejo del dinero y organizada con el cuidado de la casa, e incluso combina sus clases con una monitoría en el Área de Extensión Cultural de EAFIT.

“Vivir solo puede enseñar muchas cosas, a manejar la libertad y los horarios, a respetar el espacio, a pagar las cuentas a tiempo y a convivir con la soledad y consigo mismo, lo que se convierte en sinónimo de madurez”, expresa Jeannette.

Y es que a Luisa le toca pensar en todo. A principio del mes separa el dinero para cada una de sus cuentas, compra los utensilios de aseo, procura mantener toda la ropa lista y le paga a una empleada para que cada 15 días le ayude con la limpieza del apartamento. Los ratos libres y los fines de semana los dedica a estudiar o adelantar trabajos para la Universidad.

La jefa de Desarrollo Estudiantil está convencida de que este tipo de experiencia capacita a los estudiantes para afrontar la vida de adulto y los compromisos laborales.

Compartir el espacio con otros

Así mismo, Sebastián Romero Ochoa comparte su residencia con otras dos personas, también universitarios, y con una hermana menor que estudia Medicina en la Fundación Universitaria San Martín.

A diferencia de Luisa Puerta, él se hace cargo económicamente de sus gastos gracias a que es asistente del proyecto Escuela de Verano. Ocasionalmente recibe apoyo de su familia, desde Apartadó, en el Urabá antioqueño.

“Vivir solo tiene muchas ventajas en cuestión de privacidad, pero también conlleva muchas responsabilidades, aún más si se trata de compartir el espacio con otros”, comenta el estudiante de octavo semestre de Administración de Negocios.

“Dentro de un grupo de personas que comparten una vivienda, siempre está el líder, el mediador, el amable, el ordenado, el conflictivo o el desorganizado. Es responsabilidad de cada persona manejar esa situación y contribuir para que la convivencia sea armónica”, complementa Jeannette Lerner.

Por eso, afirma que es necesario que cada uno respete aspectos como la ropa, la comida, el silencio o los espacios personales. “Aunque pueden aparecer conflictos, hay que aprender a vivir como en una cooperativa, donde a cada uno le toca asumir roles”.

Roles que probablemente no asumían en sus casas, como lavar platos, cocinar, tender la cama, o contribuir con la cuota del arriendo a tiempo. 

Como futuro administrador de negocios, Sebastián no tiene inconvenientes con el manejo o la distribución del dinero, pero confiesa que a veces es duro estar lejos de la familia o llegar en las noches a prepararse su propia comida.

En el Departamento de Desarrollo Estudiantil se atienden este y otro tipo de situaciones similares, sin embargo la jefa de esta dependencia afirma que los visitantes más frecuentes son aquellos que desean independizarse y quieren tener mayores herramientas para hacerlo de la manera adecuada.

La psicóloga expresa que si una persona tiene como proyecto a corto plazo la independencia, es necesario que empiece a pensar en ciertas alternativas de ahorro para que pueda realizar sus planes con solvencia, pero teniendo en cuenta que el estudio siempre tiene que ser la mayor prioridad.

“A todos los seres humanos nos llega ese momento. Es un legítimo derecho, pero hay que planificarlo bien”, ratifica.