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Sí es posible trabajar y estudiar al tiempo 

La estudiante se considera una "luchadora" y siente que está preparada para la vida laboral.

• Sara Núñez sabe cómo combinar academia y vida laboral. Desde que empezó su pregrado se ha desempeñado en varios oficios y ahora tiene su propio negocio.

• Cada vez son más los alumnos que asumen esta responsabilidad. Algunos para ganar independencia y otros para liberar la carga económica de sus padres.

A sus 20 años Sara Núñez Padilla se siente como una adulta, pues cree que es la única estudiante con una agenda de trabajo. Eso sí, piensa que cada minuto y esfuerzo invertidos en su independencia económica han valido la pena.

Antes de las 8:00 a.m. suena el despertador en su casa. Primero a la ducha y luego a la Universidad porque tiene clases durante toda la mañana. En la tarde toma un descanso para almorzar y se sienta a realizar el trabajo de alguna materia.

Su tiempo también le alcanza para dedicárselo al Club de Mercadeo, a sus entrenamientos de patinaje, e inclusive, a su tienda de ropa. Es más, el recorrido laboral de esta estudiante incluye una amplia lista de oficios en bares, restaurantes y pizzerías, que ha aprendido a combinar con las labores académicas.

Al principio eran jornadas extenuantes en las que, después de salir de clases, cambiaba sus cuadernos y documentos de lectura por los vasos y bandejas de un bar. “Es muy difícil, no tenía vida social y en el poco tiempo que me quedaba libre no quería salir porque estaba muy cansada”. Además, tuvo problemas de insomnio porque su horario se le cambió totalmente.

Para explicar el caso de esta eafitense, Sara Moreno Osorio, psicóloga del Departamento de Desarrollo Estudiantil, opina que las personas que estudian y trabajan al mismo tiempo logran desarrollar y construir cierta disciplina que les permite un mejor manejo del tiempo y una organización de las diferentes actividades de la vida.

También alerta sobre la importancia que el estudiante siempre tenga clara que su prioridad es la parte académica e intente no descuidarla. “Algunas veces terminan absorbidos por el ámbito laboral, sobre todo si hay buenas retribuciones de dinero o si la necesidad económica es muy fuerte”.

Juan Carlos Restrepo Aristizábal, por su parte, estuvo en el lugar de Sara hasta el año pasado, cuando se graduó como comunicador social de la Universidad. Durante todo el pregrado dividió sus días entre las clases y las funciones de auxiliar administrativo de la Sala de Patrimonio Documental del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas.

Por ese motivo, tiene los argumentos para afirmar que sí es posible hacerlo, solo es cuestión de organizar las actividades y aprovechar el tiempo. “Mi caso fue especial porque además de estudiar y trabajar también tenía que asumir mis responsabilidades como padre de familia”. A pesar de eso decidió seguir adelante porque sabía que en el futuro podría mejorar sus condiciones laborales.

Sin descuidar la academia

A modo de anécdota, Sara Núñez recuerda que en una ocasión tuvo que suspender la carrera durante un semestre debido a que su promedio académico disminuyó notablemente. “En ese momento  pensé que necesitaba parar y dedicarme al estudio”. La decisión no pudo ser más apropiada, al poco tiempo su mamá la apoyó para que montara su propia tienda de ropa.

Y es que en su experiencia como psicóloga de EAFIT, Sara Moreno les recomienda a los estudiantes que busquen opciones laborales como las monitorías académicas o administrativas, que les permitan permanecer cerca al ambiente universitario y, al mismo tiempo, les ofrezcan una facilidad de horario para cumplir con sus deberes.

“En caso de que no sea posible hacerlo en la Universidad, lo ideal sería que su trabajo estuviera relacionado con la carrera que estén cursando, para que sea mucho más difícil desligarse y empiecen a reconocer que el aspecto académico se puede ver reflejado también en su desempeño laboral”.

Los consultorios del Departamento de Desarrollo Estudiantil están abiertos a todos los que deseen mejorar sus técnicas de estudio, aprender a manejar el tiempo y la ansiedad, o tener una preparación efectiva para sus exámenes. Se trata de una oferta a todos los estudiantes y, en general, puede ser una muy buena ayuda para aquellos que estudian y trabajan al mismo tiempo.

La psicóloga está convencida de que el buen desempeño académico es el que les va a permitir, a corto o mediano plazo, acceder a mejores posibilidades laborales.

En la actualidad, la futura negociadora internacional aplica todos los conocimientos que le ha brindado su carrera para desenvolverse como contadora, administradora y jefe de los tres empleados que trabajan en su negocio.

Y si algo le ha quedado claro a Sara Núñez después de todos estos años es que su experiencia laboral la ha preparado para enfrentarse a la vida laborar y pensar en la importancia de la independencia para su futuro. “Gracias a todas esas vivencias puedo considerarme una persona luchadora”.​