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6 de junio de 2012
Son 15 años escuchando el florecer de la Primavera
Imágenes del concierto del cuarteto británico Carducci, uno de los invitados a la XV temporada de la Primavera Musical de EAFIT.
• Un total de 15 temporadas y más de 60 conciertos han convertido a la Primavera Musical de EAFIT en un espacio cultural de la ciudad, que pone al alcance de la comunidad eafitense una amplia oferta de música de cámara.
• Estudiantes, docentes y el público en general se benefician de este ciclo de conciertos, que cuenta, además, con clases maestras dirigidas por los artistas invitados.
Armados con dos violines, una viola y un violonchelo, Rebecca Eves, Matthew Denton, Eoin Schmidt-Martin y Emma Denton deleitaron a los asistentes del Auditorio Fundadores con obras de Franz Joseph Haydn, Claude Debussy y Ludwig Van Beethoven.
Se trata del cuarteto británico Carducci, el grupo invitado al concierto de la Primavera Musical del lunes 4 de junio, evento que llegó a su número 15 en la temporada que, bajo este nombre, ha llenado de Primavera a la Universidad.
Entre los asistentes se encontraba Valentín Aramburo Bravo, un estudiante de tercer semestre de Música y participante frecuente a este tipo de conciertos, quien afirmó estar gratamente sorprendido con el nivel y la calidad de los artistas ingleses.
“He estado en todas las primaveras musicales desde que comencé mi carrera y me encantan porque, además de disfrutarlas, siento que complementan mi proceso de formación. Para un estudiante de música ir a un concierto es tan obligatorio como para un ingeniero asistir a un congreso en su campo de estudio”, manifiesta Valentín.
La Primavera Musical de EAFIT comenzó 15 años atrás, prácticamente con el nacimiento del Departamento de Música de la Universidad. La propuesta fue hecha por Cecilia Espinosa Arango, directora de la Orquesta Sinfónica; y Juan Felipe Gaviria, el entonces rector de EAFIT, como una manera de aprovechar los vínculos culturales con el Banco de la República.
Así lo recuerda Andrés Posada Saldarriaga, jefe del Departamento de Música, quien también hizo parte de este proceso. “El Banco de la República, en compañía de la biblioteca Luis Ángel Arango, tiene desde hace muchos años una programación amplia, interesante y variada con artistas de todo el mundo. Con su apoyo creamos un ciclo de cuatro o cinco conciertos por año y le dimos el nombre de Primavera Musical”.
Según Andrés Posada, el nombre de Primavera Musical está relacionado con el apelativo de Medellín como ciudad de la eterna primavera, pero también con la idea de un florecimiento musical de excelente calidad para la Universidad y la región.
Músicos de todo el mundo
De aquellos primeros años, el docente recuerda algunos grupos como Duffy collective, de música antigua; a los ingleses de Gothic Voices; al ensamble norteamericano de música contemporánea Aguavá; y a una serie de pianistas, dúos, tríos y agrupaciones de jazz que han pasado por el escenario del Auditorio Fundadores.
Años más tarde fue el tiempo de los artistas colombianos y latinoamericanos. Se presentó el grupo Tembembé, el ensamble venezolano Gurrufío, el pianista Mark Jay Levine, el dúo Colomé y Esparza, y el cuarteto latinoamericano de México, entre otros.
“También hemos incluido a nuestros profesores con propuestas muy destacadas, como las de la maestra Blanca Uribe Espitia, Javier Asdrúbal Vinasco Guzmán, y Cecilia Espinosa Arango y sus coros Tonos Humanos y Arcadia”, señala el docente.
La gran mayoría de esta oferta es música de cámara, lo que para María Clara Alzate, estudiante de Música con énfasis en Composición, el hecho de que se trate de este tipo de música permite un ambiente más íntimo.
“Los conciertos de la Primavera Musical son espacios con una energía diferente, uno sabe que va a escuchar obras únicas y de mucha calidad, lo que propicia una experiencia cultural muy enriquecedora”, expresa María Clara.
Un ciclo que propicia el diálogo musical y académico
Pero más allá del amplio abanico de conciertos, otra de las características de este programa son las clases maestras y talleres que dictan los músicos invitados a los estudiantes de Música de la Universidad y otras instituciones.
“Los artistas se brindan a los estudiantes, trabajan con ellos, los escuchan, los corrigen y son generosos en sus apreciaciones. Para nosotros esto es fundamental, ya que se crea un diálogo musical que beneficia el proceso de formación de los alumnos”, apunta Andrés Posada y agrega que los profesores también se benefician porque establecen contactos y amplían su horizonte.
En la actualidad, la Primavera Musical ha expandido sus relaciones con otras instituciones como la Alianza Francesa, el Instituto Humboldt, el Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo y los contactos individuales de los docentes del Departamento, para contar con más recursos y conformar una oferta de conciertos más amplia y acorde con las necesidades académicas.
Para Andrés Posada es un motivo de satisfacción ver como el ciclo, en sus 15 temporadas y más de 60 conciertos se han convertido en un espacio de ciudad, al que asisten los melómanos, gente joven y estudiantes de otras universidades y, al mismo tiempo, ha contagiado a otras instituciones para adelantar iniciativas similares.
“Eso confirma que EAFIT está abierta al mundo y a la cultura, y que la Primavera Musical ya no es solo nuestra, sino de todo Medellín”, concluye.