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Los papás influyen en la manera de vestir

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• Dos docentes del Departamento de Mercadeo se dedicaron a estudiar la moda y el comportamiento del consumidor.​

• La moda, la comodidad, el gusto personal o la opinión de los amigos influyen a la hora de comprar ropa. Los eafitenses opinaron.

A la hora de comprar ropa, Mateo Duque López, de Negocios Internacionales, prefiere los colores vivos, prendas que luzcan actuales y no se vean anticuadas.

El estudiante de cuarto semestre no tiene preferencia por alguna marca, tampoco le interesa llamar la atención, ni ser único o exclusivo. Lo que considera importante es que sus camisetas, jeans o zapatos reflejen su vitalidad y personalidad.

Un aspecto aparentemente tan sencillo como el de elegir que comprar o que ponerse puede convertirse en una preocupación para algunos, mientras que otros, como Mateo, prefieren ahorrarse molestias y se van por lo sencillo.

Este y otros temas fueron objeto de estudio para los docentes Mauricio Bejarano Botero y Lina María Ceballos Ochoa, quienes se embarcaron en dos investigaciones relacionadas con los estilos de vida del consumidor y su relación con la moda.

La moda en la juventud de Medellín: Estilos de vida del consumidor de moda adolescente fue el nombre del trabajo, que tuvo resultados que podrían convertirse en referentes para las empresas del sector textil-confección.

El trabajo de campo implicó 16 entrevistas a personas de diferentes estratos socioeconómicos, con cerca de 20 horas dedicadas a cada uno de los encuestados.

La investigación, tal como lo manifestó Lina Ceballos, arrojó como una de sus conclusiones, que las compañías nacionales del sector textil-confección no conocen muy bien a los adolescentes y sus gustos frente a la moda, y que es un público en constante cambio.

Sergio Alexander López Valencia, de sexto semestre de Ingeniería de Procesos, es un ejemplo de esta afirmación.  Aunque no le importa si se trata de marcas nacionales o extranjeras, para  este eafitense algunas veces es difícil acomodarse con la oferta de los almacenes y centros comerciales de la ciudad, por eso prefiere diseñar su propia ropa.

“Si tengo suerte encuentro lo que quiero y me lo compro. Otras veces me canso de buscar y prefiero crear mis jeans o camisas”, cuenta.

Un asunto no tan sencillo

La mayoría de los jóvenes, en cuanto al vestuario, buscan hacer parte del grupo, no obstante, quieren llamar la atención, ser únicos o exclusivos, y otros esperan ambas cosas: ser normales y sobresalir.

Así lo corrobora Elisa Arboleda Toscano, de Comunicación Social, quien afirma: “Cuando estoy estrenando, quiero mostrar lo que llevo; sentirme cómoda, pero que la gente siempre me vea bien y sepa que ese es mi estilo”.

Otra de las situaciones que se confirmó a través del trabajo de campo fue que para este tipo de personas, la opinión de sus amigos es un importante eje de referencia. “Así mismo, a diferencia de lo que creíamos, se encontró que la familia es muy cercana y los adolescentes buscan su opinión”, explicó Lina.

Claudia González Puerta, estudiante de la especialización en Gerencia del Talento Humano, controvierte esta afirmación. Ella, dice, tiene claros sus gustos y prefiere no consultar ni dejarse influenciar de otras personas.

Sin embargo, admite, tal como lo arrojó la investigación, que para ella el aspecto de la moda y el vestir tiene mucha importancia. “Me parece que la ropa genera estatus, una buena impresión y que dice mucho de la personalidad de quien la lleva”.

Clasificaciones, gustos y personalidad

Así mismo, el estudio logró clasificar a los 16 entrevistados en cinco categorías, al tener en cuenta su relación con la moda. Se trata de las variables Trendy, Undercover, Luxury Pink, Clever y Free Style, que incluyen las características más comunes de este público joven, relacionadas con su entorno y su capacidad económica.

En el prototipo Trendy se ubicaron a los adolescentes que se identifican con las prendas que les generan reconocimiento dentro de un grupo. Al Undercover no le gusta arriesgarse y confía en el criterio de alguien que admira. El Luxury Pink habla de una mujer arriesgada, que utiliza el vestuario como forma de llamar la atención.

Al Clever le gustan prendas que cuenten historias, mientras que el Free Style busca la comodidad, la libertad y prefiere las prendas anchas y sueltas a las ceñidas al cuerpo.

Mateo Duque cree acomodarse fácilmente a esta última clasificación, ya que no le gusta llamar la atención y prefiere la ropa holgada y que le permita cierta libertad de movimiento.

Elisa Arboleda no sabe decidirse entre Trendy y Free Style, pues por un lado le gusta ser reconocida por su forma de vestirse, mientras que por el otro lado le importa mucho el factor de la comodidad.

A Sergio López le suena la categoría Clever, pues cuando diseña su propia ropa, le gusta contar y mostrar algunos aspectos de su personalidad. Por otro lado, aunque Claudia González tiene claro que no le gusta la ropa ceñida, mantiene su indecisión entre varias de las categorías, pues considera que todas ellas plasman algo de sus gustos.

Finalmente y como una de las conclusiones generales, el estudio también comprobó que existen diferencias entre el estereotipo que la mayoría de las personas creía tener sobre los adolescentes y sus gustos a la hora de vestir.