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29 de octubre de 2013

Desde Purdue: investigación por lo alto 

Sergio Monsalve Castañeda, Mateo Gómez Zuluaga, Jaime Alejandro Pérez Heredia y Alejandro Gómez Londoño (de izquierda a derecha) son los estudiantes que participaron de la pasantía a Purdue. Durante su viaje aprovecharon el tiempo para visitar lugares emblemáticos de Indiana.

• Cuatro estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad hicieron parte de una pasantía de investigación, de casi tres meses, en la Universidad de Purdue.

• Desde el 20 de mayo y hasta el 3 de agosto trabajaron en temas como portales científicos, códigos de simulación y comportamiento de nanocristales.

Una experiencia. Se llama Summer Undergraduate Research Fellowships (Surf) y le sucede solo a algunos estudiantes del mundo que son seleccionados por la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos), para realizar una pasantía de tres meses en su campus y así participar en proyectos de investigación durante casi tres meses.

Esa buena noticia la recibieron Sergio Alejandro Monsalve Castañeda, Jaime Alejandro Pérez Heredia, Alejandro Gómez Londoño y Mateo Gómez Zuluaga, quienes acaban de regresar del país norteamericano luego de presenciar un programa académico en esta institución.

Sus nombres quedaron en la lista de los nueve cupos que otorgó esta institución, que sostiene una buena relación desde hace algunos años con EAFIT, a través del Centro de Computación Científica y que no solo contempla la donación del supercomputador Apolo, sino el intercambio de proyectos de investigación y estudiantiles como apoyo a las investigaciones.

Para Sergio este viaje significó un importante cambio de mentalidad porque le mostró otro lado que no conocía de lo que significa trabajar en investigación. “A mí se me abrió el campo de visión porque en Estados Unidos se puede vivir muy bien en el campo de la investigación”, declara.

La pasantía Surf cuenta con dos componentes principales: las capacitaciones semanales donde se aprende la parte técnica de la investigación, que tiene que ver con la manera adecuada de escribir, de citar, de publicar. El segundo es el desarrollo de la investigación como tal.

Durante los casi 80 días que duró la experiencia, los alumnos eran asignados a un estudiante de maestría, que a su vez estaba asignado a uno de doctorado, que tenía también como tutor a un alumno de posdoctorado, con una importante cantidad de proyectos de investigación a su cargo.

“Es un cambio de 180 grados. Realmente me sirvió mucho. Solo nos quedan palabras de agradecidos para EAFIT y para Purdeu por permitirnos vivir una experiencia de este tipo”, asegura Mateo.

Roles de investigación

Cada uno de los cuatro estudiantes pudo participar de una investigación acoplada a sus intereses y principales habilidades. Sergio y Jaime, por ejemplo, estuvieron juntos en el Departamento de Ingeniería Mecánica y trabajaron en la optimización de un código para la simulación de materiales bajo estrés, permitiendo así que funcionara adecuadamente en el Data Center con el que trabajaban.

“Tanto el cambio de Colombia a Estados Unidos como vivir en el campus fue algo bastante interesante. Todo esto nos mentalizó en el ambiente investigativo, sobre todo al tener a estos autores que consultas a diario al alcance de la mano. Fue ese contexto el que nos hizo darnos cuenta de la verdadera magnitud de las cosas”, señala Sergio.

Y añade: “Aprendimos que en investigación se puede pensar a largo plazo, porque pueden haber proyectos que duren hasta 20 años. Es decir, se pueden hacer inversiones a futuro sin pensar en el día a día. Para esto es necesario tener  infraestructura, equipos y personal, entre otras”.

Alejandro, por su parte, estuvo en un programa que tenía que ver con la red Nanohub, un portal para la comunidad científica donde se puede enviar trabajos a un clúster sin necesidad de adentrarse mucho en la parte técnica, facilitándoles el trabajo.

Mateo, en cambio, tuvo relación con la Escuela de Ingeniería Civil, donde debía diseñar un software que modelara el comportamiento de los nanocristales de celulosa y, además, otro que generara superficies isotrópicas.

Estos cuatro eafitenses coinciden en que aún faltan muchas cosas por hacer en nuestro país, pero que es un avance muy importante el que exista este tipo de relaciones interinstitucionales que promueven la multiculturalidad en las investigaciones.