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Atreverse a Pensar llegará a la ​cotidianidad universitaria 

Desde el 5 de septiembre comienza la segunda etapa del proyecto Atreverse a Pensar. En esta ocasión se tratará el tema Ética y academia, y las frases reflejarán conversaciones cotidianas sobre comportamientos que es urgente revisar.

Esta semana culmina la primera fase del proyecto Atreverse a Pensar, con un balance positivo y un terreno abonado para que la reflexión, que pretende exaltar la formación en valores, continúe en sus siguientes etapas.

Opiniones a través de redes sociales, conversaciones en las clases entre profesores y alumnos, participación en las actividades que se programaron, comentarios en ascensores y cafeterías, expresiones espontáneas que se ubicaron en las piezas del proyecto, noticias y columnas en la prensa local…

El balance de la primera fase de Atreverse a Pensar ha sido más que positivo. Así lo percibe Nathalia Franco Pérez, jefa del Departamento de Comunicación y Cultura y directora del proyecto, quien aduce que la reflexión ya comenzó, y que hay un respaldo y un interés de la comunidad a este pronunciamiento universitario.

“Se han logrado cosas importantes en este mes y medio. Se ha impacto al público, hemos propiciado que la gente hable y que se dé un pronunciamiento de los eafitenses y de la comunidad en general frente al tema de la cultura del avispado, avance que es muy significativo en una sociedad que tiende a ser apática”, dice.

Para la directiva, el proyecto es congruente con los valores institucionales: tolerancia, integridad, responsabilidad, audacia y excelencia. Cinco palabras que, si se miran a la luz de la iniciativa, tienen un profundo significado.

“Cuando uno habla de excelencia, de integridad y de responsabilidad hay una relación directa con los temas que el proyecto pone en consideración y, en concordancia con eso, es que EAFIT hace esta propuesta”, explica.

¿Por qué desde la academia?

Así mismo, la Institución es consecuente con un pensamiento democrático, pluralista, donde son válidas diferentes visiones y donde se cree que el debate, la deliberación y la reflexión enriquecen.

Al respecto, Helmuth Trefftz Gómez, jefe del Departamento de Ingeniería de Sistemas, piensa que es muy importante que la Universidad haya tomado esta iniciativa como actor fundamental en el desarrollo de procesos formativos de la sociedad.

Para él, en una Institución como EAFIT no se trata solo de impartir conocimiento, esto debe estar asociado a un conjunto de valores y conceptos para la vida. “Los padres de muchos alumnos saben que, de cierta manera, los valores con los que han educado a sus hijos aquí se terminan de reforzar, incluso, a muchos hay que educarlos en muchos de estos desde cero”.

Lo mismo considera Pedro Vicente Esteban Duarte, profesor del Departamento de Humanidades, quien está de acuerdo en que las universidades, al estar en un escalón muy importante de la sociedad, tienen la responsabilidad de abrir estos espacios.

“Formamos personas que en el corto plazo saldrán a destacarse en sectores económicos y sociales donde es primordial una actitud crítica. Tenemos el compromiso de decirle al estudiante: ¿cómo se va a comprometer usted moral, social y éticamente?, ¿bajo qué principios va a comportarse?”, expresa.

Carlos Mario Henao Galeano, jefe del pregrado en Psicología, respalda esta afirmación al indicar que el conocimiento específico sobre una disciplina en particular se imparte y esto es el deber ser de EAFIT, pero el problema está en lo qué hace “el otro” con el conocimiento.

Y, para verlo desde la óptica de los estudiantes, Santiago Noreña Sosa, de los pregrados en Negocios Internacionales y en Ciencias Políticas, asegura que la Universidad es una formadora de ciudadanos, antes que de profesionales. “Hay que darle valor a la formación integral de personas que sean críticas, éticas y librepensadoras”.

Este alumno, que ha participado desde la construcción del proyecto, es enfático en decir que el desarrollo de estas reflexiones es algo que les conviene a todos los alumnos. “Muchos piensan que la clase es buena si el profesor es bueno, pero no se ven como protagonistas, no aportan, no son críticos. Y de lo que se trata con estas iniciativas es también incentivar la participación y que nos preguntemos si nuestra labor debe ser pasiva”.

Lo que viene

Una nueva fase del proyecto está por comenzar. Desde el 5 de septiembre la comunidad empezará a escuchar y a ver las frases relacionadas con Ética y academia. Se trata de un nivel más profundo que, como dice Nathalia, toca aspectos más cotidianos de la vida universitaria.

“El terreno está abonado para que ahora se de una deliberación más académica donde podremos mirar qué pasa en la vida universitaria frente a la ética, frente al ejercicio del aprendizaje, frente a la enseñanza y frente a cómo asumimos el conocimiento”, manifiesta.

Las siguientes seis frases serán, entonces, reflejo de las conversaciones estudiantiles sobre ciertas prácticas, expresiones propias de la vida académica que ponen en evidencia comportamientos en los que es urgente pensar.

Y así lo anunció el Rector en su conferencia El culto al avispado, del pasado 24 de agosto, en la que, al finalizar, instó a la comunidad y a sus estudiantes a tener más allá de las respuestas, preguntas, pues estas, en su concepto, no son un punto de llegada, sino el lugar donde surgen nuevos interrogantes y el conocimiento.

“Confiamos en que esto va a seguir generando una movilización en el plano académico y que trascenderá a EAFIT, porque las preocupaciones son de carácter social, aunque sea la Institución la que se pronuncie”, concluye la directora del proyecto.