Consulta médica, otro servicio para el bien-estar
• Las consultas médicas y odontológicas se atienden en el primer piso del bloque 3.
• Los estudiantes becados y los empleados administrativos no pagan por estos servicios.
Marcela es estudiante de Ingeniería Matemática y cada vez que no se siente bien pide una cita médica en el Departamento de Servicio Médico y Salud Ocupacional 3. Ella es beneficiaria del Programa de Becas con Aportes de Empleados, razón por la que no paga sus consultas.
La joven tiene una enfermedad neuronal, asunto que la obliga a consultar con frecuencia. Por eso, acude a los servicios de la Universidad, pues allí encuentra la disposición que necesita y que le ayuda en sus dolencias.
En este Departamento hay cuatro médicos generales por lo que la asignación de citas para estudiantes y empleados es fluida. Olga Lucía Sierra Arango, una de las profesionales, es quien la atiende, pues ya conoce su caso y, en esa medida, le brinda la orientación y el tratamiento necesarios. “Me siento muy cómoda con Olguita”, dice con cariño.
Un apoyo en la labor estudiantil
Hace algún tiempo, Marcela suspendió el tratamiento asignado por su neurólogo porque los medicamentos eran muy fuertes y le generaban sueño en cualquier momento. Esta situación le parecía incómoda porque se había repetido varias veces en las clases.
Pero, poco después de tomar la decisión de no seguir con el tratamiento sugerido, aparecieron los dolores que afectaban su estudio y no le permitían concentrarse. "Si por atender mis labores académicas descuido mi salud, esta va a desmejorar y no podré estudiar o concentrarme. Es como un efecto recíproco”, cuenta.
La estudiante, consciente de su dificultad, acudió al Servicio Médico para encontrar una ayuda que le permitiría tener un desarrollo académico normal. Ahora, sigue las recomendaciones médicas que allí le sugieren y, aunque los medicamentos no son tan fuertes, ayudan a solventar su enfermedad. “Valoro mucho la atención que me dan allí”.
Por eso no es raro verla brindando asesorías sobre cálculo a estudiantes que lo requieren, actividad por la que recibe un salario. “Aunque a veces es muy duro, el estar estudiando me ayuda a mantenerme tranquila”.
Después de clases repasa en su casa los temas vistos, como una forma de reforzar lo aprendido, sin extralimitarse, pues, más allá de su rendimiento estudiantil, Sandra es consciente de que debe ocuparse de su salud para que no se afecte su rendimiento.